"Mi padre solía decir: "Yo le pedí a Dios un hijo cura y me dio un obispo" El Obispo de León, D. Julián López, se despide de la Diócesis

Despedida de D. Julián López
Despedida de D. Julián López

D. Julián López se despide con una carta y una eucaristia de acción de Gracias en la Catedral el próximo viérnes día 11

El Obispo electo Luis Ángel de las Heras tomará posesión el próximo día 19 de Diciembre

Mi última carta pastoral que se publica en "Iglesia en León", escribe D. Julián: "...no quiere tener la nota propia de las despedidas, aun que lo parezca. Digo esto plenamente consciente de que en nuestra vida se pone punto final a muchas realidades -entre ellas también la misión y el ejercicio del ministerio sacerdotal- hasta que llegue el momento en que ese punto final sea efectivamente el definitivo de nuestra existencia terrena..."

"...Los hombres, la humanidad pasamos. Solo permanece el que es "el Primero y el Ultimo", el Señor de la historía y cabeza de la nueva humanidad, el que vive y reina para siempre, afortunadamente para nosotros..."

"...En principio, cada persona es libre de elegir como pasar su existencia terrena. Los que, sintiéndonos un día llamados por el Señor, optamos por seguirle en el ministerio sacerdotal o en la vida religiosa fiándonos de su palabra y con el oportuno y a veces dilatado discernimiento en los años de la juventud, podemos considerarnos afortunados y dichosos...".

En mi caso, manifiesta D. Julián López,   "...primeramente mis padres que nunca me presionaron y superieron acompañarme con su testimonio y, sin duda, sus oraciones. Y con ellos algunos sacerdotes a los que siempre recuerdo con gratitud. Mi padre solía decir: "Yo le pedí a Dios un hijo cura y me dio un obispo". Así se puede resumir mi historia personal y pastoral, mirada ciertamente desde la fe aunque no exenta de responsabilidades.

Puedo decir que he recibido de Dios, de la Iglesia y de los hombres inmensamente más de lo que he dado. Mi gratitud se extiende, además de a mis padres, a mis maestros y formadores, a las curias diocesanas, los presbíteros y fieles cristianos de Zamora, Ciudad Rodrigo y León, a la Vida Consagrada, al Apostolado Seglar y laicado. Y, con especial cariño, a los feligreses de las parroquias de Otero de Sariegos, Villarrín de Campos y parroquia de Cristo Rey". (Zamora)

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