Ir a lo esencial de nuestra fe en Jesús

La Iglesia en salida tiene que pasar por una "conversión" profunda que aleja sus pastores de todo compromiso con poderes materiales y políticos.

Le corresponde, también, volver a lo esencial del mensaje de Jesus, haciendo una gran limpieza de todo lo que no es essencial a su mensaje.

Como, ya muchos lo reclaman, el Vaticano con todos sus poderes no responde a lo esencial del mensaje de Jesus.

Sus

Jesús, en tres años de su vida activa , logro dejarnos, tanto por su actuar que por su enseñanza, todo lo necesario para que la “Humanidad” vaya por el camino que conduce a su Padre. “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí. Jn 14,6. El que me ha visto, ha visto al Padre; Jn 14,9. Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros. Jn13:34

Para confirmar esa voluntad del Padre nos dice en que seremos juzgados el día del juicio final. En resumen: “lo que harán de bien a los demás, a mi lo harán y lo que harán de mal a los demás a mi lo harán.” Mt. 25.31-46.

Todo puede resumirse en lo que pudriremos llamar los siete sacramentos de los Evangelios: actuar con verdad, con justicia, con solidaridad, con misericordia, con amor, con fraternidad universal entre todos y todas, poco importa el color, la raza, el sexo, las creencias.

cardinales

Sus discípulos, en dos mil años, lograron substituir ese actuar y enseñanza de Jesús, por cultos litúrgicos y sacramental, por doctrinas dogmáticas y por actuaciones, haciendo de ellos auténticos “príncipes con poderes dominantes”. Si la mayoría de los apóstoles que Jesús mandó para anunciar la buena noticia del Reino del Padre conocieron, salvo Juan, el mismo destino que llevo Jesús a la cruz, no podemos decir lo mismo de los que les sucedieron a lo largo de los siglos. El “diablo” de las tentaciones de Jesús ha encontrado en aquellos discípulos personas mas flexibles para entender que seria mejor cooperar con él. Así, lograron arreglárselo con los imperios y las potencias de sus tiempos. Todo arreglado para que el “Reino del Padre no sea una amenaza para ellos”. Las encíclicas y las exhortaciones apostólicas que se escriben, por bonitas que sean, no encuentran los compromisos institucionales necesarias de sus dirigentes, atados que son al poder dominante con el cual tienen sus complicidades. 

En el tiempo que es el nuestro, esa Iglesia, edificada sobre el modelo de los poderes políticos y imperiales, tiene lazos privilegiados con el imperio de Estados Unidos que se impone al mundo como bien lo entiende. Esa dependencia no le permite tener una voz creíble frente al conjunto de los pueblos des mundo, sometidos a los intereses del poder imperial. Una situación ambigua que les transforma en servidor de dos maestros, Jesús de Nazaret, el resucitado, y el imperio estadunidense que decide y manipula los destinos del mundo. 

La parábola de los dos amos Mt 16:24

loss dos amos

La Iglesia en salida, de la cual se habla mucho, no puede pasar al lado del interrogante, de parte de las autoridades eclesiales ¿a qué amo se dedican en cuanto a su actuar en lo social, lo político, lo económico y lo evangélico? 

Vivimos en un mundo, a la vez de gran consumo y de gran pobreza. Hay grandes potencias que se manifiestan y dentro de ellas, una que se impone por encima de todas. Se trata del “imperio” Norte americano que se impone donde quiere y que decide sobre el bien y el mal, según lo que le parece mejor para él. 

Este imperio sabe infiltrarse, por distintos medios en gobiernos, poniéndolos a sus ordenes. El “club de Lima” es un ejemplo de su capacidad de dominar pueblos por el intermediario de sus gobernantes. 

Las relaciones del Vaticano y de sus episcopados con este “imperio”, no pueden pasar inadvertidas. Hay una cooperación que va mas allá de lo diplomático. Hay como una relación de confianza entre los dos.

El papa Juan-Pablo II tuvo, con Donald Reagan, una relación de gran amistad. En diciembre 1982, firmaron un pacto de cooperaciónen la lucha contra el comunismo en Polonia y, mas tarde en A.L.. 

¿Quién no se recuerda la acogida excepcional que recibió el papa Benedicto XVI, en los jardines de la Casa blanca, con motivo de su cumpleaños? Fue recibido por Georges W. Bush jr, el autor, entre otros, de la guerra en Irak que hizo millones de muertos. 

Algo parecido se produjo, en septiembre 2015, con el papa Franciscoque fue recibido en los jardines de la Casa blanca con miles de invitados. Una manera de celebrar la mediación del papa Francisco en el litigio relacionado a la liberación de un preso de E.U. y de tres presos cubanos, sin olvidar el pacto firmado con Obama para cooperar juntos para impedir la entrada del comunismo (socialismo) en América latina. 

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