La democracia en Venezuela

La democracia en Venezuela
La democracia en Venezuela

ES DEL PUEBLO Y NO DE LA OLIGARQUIA

El pueblo venezolano, como poder político, nació con la llegada de Chávez en 1998, electo nuevo presidente de Venezuela. Por primera vez en la historia de ese país el pueblo fue llamado a participar a la redacción de una nueva constitución que responda a sus necesidades. Una constituyente del pueblo a sido creado y una nueva constitución a sido presentado a la decisión del pueblo por referéndum.  Con los votos de la mayoría del pueblo esta constitución fue aceptado como Ley fundamental del país.

En esta constitución, el pueblo habla de democracia participativa, de socialismo humano que se dedica ante todo al bien común de todos, dando prioridad prioridad a los intereses del pueblo, de  sus pobres y humildes. Igualmente, en esta constitución, el pueblo se declara anti-imperialista, soberano e independiente.

Un tal proyecto del Pueblo mayoritario de Venezuela no le gusto nada al imperialismo que perdía su dominación sobre un Estado decidido a dar prioridad a los intereses de su pueblo y no mas a los del imperio y de las oligarquías.   Tampoco le gusto a las jerarquías eclesiales que veían en aquel socialismo los diablos del comunismo  del ex URSS y de Cuba. Su oposición no venia la condición de vida de los pobres y humildes, sino de una ideología que no cuadraba con el capitalismo dominante en Occidente. En eso, imperio y episcopados se encontraron en la misma honda para que fracase ese proyecto de un socialismo renovado, llamado “chavista” o ‘del siglo XXI.   

Después 20 años,  el gobierno chavista sigue su camino con los mismos objetivos iniciales y sus opositores siguen la misma lucha  con los mismos objetivos que consisten en la recuperación de los poderes del Estado y el control de las riquezas del país. Estos motivos no tienen nada que ver con las preocupaciones de la miseria de una parte importante del pueblo. Miseria generada, en gran parte, por sus intervenciones desestabilizadoras del gobierno chavista y de las redes sociales.

El golpe fallido de 2002 sigue repitiéndose años tras anos con los mismos propósitos.  Los discursos cambian par mejor conquistar la atención de los pueblos, como el hecho de hablar de  dictadura y no de democracia para identificar al gobierno chavista.  El discurso del episcopado se concentra en hablar de la miseria del pueblo y del régimen dictatorial de Nicolás Maduro. Les toca llamar a la desobediencia civil y a sostener acciones violentas, como fue el caso con las guarimbas de 2017.

Como lo vemos, Washington, el Vaticano y los obispos de Venezuela hablan el mismo lenguaje.  Cada uno da un color particular a su discurso y saben como protegerse los unos a los otros. Por ejemplo, el episcopado venezolano se hará bien silencioso sobre los actos terroristas generados por la oposición bajo ordenes de Washington. No tienen ojos para ver esos crímenes que se producen bajo su mirada. Se hicieron mas que cooperante para facilitar, por todos los medios, la entrada de los camiones, supuestamente de ayuda humanitaria.  El gobierno no permitió esa entrada sin el control previo de su contenido. Lo que no aceptaban los autores de esa misión de ayuda humanitaria. Lo que sucedió después puso a luz lo que tenían esos camiones de ayuda humanitaria: eran armas y distintos productos a utilizar para generar  violencia. Los obispos, a pesar de saber todo eso de ante mano, seguían su campana para que entre la supuesta ayuda humanitaria.

La guerra de la desinformación es terrible. El episcopado venezolano queda un actor importante que alimenta, tras su figura de Iglesia al servicio de los pobres, esa desinformación.  Los que siguen la actualidad en Venezuela a través distintos medios de comunicación,  no pueden quedarse insensible ante tanta manipulación, mentiras, silencios , hipocresía cuando uno ve centenares de miles de personas, nada de tontas, que se movilizan para apoyar a su gobierno y para enfrentar los problemas generados por una guerra económica criminal, nunca denunciada por el episcopado, supuestamente tan preocupado de los pobres y humildes que sufren de ella.

El 30 de abril hubo otra tentativa de golpe de estado. Allí no estaba el pueblo.  Estaban los criminales conocidos y unos militares, ciertos por engaños y otros por voluntad propia.  Ya sabemos que fue un fracaso tremendo. Vimos por que lado se encontraba el pueblo,, fundamento de la verdadera democracia.  El pueblo estaba con Maduro y su gobierno.  El día siguiente,  1er de mayo, salieron por centenares de miles para celebrar con su Presidente el día de los trabajadores.

Con el golpe fallido, un Guiado sin valor, Washington y la oposición venezolana se encontraría  huérfana al no tener un episcopado, siempre listo para tomar la palabra. Le toco al cardenal de Caracas de tomar esa palabra para reanimar las tropas de la oposición para seguir exigiendo que Maduro se vaya et que haya elecciones presidenciales.

 https://www.religiondigital.org/america/Venezuela-capitalismo-parametros-lademocracia-ausentes-religion-iglesia-dios-jesus-papa-francisco-fe-paz-crisis-represion-derechos-humanos_0_2117788216.html

Parece que se ha olvidado que en democracia es el pueblo que decide de la suerte de su presidente. De lo visto ayer en la celebración del 1er Mayo, el pueblo no piensa que Maduro tiene que irse tampoco que nuevas elecciones presidenciales sean necesarias.  El 20 de mayo del ano pasado fueron a votar mientras los obispos llamaban al pueblo a no ir a votar.  Puras contradicciones y oportunismo nada de autentico y sincero.  Ya perdieron toda credibilidad como pastores.

La desinformación a través manipulación y mentiras es muy fuerte. A cada uno le toca encontrar el camino para asegurarse de la verdad de las cosas.

Oscar Fortín

 2 de mayo 2019

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