Poncio Pilato y el Covid19

Durante el confinamiento hemos tenido muchos días para engordar y pensar. Reconozco que mientras me lavaba las manos recordaba el lavado del pretorio romano pues posiblemente haya sido el más famoso de la historia ¿Quién era este hombre? Un funcionario del Imperio Romano perteneciente al orden ecuestre, un nivel de nobleza más bajo que el senatorial, con conexiones con el emperador Tiberio que le valieron para ser nombrado prefecto de Judea, una pequeña provincia complicada por el activismo religioso de los judíos. Sus funciones eran judiciales, militares y el mantenimiento del orden público

            Tuvo nada más llegar el desacierto - ¿o fue para tantear sus fuerzas? - de entrar en Jerusalén con soldados de noche, enarbolando insignias con retratos del emperador cuando la exhibición de imágenes estaba expresamente prohibida por los judíos. La revuelta terminó sin víctimas porque viendo lo que se le venía encima, cedió. No pasó lo mismo con otro levantamiento que se saldó con muchos muertos

            Vivía en Cesárea, una ciudad en la costa muy paganizada, pero se trasladaba a Jerusalén con motivo de la Pascua. En el año 30 o 33 de nuestra era le comunicó Caifás, que era el sumo sacerdote, su deseo de prender a Jesús que era un revolucionario a lo que el prefecto accedió. Como la intención del sanedrín era que el preso fuera condenado a muerte, una decisión que correspondía a los romanos, lo llevaron para que fuera interrogado por el prefecto. No le convencieron las acusaciones a Pilato y les pidió que lo juzgaran según su ley, una manera que tenían los romanos de conceder cierta autonomía a sus súbditos. Pero Caifás lo tenía muy claro: querían su muerte

            De forma que se enfrentaron Jesús y Pilato en un juicio, más parecido a una conversación a primera vista desigual, pero que en última instancia contaba con el representante del emperador y el del Padre de Jesucristo. La primera pregunta tenía que ver con la pretensión del acusado de ser rey de los judíos y la respuesta le dejó sin contestación ¿Eres tú el que pregunta o son los que me acusan? Entonces el prefecto pasa a la siguiente cuestión ¿Qué es lo que has hecho? Quiere conocer de la boca de Jesús los motivos por los que le han llevado ante su presencia y como tampoco recibe contestación vuelve al principio ¿Eres tú el rey de los judíos? Ahora es cuando Jesús responde: Mi reino no es de este mundo es el reino de la verdad, otra forma que tiene de expresar, dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios

            El interrogatorio se ha convertido en un diálogo en el que el prefecto se ha dado cuenta de que Jesús no es un revolucionario y no tiene ningunas pretensiones políticas. Pilato se siente atraído por el personaje que sabe mantener la calma cuando conoce que su vida está en juego e intenta conocerle mejor. Quería salvarle de la muerte infringiéndole el castigo de la flagelación, pero no calculó el odio que le tenían los miembros del sanedrín y al final cedió

            Los expertos nos ofrecen muchas razones para comprender la sentencia del pretorio: miedo a una sublevación, temor a ser depuesto, cobardía a defender sus ideas… La más curiosa es que comprendió que el reo quería llegar al final del camino, que suponía la entrega de su vida por sus amigos. Y como Jesús no opuso resistencia, le facilitó su deseo

            A la historia del juicio, con los años, se le fueron añadiendo otros elementos. Los prefectos romanos no iban con sus esposas a otros países con lo que podemos suprimir a la mujer de Pilato. Pero uno de estos añadidos fue el lavado de manos, una costumbre judía impensable en un gobernador romano, que ha pasado a la historia convirtiéndose en ejemplo de cobardía ¿Lo fue?

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