NICARAGUA: ?Quienes son los culpables?
Los acontecimientos, en Nicaragua, empiezan a cumularse y las autoridades de la Iglesia se hacen presentes y activos para condenar las acciones criminales. Lo que molesta es la facilidad con la cual acusan, sin pruebas, al gobierno de ser el gran culpable de esos crímenes. No les viene a la mente que esos actos criminales pueden, también, inscribirse en le plan de Washington, revelado, hace unos días, para realizar un golpe de Estado en Nicaragua. Un proyecto de intervencionismo que va en contra del derecho internacional y contra la independencia y soberanía del pueblo de Nicaragua.
| Oscar Fortin
Me parece normal que las autoridades eclesiales se preocupen de saber ?quienes están detras de estos crímenes? recién cometidos en Nicaragua, lo sucedido en la catedral de Nicaragua y ahora el asesinato de ese joven, cuidador de la Virgen de Montserrat
Por el momento, las autoridades miran del lado del gobierno como autor de lo sucedido en la catedral y en el asesinato de ese joven.
Puede ser que sea el gobierno. Habría que ver ?que intereses tuviera para provocar la sensibilidad religiosa del pueblo y dar con nuevas manifestaciones, como fue el caso en 2018?
El culpable, puede ser, también, Washington, cuyo plan de golpe de estado incluye muchas formas de intervención para crear un descontento del pueblo en contra del gobierno de Daniel Ortega. No le hace falta dinero para pagar y llevar a jóvenes a cometer crímenes de naturaleza a escandalizar la fe profunda de los nicaragüenses y para que el gobierno sea identificado como el autor de esos actos criminales. De eso, todos sabemos, hombres y mujeres, obispos y políticos de buena fe, que son cosas que Washington, con sus colaboradores, pueden realizar.
Lo que pido al cardenal de Nicaragua es que considere la posibilidad de que el Plan de Washington para realizar un golpe de Estado puede, de una manera o otra, incluir acciones criminales de esa naturaleza.
Los intereses del gobierno de generar una guerra civil con actos como los sucedidos en los últimos días parecen pocos creíbles por un gobierno que salió vencedor de los conflictos de 2018. Un conflicto que dolió a todo el pueblo. Volver a repetirlo parece contradictorio.
Por otro lado, el enemigo del pueblo de Nicaragua, el imperio, tiene todos los intereses a lo que suceden conflictos internos y desestabilizador del gobierno.
Encuentro curioso que el cardenal y los obispos presten ninguna atención a esa posibilidad. Algo que deja la impresión de que, de una forma o otra, son partes de ese Plan de Washington. En Venezuela existe esa complicidad con Washington.
Me permito recordar al cardenal de Nicaragua lo de sus colegas obispos de Bolivia que acusaban, sin pruebas, a Evo Morales de cometer fraudes electorales. Los analistas internacionales, después verificación sistemática del proceso electoral, concluyeron que las elecciones se habían realizadas sin fraudes y que Evo Morales había tenido los votos necesarios para no ir a la secunda vuelta.
Pienso que, como pastores, el cardenal y los obispos de Nicaragua, les corresponde servir, ante todo, la verdad sin complacencia tanto por uno como por el otro. Uno no puede servir a la vez la verdad y la mentira. Que le guste o no, la verdad debe imponerse. Andar con la verdad es andar con el Jesus de los Evangelios.
