Basta la hipocresía y la complicidad con los potentes

Los eventos de la semana santa nos interpelan en nuestra propia verdad. El Jesús de la ultima cena, el Jesús del Jardín de olivero, el Jesús ante Pilato y los grandes sacerdotes, es un hombre de verdad que no juega con la verdad y que cumple con la voluntad de su Padre. 

El evento mas apropiado para poner a prueba  la verdad que da vida y que pone a prueba al Vaticano y al episcopado venezolano es la Venezuela victima de un imperio y de uno oligarquía nacional que quieren recuperar el control de un Estado y los privilegios que les acompañan. Todo el montaje que transforma la revolución bolivariana en gran culpable de los problemas que afectan directamente al pueblo es la gran mentira compartida por el Vaticano y el episcopado venezolano. 

Todos sabemos y ellos también, que la gran parte de esos problemas que sufre el pueblo radican en las sanciones y distintas guerras económicas promovidas por el imperio EE.UU. y sostenidas por el Vaticano, el club de Lima y el mismo episcopado venezolano. Eso si que es la verdad. 

El 23 y 24 de marzo ultimo, grupos armados, viniendo de Columbia, para generar acciones terroristas y crear las condiciones para hacer pasar Venezuela como productor y promotor de la venta de drogas. 

La mayoría de esos grupos armados, proviniendo de Columbia, con la complicidad del mismo gobierno y el silencio del episcopado venezolano que no alzo una sola palabra para denunciar tales acciones de parte de esos terroristas colombianos. 

Les invito a escuchar al general de las Fuerzas armadas venezolanas que identificaron esos grupos y les impidieron cumplir los crimines por los cuales habían sido mandado para cumplirlos en contra del pueblo venezolano. 

 https://videos.telesurtv.net/es 

En el caso de Venezuela , las opciones se limitan a dos: sea que uno se pone del lado del Imperio y sus aliados contra la voluntad mayoritaria del Pueblo o sea que se ponga de la democracia de que el pueblo es el verdadero arbitro. Nicolás Maduro ha sido elegido por este pueblo, lo que fue reconocido por las Naciones Unidas y la  mayoría de los Estados del mundo. Lamentablemente, el Vaticano y el Episcopado venezolano se pusieron del lado del Imperio para alinearse con el candidato de Washington, Juan Guaido, como presidente auto-proclamado de Venezuela. 

La vía crisis de la semana santa es el momento de la verdad en si-mismo y en el compromiso de cumplir con la voluntad del Padre y no de la voluntad del Imperio. 

Jesús, después dos mil anos sigue teniendo toda su credibilidad, mientras tanto los pastores de la Iglesia católica no logran mantenerla, el tiempo de su vida. 

Hasta la cruz anduvo Jesús para confirmar la verdad de la promesa del Padre de un reino nuevo en un cielo nuevo y una tierra nueva. 

Mas que nunca, el Vaticano y los episcopados, tienen que hacerse discípulos de Jesús, el Cristo resucitado,  y no de los poderes imperiales a la conquistas de los pueblos del mundo. 

Es el lenguaje que me inspiran los acontecimientos de esta Pascua de Jesús que se mantuvo fiel a la voluntad de su Padre y no de los potentes.

Una conversión profunda se impone a la Institución eclesial para que se haga mas presente a los pueblos que a los potentes que mandan al mundo. 

Con todo mi respeto 

Feliz Pascua a todas las personas de buena voluntad

Oscar Fortin 

28 de marzo 2021