Mejor será que hilen

El largo fin de semana pasado, y antes de votar en las elecciones de la Comunidad de Madrid, tuve tiempo de leer un libro, Mejor será que hilen, que me apetecía desde hace mucho ya que había leído y disfrutado el anterior, titulado El telar de la palabra. Es la obra de una carmelita descalza de la comunidad de Toro, Pilar Huerta, reconocida biblista, profesora de Sagrada Escritura en la Federación de su orden en Castilla, y gran escritora. Ya el título me resultaba sugerente, unas palabras que las personas de Iglesia les dedicaban a las mujeres en tiempos de Santa Teresa y que en muchos países de nuestro momento se repiten, aunque el verbo hilar se convierta en cocinar o labores semejantes

Pero eran muchas las dudas que me surgían antes de empezar a leer. No podía imaginar que se pudieran hacer nuevas lecturas del Camino de perfección de Teresa de Jesús, que es el propósito de este libro. También me preguntaba si una obra de la Santa, dedicada a su pequeña comunidad, podía tener que decir algo a la espiritualidad de los laicos del siglo XXI, como es mi caso

Estas inquietudes se terminaron nada más alcanzar un tercio de las páginas ya que el cristianismo que defiende Teresa es bíblico y no pasa de tiempo. El acierto de la obra de Pilar, comentando el Camino de perfección, es que sirve por igual a cultos y a profanos en cuanto posibilita diversos niveles de profundidad. Maneja las dos versiones que nos han llegado de la obra teresiana: la que custodian las carmelitas descalzas de Valladolid y el autógrafo que se conserva en El Escorial

Si necesitamos una palabra para resumir el libro tendríamos que echar mano del vocablo oración, ya sea vocal o mental; de las tres virtudes evangélicas que se precisan para rezar amor, desasimiento y humildad; de la quietud y el recogimiento necesarios; del provecho que se obtiene como el consuelo y la última parte, a la que dedica más tiempo, es el comentario del Padrenuestro, la oración por antonomasia del cristiano

El cuadro de las Hilanderas de Velázquez nos presenta a un grupo femenino hilando que me recuerda a la metáfora textil del título y a Pilar que compone con las hebras del Camino de perfección de Santa Teresa, combinadas con los textos de la Sagrada Escritura, una trama sugerente y suelta que ofrece a sus lectores como una manera de conseguir su crecimiento espiritual

En el prólogo, escrito por Espido Freire, se habla del libro como una guía para principiantes y un bastón donde apoyarse a los que se asoman como novatos a los escritos teresianos. Tanto la autora del libro como la del prólogo son mujeres que llevan la facultad de hilar mucho más allá de lo que el término significa

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