"Que no se piense que la meta de las mujeres en la Iglesia ya se ha alcanzado" Nuevos ministerios femeninos: ya no valen parches

Mujeres lectoras en la Iglesia
Mujeres lectoras en la Iglesia

"Una vez más, este documento sirve para reconocer lo que han hecho las mujeres para salir al paso de las carencias sacerdotales pues se lo han ganado. Otra revolución que, como muchas, ha llegado desde abajo"

"Las mujeres en la sociedad civil, al menos en el papel, tienen los mismos derechos que los hombres y en la Iglesia, apoyándose en una tradición milenaria machista, se nos niegan"

Leo en RD que el Papa ha introducido un “motu proprio” por el que las mujeres pueden ejercer el lectorado y ser acólitos y tengo que reconocer que la noticia me produce sentimientos encontrados. Ya no se dan estos pasos, antes importantes, en el acceso a las órdenes sagradas y en la práctica muchas mujeres leen las escrituras en la misa y ejercen de acólitos de los sacerdotes. Tengo la impresión de que, una vez más, este documento sirve para reconocer lo que han hecho las mujeres para salir al paso de las carencias sacerdotales pues se lo han ganado. Otra revolución que, como muchas, ha llegado desde abajo.

¿Qué significa el cambio a partir de ahora? Dice el documento “que implican estabilidad, reconocimiento público y un mandato del obispo… no les dan derechos al sustento, ni a la remuneración de la Iglesia”. Me parecen bien el reconocimiento y el mandato episcopal pero no entiendo que, si los servicios son estables, no impliquen remuneración económica, por ejemplo, en la Amazonia o en otras tierras de misión pues de lo contrario ¿de qué van a vivir? Pues si el trabajo es estable tendrá que ser recompensado materialmente. También me preocupa que les corten las alas a todas las mujeres que, sin este reconocimiento oficial, han estado ejerciendo estas funciones a lo largo de muchos años

Otro aspecto que cuestiono es que se clericalicen estos ministerios y se piense que la meta de las mujeres en la Iglesia ya se ha alcanzado. En otro momento histórico el documento se hubiera considerado un gran paso, pero hoy no lo es. Las mujeres en la sociedad civil, al menos en el papel, tienen los mismos derechos que los hombres y en la Iglesia, apoyándose en una tradición milenaria machista, se nos niegan. Ya no valen parches, aunque el documento sea bienvenido si avanza hacia la meta de la igualdad de todos los derechos entre los bautizados.

Mujeres acólitas y lectoras

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