Los aliados del Vaticano y de los episcopados en America latina
Hay hechos que no se puede pasar de abajo de la mesa como si no existieran. Yo quiero mucho la Iglesia de esos millones de personas que viven al cotidiano el mensaje de Jesús, haciendo de cada uno y de cada una, un servidor y una servidora de los mas pobres y humildes de nuestro mundo. En esa Iglesia yo reconozco el Jesús de Nazaret que sigue actuando, a través esos millones de personas, su obra de amor, de justicia, de misericordia y de gran solidaridad humana.
Los aliados del Vaticano y de los episcopados
Abrams y Pompeo
Tengo mas problemas con los que se presentan como los representantes del Jesús resucitado, envueltos de poderes y vestidos que les transforman en grandes sacerdotes que tratan de los asuntos del mundo en conformidad con los grandes poderes que mandan y se imponen a los pueblos de la tierra. En el tiempo de Jesús se les llamaban, los servidores del imperio romano. Son ellos que tienen el micrófono para hablar, la autoridad para decidir de las leyes y realizar convenciones y tratados con los potentes, para mejor servirlos. Lo que digo no es una caricatura sino un retrato real de lo que se vive, hoy, con nuestra Iglesia institucional y con el imperio, dirigido por Estados Unidos. Importa precisar que, cuando hablo de la Iglesia institucional, me refiero a la vez al Estado del Vaticano y de los episcopados que actúan en las distintas partes el mundo.
Hay momentos, en la Historia , en que esos aspectos de complicidad, entre esa Iglesia y el imperio, resaltan con mas claridad. Sin dar vuelta del mundo y aun menos recorrer el camino de la Historia, tenemos casos concretos que ilustran lo dicho anteriormente, de manera muy particular, en América latina y los Caribes. Con el asesinato del papaJuan-Pablo Iy la llegada del papa Juan-Pablo II, la Iglesia institución se convierte oficialmente en un aliado de Washington. Ya existía una buena relación entre Karol Józef Wojtyła y Donald Reagan, presidente de Estados-Unidos. Por el intermediario del Vaticano, Washington mandaba dinero al cardenal Wojtyła, que se encargaba de hacerlo llegar aLech Walesa para sostener el sindicato Solidaridad, en conflicto directo con el gobierno de Polonia.
No hay nada de sorprendentede que su llegada a Roma, como « Papa », haya sido recibida con gran alegría en Washington. El nuevo papa era un amigo y un colaborador de confianza. Lech Walesa logro tomar el poder y transformar Polonia en un aliado fiable. Fue una victoria contra el comunismo.
En aquel tiempo, América latina tenia sus luchas para que los pueblos volvieran asumiendo por su cuenta los destinos de sus países. Tuvimos la democracia cristiana, la izquierda cristiana, la teología de liberación, todos y todas dirigidos a devolver la democracia a los pueblos. Tuvo también grupos revolucionarios organizados en lucha contra el imperialismos y el capitalismo salvaje que se imponían en todo el continente. Uno solo escapaba a ese capitalismo salvaje, era Cuba, con Fidel Castro. Por supuesto que todos esos movimientos fueron identificados de comunista, marxista, terrorista etc., tanto por Washington y los elites a las cuales se juntan la gran mayoría de los episcopados. Por supuesto que hay excepciones como fue el caso del obispo Oscar Romero, que fue asesinato por el gobierno aliado a Washington. Por supuesto que hubo otros obispos valientes como don Elder Camara, entre otros.
El nuevo papa que venia de Polonia donde se había enfrentado al comunismo, haciendo de él la persona designada para enfrentar el comunismo en América Latina y las Caribes. Iba a poner fin a los “fanáticos” de la teología de liberación de la cual muchos cristianos se inspiraban para realizar los cambios de gobiernos de formato capitalista y imperial en gobiernos de formato socialista y antiimperialista. Los que andaban por ese camino eran calificados de comunista.
En junio 1982, Donald Reagan y el papa, Juan-Pablo II, se encontraron en la biblioteca del Vaticano para firmar un pacto de cooperaciónen sus luchas contra el comunismo, tanto en Polonia como en América latina. Con ese pacto, Donald Reagan podía contar sobre su gran amigo para eliminar todo lo que se aparentaba al comunismo, es decir, los movimientos sociales, los “fanáticos” de la teología de liberación y todos los gobiernos de tendencia socialista.
