¿Qué pensar del proyecto de ayuda humanitaria del Vaticano a Venezuela?

El secretario de Estado del VaticanoCardenal Pietro Parolin, manifestó su deseo de ayudar a Venezuela proponiendo una mesa redonda internacional donde estén representados la organización católica Caritas, la Unicef, la Cruz Roja Internacional, un representante sensato de la oposición venezolana y un representante del Gobierno Bolivariano de Venezuela.”

http://www.radiomundial.com.ve/article/vaticano-propone-mesa-internacional-para-garantizar-asistencia-técnica-humanitaria-venezuela

A primera vista todo sale muy bonito, pero con la experiencia de la ayuda humanitaria, de febrero ultimo, con los engaños de los camiones destinados a entregar medicamentos y equipos medicales por los mas necesitados, es normal que uno se haga unas preguntas. El New York Times ha confirmado la responsabilidad de la oposición. Al respecto, el padre Numa Molina tuvo esa reflexión: 

“"A mí no me gusta definición 'ayuda humanitaria' sobre todo porque es parte de la argucia miserable de los Estados Unidos: primero bloquear a los pueblos y hacerles pasar hambre y luego decir que les ofrece ayuda humanitaria, después que ellos mismos generaron el caos. Sin embargo, el cardenal Parolin propone eso, que sea una prolongación de Oslo, exclusivamente para la ayuda en cuanto a tratamientos médicos, alimentos, también de diálogo pero dirigido a las necesidades del país. Claro que contribuiría al conflicto político",agregaMolina

Ese proyecto planeado por el Vaticano debe acompañarse de una campana articulada para que E.U. cese de completo sus acciones ilegales y criminales de sanciones contra el pueblo venezolano. Supongo que sus relaciones privilegiadas que tiene con É.U. representan una fuerza importante para que sea tomado en cuenta por Donald Trump, presidente de É.U.. 

De otra forma seria, como dice el padre Numa Molina, sostener una política que enferme al pueblo y del otro desarrollar acciones que se presentan como los les van a salvar. Al ser así fuera un juego criminal a utilizar un procedimiento de esa naturaleza.

El Vaticano y el episcopado Venezolano no tienen otra opción que la de denunciar las sanciones que priven el pueblo de Venezuela de sus bienes esenciales y exigir por buena voluntad o por leyes internacionales que se ponga fin a esas sanciones. Al no hacerlo , le Vaticano se hace cómplice de esas mismas sanciones.

 oscar fortin

19 de junio 2019

Volver arriba