Mensaje de de Monseñor Azuajea a los participantes al Sínodo.

Al intervenir sobre el territorio de Venezuela dio el ejemplo de cómo hay que llamar las cosas por sus nombres. Del gobierno que encabeza la dirección del Estado venezolano dijo, ente otras cosas, lo siguiente:

“Pero bueno, cuando se tiene un gobierno que hace lo que quiere, que no oye tampoco en este ámbito a la sociedad civil, ni a los organismos internacionales, se sigue depredando, se sigue maltratando la naturaleza. Yo creo que esto también sería una parte fundamental en el Sínodo, que es la denuncia concreta de lo que sucede en nuestro territorio, y sobre todo una denuncia que vaya enfocada a la búsqueda de soluciones, pero no solamente nacionales, sino también internacionales.”

Se trata de palabras del Presidente de la CEV que reflejan perfectamente bien, el mensaje de los opositores radicales, tantos nacionales que internacionales. Uno puede ¿preguntarse si son palabras del Espíritu Santo o palabras de un político que no quiere saber nada de la Revolución bolivariana? No veo al Espíritu Santo tomando posición por una oposición violenta y radical, sostenida por Washington, el Imperio dominante, y sus aliados, sin tomar en cuenta los intereses del pueblo entero. No me pasa a la mente que el Espíritu Santo, al servicio del cual se ponen esos pastores obispos y cardenales, pueda silenciar o disimular aspectos de la realidad que son esenciales para entender bien lo que sucede en su territorio.

¿Cuales son los elementos de los cuales no habla Azuaje?

Del gobierno legitimo, elegido por una mayoría de los votantes, reconocido por las Naciones Unidas y mas de 140 países del mundo, no dice nada. De la campana desarrollada por Washington y el episcopado venezolano para que la gente no vaya a votar tampoco se dice algo. ¿Porqué  y que valor pastoral el episcopado se dedico a presionar a los Venezolanos y Venezolanas para que no vaya a votar? tenia esa intervención para que la gente no vayan a votar?  Me imagino que el Espíritu Santo considera esa intervención como algo de mas político que pastora.

Tampoco, el monseñor obispo, dice algo relacionado a las distintas  llamadas del gobierno al dialogo con la oposición, vía privilegiada  para resolver en forma pacifica los diferentes, entre las partes, en el respeto de la Constitución nacional.  Ni una palabra sobre la ultima mesa de negociación, gobierno y la oposición modera, recién activada con compromisos concretos. Me imagino que el Espíritu Santo habría hablado de eso, si se le hubiera dejado la palabra.

Uno de los silencios que yo considero criminal, esperando que el Espíritu Santo me acompaña en eso, es el silencio sobre el intervencionismo ilegal de Estados Unidos, las sanciones et la guerra económica que tiene por objetivo poner el pueblo en la miseria y el sufrimiento para que lo eche toda la culpa de eso a la Revoluciona bolivariana. El episcopado sabe que de eso se trata, pero prefiere hacerse cómplice de los proyectos de Washington con los cuales parece tener una alianza fuerte. Alianza que existe desde la llegada de Chávez y de la Revolución bolivariana. Una prueba mas de eso es la campana nacional e internacional para que el gobierno de Nicolás Maduro deje pasar, sin control, camiones supuestamente de ayuda humanitaria. Los acontecimientos que resultaron de ese proyecto fue que se trataba de una cobertura para entrar armamentos y artefactos de naturaleza de generar una guerra civil. El episcopado sabia todo de eso, de ante mano, lo que no les impidieron engañar al mundo sobre la naturaleza del contenido de esos camiones. No invento nada, son hechos conocidos del mundo entero.

Otro silencio que no puede justificar se relaciona con las realizaciones y conquistas de la Revolución bolivariana. De las seis millones de viviendas entregadas a familias mas humildes, no dice nada. Ni una palabra sobre la gratuidad del sistema educativo, a todos los niveles y sin discriminación, para todos y todas. Va igual por la salud, accesible gratuitamente à todos y todas.. 

Termino con un ultimo silencio que habla tanto como los otros silencios y que revela el carácter político de todos sus silencios. Se trata evidentemente del comportamiento del presidente autoproclamado, Juan Guaidó, que ha sido reconocido en fraudes importantes con el dinero destinado a refugiados militares venezolanos en Columbia.  y, recién, visto en compañía del grupo mas criminal de Columbia  y involucrado en el comercio de la drogas. Como pastor y defensor de los valores evangélicas, Azuaje elige pasar por encima de esos comportamientos de su presidente auto-proclamado. Si fuese representantes del gobierno, hubiera encontrado la manera de denunciarlos. 

Azuaje inicia su intervención defendiéndose de ser político sino mas bien profeta..

“Ante la crisis en Venezuela, "estamos obrando como Iglesia, algunos nos han tildado de políticos o temas ideológicos,  etcétera. Nosotros estamos hablando del ámbito profético".

A cada uno sacar sus propias conclusiones 

De mi parte, me pongo del lado a la vez de los 13 millions de Venezolanos y Venezolanas que firmaron para oponerse a toda forma de intervencionismo de Estados-Unidos y por otra parte del lado del Espíritu Santo que no puede compartir con la mentira, como fue, entre otros eventos, el caso de los camiones humanitarios cuyos objetivos fueron totalmente de otra naturaleza de lo que se hablaba. Los obispos lo sabían.

Oscar Fortín

Quebec, el 20 de septiembre 2019