Respuesta al articulo de Rafael Luciani

La primera cosa que salta a la vista es que el Papa y los obispos se dirigen al gobierno venezolano, olvidando de completo, la oposición venezolana. Normalmente, la Iglesia busca, en su mediación, caminos que interpelan a todos los actores involucrados en la problemática política, social y económica de un Estado. Eligieron detenerse exclusivamente  al gobierno cuyo presidente es Nicolás Maduro.  De los opositores que rompieron con el derecho constitucional del país y de las injerencias de Washington que actúa de forma agresiva  y ilegal contra el gobierno y el pueblo de Venezuela, no dicen nada.

i¿Qué piden los Obispos y el papa al gobierno venezolano?

El papa con el episcopado venezolano

Este silencio del Vaticano y del episcopado con la oposición y Washington les quita toda la credibilidad y objetividad necesaria a su análisis y juicios contra el gobierno. Que no hablen de los motivos por los cuales el Tribunal supremo de Justicia (TSJ) declaró ANL en desacato es incomprensible.  Basta recordarse que ese mismo TSJ había ordenado al presidente de la ANL de no juramentar a tres diputados  cuyas elecciones habían sido reconocidas por el CNE como fraudulentas. El presidente de la ANL no tomó  en cuenta esa decisión del TSJ, juramentando a esos falsos diputados y dándoles derecho a votar en la ANL.  En eso se encuentra el rompimiento de la institucionalidad de la ANL.  El gobierno de Nicolás Maduro no tenia nada que ver con la decisión del presidente del CEN de aquel tiempo, tampoco con la decisión del TSJ.

El desacato del poder legislativo condujo a las guarimbas, sostenidas por el episcopado y la oposición   sostenida financieramente por Washington. Hubo centenares de heridos, varios muertos y centenares de miles de dólares de daños en los edificios, en los caminos, en los medios de comunicación.  Todo eso ha sido el motivo por el presidente Maduro de llamar, como lo prevé la Constitución, a una Asamblea constituyente. Durante meses se movilizaron centenares y miles  de personas para organizar elecciones de representantes,  de todos los sectores de la sociedad. El 31 de julio 2017, 545 personas han sido elegidas para cumplir con ese poder supremo del pueblo. Por supuesto que los autores de la violencia hicieron todo lo posible para que esas elecciones no den resultados. Otra vez, el pueblo, en su mayoría, no se dejo parar por los obstáculos puestos en sus caminos para que no vaya a votar. Mas de 8.089.329 votantes, lo que supera todos los votos recogidos por la oposición mayoritaria de la ANL de esos tiempos.

Importa notar que la oposición y el episcopado venezolano, cuando ven que no tienen lo suficiente apoyo para ganar elecciones, se abtienen y hacen campana para que la gente no vaya a votar. Lo hicieron en 2005, lo hicieron en 2017 y lo hicieron con la elección del presidente Maduro, en mayo 2018.

Una técnica para desacreditar a los ganadores que se encuentran en mayoría del lado del gobierno al mismo tiempo que ponen de relieve la poca participación del pueblo a la votación. Si uno se refiere a estudios comparativos con otros países de América latina se da cuenta que la tasa de participación del pueblo venezolano es superior a muchos otros países incluyendo Chile que tiene una reputación de baja participación.

De todo eso y mucho mas, el Vaticano y el episcopado no dicen nada. Tampoco hablan de las sanciones y de las distintas guerras económicas impuestas por Washington al gobierno y al pueblo venezolano. Dicen sufrir mucho del dolor del pueblo en su miseria, pero no ven que una gran parte de esa miseria viene justamente de las sanciones y guerras económicas impuestas por Washington y sus aliados  ¿Por qué, como mediadores objetivos y libres de todos intereses, no condenan esas acciones criminales que impone Washington al pueblo venezolzno?   

