En este Año Santo Jacobeo, el museo propone piezas relacionadas con la tradición santiaguista Un portapaz del siglo XVII, la pieza del mes del Palacio de Gaudi de Astorga

Portapaz del siglo XVII. Museo de los Caminos. Astorga
Portapaz del siglo XVII. Museo de los Caminos. Astorga

El uso de los portapaces estaba vinculado al momento del rito de la paz en la celebración de la eucaristía, cuando celebrantes y fieles besaban el portapaz

El portapaz que propone el Museo de los Caminos, de procedencia desconocida, es una obra de cobre dorado, fundido y cincelado que muestra como representación principal a Santiago Matamoros

El cuerpo principal del portapaz se enmarca en dos columnillas de fuste liso y capitel jónico. Tiene forma de arco de medio punto, con cabezas de querubines en las enjutas

El apóstol es representado como guerrero de manera recurrente en el siglo XVII ejerciendo de patrono y protector hispano

Como pieza del mes el Museo de los Caminos del Palacio de Gaudí de Astorga propone un portapaz realizado en el siglo XVII. En este Año Santo Jacobeo, el museo propone piezas relacionadas con la tradición santiaguista, piezas que se exponen en la sala Provisorato, dedicada al Camino de Santiago.

En el portapaz se encuentra el apóstol representando a Santiago Matamoros. En la actualidad, después de las sucesivas renovaciones litúrgicas, los portapaces han perdido su funcionalidad. Sin embargo, mantienen su valor artístico pues muchas de ellas son magníficos trabajos de orfebrería.

El uso de los portapaces estaba vinculado al momento del rito de la paz en la celebración de la eucaristía, cuando celebrantes y fieles besaban el portapaz. Las piezas se diseñaban con una disposición formal arquitectónica, a manera de portadas, con suaves relieves de variada iconografía y coronándose con un frontón.

Interior museo

El portapaz que propone el Museo de los Caminos, de procedencia desconocida, es una obra de cobre dorado, fundido y cincelado que muestra como representación principal a Santiago Matamoros. ha perdido el escudete donde se debía dar el ósculo de la paz y también el asa posterior, además de una de las perillas del remate. Se asienta sobre un pedestal arquitectónico, decorado con motivos geométricos. El cuerpo principal del portapaz se enmarca en dos columnillas de fuste liso y capitel jónico. Tiene forma de arco de medio punto, con cabezas de querubines en las enjutas. En el interior de la figura ecuestre de Santiago blande una espada sobre sus enemigos. La parte superior, concebida como frontón semicircular, muestra la figura de Dios Padre de medio cuerpo.

El apóstol es representado como guerrero de manera recurrente en el siglo XVII ejerciendo de patrono y protector hispano, arrancando esta iconografía bélica en su aparición milagrosa en la legendaria batlla de Clavijo.

Esta y más piezas pueden visitarse en el monumento y el Museo de los Caminos todos los días de 10 a 14 y de 16 a 20 horas.









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