Para la mayoría de los creyentes de Occidente, Rusia encarna al diablo y es la fuente de los conflictos que dividen a los pueblos entre ellos. Sus líderes son considerados desalmados y sin conciencia, como es el caso, según ellos, del actual presidente Vladimir Putin. Basta escuchar los calificativos que le atribuye el actual presidente de los Estados Unidos, el católico Joe Biden: “asesinos, carniceros, asesinos, indignos de ser presidente, genocidas y más…”. 

Rusia fue, sin embargo, la elección de la Virgen de Fátima quien pidió, durante sus apariciones a los jóvenes videntes (Jacinta, Lucía, Francisco) que su Inmaculado Corazón de Fátima fuera consagrado a Rusia. Ocurrió entre el 13 de mayo all  13 de octubre de 1917. Una historia que continuó a lo largo de los años y del siglo que siguió. Muchos de nosotros recordaremos los tres secretos de Fátima que los Papas darían a conocer según las prescripciones dadas por la Virgen a los jóvenes videntes, que luego se convirtieron en adultos. 

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Tuvimos que esperar hasta el 5 de marzo de 2022, para que se cumplió este pedido de la Virgen de Fátima, según su propia voluntad. Fue el actual Papa Francisco quien procedió a esta consagración del Inmaculado Corazón de la Virgen de Fátima a la Rusia de hoy. El evento tuvo lugar en el mismo momento en que la guerra entre Ucrania y Rusia estaba en pleno apogeo. 

Lo que nos desafía a nosotros, cristianos de este Occidente, encabezado por los Estados Unidos de América, potencia dominante de nuestro mundo: ¿por qué Rusia y no los Estados Unidos de América? Debemos creer que la Virgen de Fátima, la madre de Jesús, tenía sus razones y nos corresponde a nosotros entender esas razones. Su poder es tal que hizo bailar al sol frente a una multitud de 70.000 personas. Hay qué creer en ella. 

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Según los poderes de que dispone ella, hay que creer que sabe leer la historia de cada uno de los pueblos y que sabe discernir los avales y desenlaces. Más allá de su visión de Rusia, también tiene una visión de la América todopoderosa, dominada y dirigida por el imperio de los Estados Unidos. Este último está por encima del derecho internacional y actúa de acuerdo con sus propios intereses. Ella es consciente de las guerras libradas por este último y de los motivos que lo inspiran. Ya sea en América Latina o en el Medio Oriente o incluso en Asia o en África, el motivo principal descansa, tanto en las posibles riquezas como en los enemigos potenciales, apuntando a la abolición de su imperio. Todo está centrado en sí mismo y para sí mismo. 

No podemos, frente a la Virgen de Fátima, permitirnos contar cualquier historia. Esta persona del otro mundo ve en todos y cada uno de nosotros la verdad que hay y la falsedad que ponemos ahí. No hay lugar para discutir el falso positivo pensando que ella no se dará cuenta. Lo verdadero se percibe en su esencia como lo falso en su nada. 

La Rusia que promueve Vladimir Putin es la de un mundo multipolar, donde los pueblos y las naciones se enriquecen mutuamente a través de sus diferencias. Un mundo que se describe como multipolar en comparación con el mundo actual, dominado por el imperio, descrito como unipolar. 

Todo parece indicar que la multipolaridad que realiza la riqueza diversificada de cada persona, de cada pueblo, de cada nación, constituye un patrimonio que enriquece a toda la humanidad y responde mejor al destino que nos está reservado. 

Es muy posible que la Virgen de Fátima se encuentre allí, para tal proyecto, más cómoda con la Rusia de Putin que con la América de Biden. 

Los proyectos del hijo de María, Jesús resucitado, siguen siendo insondables mientras van en dirección a un Cielo nuevo y de una tierra nueva, como nos enseña el Apocalipsis. 

Breve conclusión

Como personas de buena fe que somos en su mayoría, nos encontramos en un dilema en el que ya no podemos discernir lo que puede ser cierto de lo que puede ser falso. Estamos sometidos a una información que responde más a los intereses de quienes la dirigen que a la verdad que nos puede alimentar. El futuro nos dirá hasta dónde llegará este sueño de multipolaridad a los Pueblos y Naciones en el marco de UN NUEVO ORDEN MUNDIAL.

oscar fortin 13 de abril 2022