Para los que no lo supieran, este cardenal es el Secretario general del Vaticano, tipo Primer ministro., el papa Francisco, siendo como el Presidente del Estado del Vaticano. Antes de su nombramiento a ese puesto, era Nuncio apostólico del Vaticano en Venezuela. Mas que todos, sabe muy bien del rol jugado por la Iglesia institucional como apoyo a las fuerzas nacionales e internacionales que quieren un cambio de régimen. 

La Revolución bolivariana no cuadra con los intereses de las oligarquías nacionales, tampoco con los del Imperio estadunidense.  Las jerarquías eclesiales y el Vaticano, aliados naturales de ellos, se juntan a sus luchas para poner fuera del juego político esa revolución bolivariana. Ha sido el caso, en abril 2002, cuando se produjo el primer golpe de Estado. Tuvieron a pena un día para celebrar su victoria antes que el pueblo y el ejercito lleguen para devolverlos a sus casas. 

Aquel primer golpe de estado fallido no puso un termino a las pretensiones de los golpistas: oposición-episcopado-Vaticano y Imperio. A lo largo de los 17 anos que siguieron no pararon de intervenir de distintas maneras para generar conflictos internos y problemas de toda naturaleza como por ejemplo: provocar la falta de alimentos, de medicamentos etc. Los obispos, no se quedaron los brazos cruzados sin hacer nada. Podemos decir que sus intervenciones iban mas a la confrontación que a la paz. Les toco llamar unas veces a la desobediencia civil dentro de un plan  para generar mas violencia y, así,  desestabilizar al gobierno. 

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 La ultima intervención mayor del episcopado y del Vaticano ha sido el reconocimiento, como presidente interino de Venezuela, al diputado Guaido, hombre electo de Trump y de todos los otros estados aliados, incluyendo al Vaticano, que se apresaron a reconocerlo. Hay que recordar que la gran mayoría de los estados de la Asamblea general   de las Naciones unidas, no reconoce ese presidente interino, creado por Estados Unidos, sin ninguna base democrática  y constitucional.

Mientras que el presidente Nicolás Maduro sigue, como presidente oficial,  a dirigir al país, a superar todas las trampas de las sanciones y de la guerra económica, a llamar al dialogo con la oposición, el Vaticano, en la persona de su Secretario general, recibe a  una delegación, mandata por Juan Guaido, para volver hablar de la ayuda humanitaria como lo hicieron, hace unos meses, con los camiones, mandados por E.U., con supuestamente ayuda humanitaria.

Los acontecimientos nos revelaron que esa ayuda humanitaria era nada menos que une cobertura para entrar armas y productos para generar guaridas y guerra civil. La Cruz Roja se había negado en participar a una operación de esa naturaleza. Los obispos que llamaban con fuerza para que el gobierno deje pasar esa falsa ayuda humanitaria, sabían muy bien lo que había en esos camiones. 

 Yo espero que el cardenal Parolin no se deje llevar una secunda vez en una nueva trampa engañadora. Los problemas humanitarias que se vive en Venezuela son productos en gran parte de las sanciones y del robo del dinero del pueblo venezolano que supera mas de los 30 mil millones de dólares. Es urgente que el Vaticano y todas las personas de la oposición de buena voluntad se junten al gobernado para que Washington ponga fin a esas intervenciones criminales.  Espero que el cardenal les orientara en esta dirección y les invitara a participar de forma seria al dialogo que se realiza en Noruega para que la paz y la constitución venezolana se imponen a todos y todas. 

Toda otra forma de intervencionismo del Vaticano lo transformaría en cómplice de los crímenes de E.U. contra el pueblo de Venezuela.

Con todo mi respeto

oscar fortin