Trump y sus promesas

No vamos a seguir aceptando a políticos que hablan mucho pero no hacen nada, que se quejan sin cesar pero nunca hacen nada al respecto. Las palabras huecas son cosa del pasado. Ha llegado la hora de actuar.” Donald Trump, en su discurso inaugural

Trump

 Después de tres años como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump nos da una idea bastante clara del vínculo que establece entre sus promesas electorales y sus acciones. Como tal, es más que apropiado regresar a algunas de sus promesas más poderosas tanto para los Estados Unidos que por el futuro de nuestro mundo. En su discurso inaugural,Trump hizo, entre otras cosas, dos declaracionesque fueron recibidas con entusiasmo y mucha esperanza de parte de la comunidad internacional. 

La primera transforma, por así decirlo, el Imperio, al cual los Estados Unidos se identifican, en un Estado igual a los otros en términos de derecho y respetuoso de sus independencias y soberanías. “WASHINGTON, SEÑALÓ TRUMP, DEJARÁ DE IMPONER SU LEY AL MUNDO. Una declaración de sorpresa, que confirma su compromiso de respetar el derecho internacional, tal como se formula en la Carta de las Naciones Unidas. 

La segundadeclaración transmite el espíritu de este cambio que enfatiza el carácter humano y respetuoso de las relaciones con otros Estados en que reconoce los mismos derechos que los de Estados Unidos. Trump la formula de la siguiente manera: "Buscaremos la amistad y la buena voluntad con todas las naciones del mundo, pero lo haremos teniendo claro que todos los países tienen derecho a poner sus propios intereses por delante. No queremos imponer nuestro modo de vida a nadie, sino dejar que sea un ejemplo reluciente para que todos lo sigan.

¿EN QUE SE QUEDAN ESAS PROMESAS

Pienso que los ejemplos, extendidos en los últimos tres años, no faltan para confirmar el carácter siempre imperial de las intervenciones de los Estados Unidos con los demás pueblos del mundo. La estrategia, desarrollada en sus relaciones con otros pueblos y naciones, tiene mucha similitud con la  estrategia del palo y de la zanahoria. Este enfoque está bien ilustrado por el uso de sanciones para vencer al opositor al cual le daría una recompensa a someterse. Los problemas experimentados en Venezuela son una ilustración en gran carácter. En una declaración recién, declaró que no había sido suficiente duro con Venezuela. Lo mismo ocurre con Cuba, a la que acentúa las restricciones del embargo para arruinar su economía turística. Hay muchos ejemplos y los invito a compartir con nosotros los que vienen a su mente. 

En cuanto a la segunda declaración "buscaremos amistad con todos los países del mundo", debemos hacer grandes esfuerzos para ver esta búsqueda de amistad, mientras que la política del palo y zanahoria sigue mas fuerte que nunca.

Las células del intervencionismo que encajan en el ADN de los gobernantes estadounidenses no parecen haber muerto con la llegada de Donald Trump. Sus tres años como presidente no son muy alentadores para los próximos años. Se comporta como un verdadero emperador que está por encima del derecho internacional y que está esclavizando por la fuerza y las amenazas pueblos y naciones que no andan conforme a sus ordenes. Estamos muy lejos de sus lindas promesas y tiene todo para competir con los políticos que se había permitido denunciar por no cumplir con sus promesas. Con Trump no ha llegado la hora de cumplir con las promesas. Todo sigue igual y en ciertos casos en peor. 

Oscar Fortín

21 de junio de 2019 

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