No hay para sorprenderse de que los obispos y cardenales, nombrados por J”P” II en el continente, hayan sido seleccionados en función de sus disposiciones para juntarse a esa lucha contra el comunismo y todos y todas que se opongan a la estabilidad de los Estados de formato neo-liberal. Podemos recordarnos unas de sus visitas, la en Chile donde compartió con el dictador Augusto Pinochet de buenos momentos. Lo que no fue el caso de su visita a Nicaragua donde cuatro sacerdotes participaban como ministros al gobierno revolucionario sandinista. El mundo vio la reprima que hizo el papa a uno de esos sacerdotes que lo esperaba a su llegada al aeropuerto de Managua. Se trataba del padre Ernesto Cardenal, ministro de la cultura.
Con sus 25 anos a la cabeza del Vaticano y de la Iglesia católica, había tenido todo el tiempo para callar a los promotores de la teología de liberación y para colocar obispos y cardenales que supieran actuar en conformidad con el pensamiento neoliberal maneado por Washington.
Su sucesor, en la persona de Joseph Ratzinger, convertido en Benedicto XVI, iba a mantener el mismo rumbo de compromiso. ¿Quién no se recuerda la gran fiesta en el patio de la Casa blanca para celebrar sus 81 años. Todas las elites de Washington se hicieron presentes para celebrar elcumpleaños de Benedicto XVI. "Una de las mayores ceremonias de bienvenida jamás realizadas en la Casa Blanca," Washington podía dormir en paz, el papa iba a sostenerlos en sus intervenciones en América latina. De hecho, cuando Chávez apareció con su revolución bolivariana, los obispos venezolanos así que el Vaticano se hicieron activos en la preparación y la realización del primer golpe de estado en abril 2002.
Con la llegada del papa Francisco la cosa podía cambiar. En sus seis primeros meses, se dedico a escribir una Exhortación apostólicacuyo contenido iba mas por el lado de los países emergentes que por el lado de conformidad con el pensamiento de Washington. Lamentablemente sucedieron acontecimientos y influencias del interior que lo transformaron en un aliado de Washington. El 14 de marzo 2014 le ha tocado firmar un pacto con el presidente Obama con propósito de cooperación común en América latina. (muchos de los lazos que había inscrito en mis textos anteriores sobre esos dos pactos han sido eliminado de Google.” Como dice Julián Assange, Google es el gran hermano de Washington.)
En el caso de Venezuela, el Vaticano y el episcopado se juntaron a Washington para no reconocer la victoria electoral de Nicolás Maduro, la cual ha sido reconocida por la Naciones Unidas y por los 2/3 de los países del mundo. Al igual hicieron frente común para reconocer el pretendido presidente autoproclamado, reconocido por Donald Trump, como el único presidente de Venezuela. Un comportamiento de la Iglesia institucional que se explica difícilmente.
En el caso de Bolivia, algo parecido sucedió. El episcopado se hizo critica y adversario d’Evo Morales. Antes y durante las elecciones hablaban de fraudes electorales sin nunca dar datos como para probarlo. Con el golpe de Estado se hicieron cooperante con los golpistas. Cuando los organismos internacionales confirmaron que la elección había sido sin fraudes y que Evo Morales había salido con la mayoría para asumir la presidencia del país. Tuvimos silencio completo de los obispos y del Vaticano. No oímos el Papa Francisco hablar mas de Bolivia. Es un tema que prefiere no abordar.
El papa se encuentra en una situación en la que no se expresa sobre temas importantes como por ejemplo: el intervencionismo de Estados Unidos en los asuntos internos de ciertos países, particularmente Venezuela. Ese intervencionismo va directamente en contra de la Carta magna de las Naciones Unidas. Son intervenciones criminales. Va igual por las sanciones que no logra usar palabras sin ambigüedad para denunciarlas y pedir que se ponga fin a ellas como supo decirlo por las guerras. Se trata de acciones ilegales y criminales. Con las mafias de Italia vimos un papa Francisco que no se deja impresionar por los criminales. Les dijo que si no cambian sus comportamientos serán excomulgados Ese lenguaje no logra tenerlo con los dirigentes de la Casa Blanca. No solo no les critica en lenguaje directo, sino que cooperan a sus proyectos de intervención en Venezuela. Es triste…
Conclusión: Para volver a "Una Iglesia en salida profética" se impone una conversión profunda de la Iglesia institucional, actualmente al servicio del Reino de los potentes, para se ponga de una vez por siempre la Iglesia del Resucitado, siempre presente en medio de nosotros para que se haga realidad el reino de su Padre que no tiene que ver con el reino del Padre de la mentira.
Oscar Fortín
16 de abril 2020
en francés
https://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-262407-2014-12-21.html
https://www.religiondigital.org/buscador/?text=los+dos+pactos+del+Vaticano+con+Washington
https://www.religiondigital.org/humanismo_de_jesus/Papa-Francisco-anos-pontificado_7_2207249258.html
