Encuesta a pastores protestantes

Un sacerdote, Manuel Bonet, me ha enviado una interesante encuesta que ha hecho el profesor de teología pastoral Jérôme Cottin de la universidad de Estrasburgo y ofrezco un pequeño resumen de sus conclusiones. Hizo el estudio al contemplar que a la falta de vocaciones de pastores protestantes de Suiza, Bélgica y Francia, se sumaba el hecho de que tras pocos años de trabajo pastoral, no pueden más y caen en depresión ¿Qué razones se podían encontrar?

            Hay una realidad evidente y es que las iglesias están en decadencia, un hecho que obliga a los pastores a multiplicarse exponencialmente. Los fieles piden a sus pastores que se interesen por sus vidas, pero nunca indagan sobre su familia y el tiempo que le dedican a su mujer y a sus hijos. Sus matrimonios no funcionan bien lo que demuestra el número de divorcios en Alsacia, que es donde vive el profesor Cottin, supera con creces la media nacional y pone en cuestión la familia modélica del pastor que su figura representa. Se espera tanto de su persona que no tiene tiempo para ocuparse de los suyos

            Existe el problema añadido de los medios económicos, en las iglesias, que no financia el Estado, pues al reducirse el número de los fieles también disminuyen las colectas. Crecen las comunidades que los pastores tienen que atender, una labor que antes hacían cuatro o cinco personas ahora recae sobre una y están convencidos de que su papel no es el de una ONG, sino que tienen que aportar una dosis de espiritualidad y eso lleva tiempo y dedicación. Los hombres de nuestra época buscan una espiritualidad centrada en sí mismos y la Iglesia insiste en la importancia del grupo, de la comunidad y la necesidad de posponer las necesidades personales en aras de atender a los más pequeños. También conseguir este cambio de actitud lleva tiempo y no es fácil

        Lo más curioso de esta encuesta para mí, es que distingue entre las mujeres y los hombres pues dado que el ministerio femenino es relativamente nuevo, ellas se sienten más libres y no pretenden reflejar el modelo que ha imperado en la Iglesia durante siglos ¿Conseguirán cambiar la imagen del pastor?

            El profesor Cottin ofrece una serie de pistas de cara al futuro: cambiar la imagen idealizada del monistro para verla como una persona normal; fomentar los equipos para que no se encuentren solos en el desarrollo de sus tareas; designar a personas para que supervisen su pastoral (en algunos sitios ya existen) y les ayuden psicológicamente

            Muchos de estos problemas se pueden aplicar a nuestra Iglesia ya que veo cómo disminuyen las vocaciones y aumentan las necesidades que deben cubrir los sacerdotes. Se dirá que nuestros presbíteros no tienen familia que atender con lo que pueden atender mejor la necesidad de los fieles pero hay un aspecto negativo en sus vidas y es que la soledad tiene las puertas abiertas para entrar de lleno en sus vidas

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