Mi opinión personal es la siguiente 

El Vaticano y el episcopado venezolano tienen por misión de dar la cara miserable de un pueblo que sufre por falta de medicamentos, de alimentación etc. Tienen la misión de divulgar de a través del mundo toda esa miseria de un pueblo. Nada de sorprendente que no encuentran alegría a ver las tres millones de viviendas ofrecidas a familias humildes. No encuentran alegría a ver los servicios médicos y educativos accesibles a todos y todas sin discriminación. Por otro lado, se alegran de las sanciones y bloqueos económicos que Washington impone a Venezuela. No les pasa a la mente denunciarlos. Son de los buenos que quieren liberar al pueblo de Venezuela del socialismo bolivariano. Si faltan medicamentos, productos alimentarios y que el pueblo sufre de la escases de esos productos, el único responsable es Maduro y ese régimen socialista. Se quedan con un solo responsable que no puede ser otro que el gobierno. Así es su discurso.

La realidad nos dice que el Vaticano y los episcopados latinos americanos se quedan firme en los pactos suscritos entre Washington y el Vaticano. De esos pactos, nunca nos hablan porque se trata de pactos que no son con los pueblos sino con el imperio. El discurso, que venga de donde venga, es siempre lo mismo: el socialismo es una dictadura y una manipulación de los pueblos y el neo-liberalismo es el camino de la libertad, de la estabilidad  y del encanto de los pueblos. Cuando hablan así, se cuidan para no hablar del pueblo de Honduras que se va, por miles, en caravanas humanas a la búsqueda de una tierra nueva. Son hijos y victimas de ese liberalismo imperial. El cardenal de Hondura, Oscar Andres Rodriguez Maradiaga, ex presidente de Caritas internacional, actor importante en el golpe contra Manuel Zelaya, en junio 2009,  y miembro del grupo de los nueve consejeros del Papa Francisco, en sur reforma de la Curia romana. Es él que desde Alemania había llamado a una primavera latino americana, haciendo relación con esas primaveras en los países del ex URSS. Era un critico sin escrúpulo de Chávez y de la revolución bolivariana. Lo que se dice de Honduras, podemos decirlo también de Columbia donde se mata lideres sociales de forma cotidiana. La voz del Vaticano y de los obispos se hacen bien silenciosa cuando se trata de países bajo control de Washington. 

Conclusión

Para servir de mediador y poner sus condiciones a las partes, involucradas en el conflicto, se necesita credibilidad de parte de todos, lo que no tiene ni el Vaticano ni los episcopados. Pertenecen todos a la misma estructura ideológica del sistema neo-liberal, dominado por Washington y sus aliados sometidos.

Cuando el ex presidente Zapatero de España y su colega de Republica dominicana confirmaron un acuerdo entre el gobierno de Maduro y la oposición radical, una llamada de un alto dirigente de Washington, presente en Colombia, llamó al jefe de la oposición para que no se firmara ningún acuerdo. En ese acuerdo, elecciones eran previstas por abril 2018. Sobre esa base del acuerdo entre venezolanos de una elección anticipada, Maduro convocó elecciones generales a la presidencia por el 20 de mayo 2018,  Así se ha realizado la elección y así ha sido elegido Maduro como presidente legitimo de Venezuela. Las Naciones Unidas y la gran mayoría de los pueblos del mundo reconocen a Maduro como Presidente. El Club de Lima, el Vaticano, a través su episcopado venezolano, y la Unión Europea no lo reconocen.Eligieron a Juan Guaido y se negaron a Maduro. El dilema de Piloto ante Jesus y Barabas. el evangelio dice que los grandes sacerdotes mandaron de los suyos para convencer al pueblo de reclamar la liberación de Barabas y pedir la condenacion de Jesus. Un paralelo bastante interesante. 

Pensar que Maduro se va poner a la orden de esos señores que trabajan por el imperio, es mal conocer al hombre que Chávez ha recomendado a su pueblo antes de morir.

Las elecciones legislativas que viene daran la voz al pueblo para que reaparezca la institucionalidad del poder legislativo. Espero que los obispos y la oposición irán a votar, respetando la voluntad del pueblo.

Oscar Fortín

Quebec, el 27 de enero

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