La Gripalización

Leo dos informes en la prensa que en principio parecen contradictorios. El gobierno español declara, ante la poca gravedad de la variante silenciosa del covid, que no se reporten los casos de contagio y sólo se tengan en cuenta a las personas vulnerables y los porcentajes de los que ingresan en los sanatorios, algo parecido a lo que se hace con las gripes invernales. Una buena noticia que vislumbra el fin de esta pandemia que ha causado mucho dolor

            El otro informe al que quiero hacer referencia habla de Shanghai, una ciudad de 29 millones de habitantes, cuyos gobernantes han declarado un confinamiento de su población de nueve días. La ciudad es uno de los motores chinos de la riqueza por cuyo puerto salen millones de mercancías y esa decisión paraliza buena parte del comercio. Para darnos cuenta de la dimensión de esta medida es como si a la mitad de España le sucediera algo parecido. Meses atrás era Europa la que se llevaba la peor parte mientras que China parecía que se salvaba por su política muy estricta con los infectados, pero el virus ha demostrado que se cuela por todas partes

            ¿Se ha terminado el Covid? La pregunta me ha llevado a investigar los niveles de vacunación de todo el mundo que llega al 57% de la población total, pero en África esa cifra no supera el 13% y sus naciones se quejaron de que sus habitantes, debido a su pobreza, estaban a la cola de los medicamentos salvadores. Para facilitar el acceso a las vacunas Covax, Global Access Facility, una institución a la que han contribuido los países con más renta per capita se encuentra al día de hoy con que han distribuido 400 millones de dosis a los países africanos que no se están inyectando y...,  ya no es por falta de suministros

            En estos momentos la queja es que les llegan demasiadas vacunas y no tienen empleados ni instalaciones para recibirlas. No piden que no se les manden más, sino que se lleguen a acuerdos en tiempos para poderlas utilizar. Sus sistemas sanitarios son deficientes y su población numerosa. La Organización Mundial de la Salud considera que 29 países han utilizado menos de la mitad de las vacunas que han recibido y en la República Democrática del Congo ese porcentaje no llega al 13%.

Para ser sinceros los problemas no están en las ciudades sino en el campo donde no hay congeladores ni frigoríficos y sus habitantes no conocen los efectos benéficos que estos pinchazos suponen. Lo primero que han hecho algunos países son campañas publicitarias que han conseguido aumentar el número de los vacunados. Los mayores ejemplos de esta iniciativa son Uganda que ha pasado de un 14% en noviembre del año pasado a un 47% y la Costa de Marfil que ha pasado en seis semanas de un 22% a un 36%

Yo tengo familiares que no se querían vacunar y no se han vacunado por los efectos adversos que esas vacunas traían consigo: esterilidad, riesgo de muerte, enfermedades de otro tipo… Y recuerdo a mis abuelos contar de un canal que se hizo en un pueblo castellano, falto siempre de agua, y sus gentes no querían utilizar sus beneficios porque "nunca se había hecho" y pensando en supersticiones dignas de la Edad Media. Costó mucho tiempo en convencerles y solo se plegaron cuando vieron que un vecino se enriquecía con aquellas aguas. No podemos pedirles a los campesinos africanos un cambio de mentalidad de la noche a la mañana

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