The Next Pope

Este verano he tenido ocasión de leer el libro de George Weigel titulado The NextPope. Con independencia de la oportunidad de este libro cuando hay un papa vigente que no está enfermo, mi interés provenía de la recomendación y envío del cardenal Dolan a todos sus compañeros en el cardenalato.

La obra se divide en varios capítulos: la elección de obispos que como novedad incluye la escucha de los laicos - no la consulta - , la formación de los sacerdotes en un momento bajo de su reputación, el papel de los laicos que nunca puede conllevar gobierno eclesial pues éste queda reservado para el orden sacerdotal y el ecumenismo, que aconseja no se produzca entre las grandes denominaciones protestantes ya que no consigue más que pequeños pasos, en cambio preconiza profundizar en los encuentros con los evangélicos, pentecostales y fundamentalistas protestantes. Lo mismo considera de los ortodoxos rusos que están muy influenciados por el gobierno de Moscú y no compensa el esfuerzo

            La parte más interesante es la inicial que divide el mundo según la vivencia católica en dos partes. La primera es donde el catolicismo está más vivo y que corresponde con las naciones africanas y asiáticas, en cambio la segunda, que se encuentra en los países occidentales y en alguna región de USA, se vive una religión ligthque considera en poco tiempo morirá. Esta zona está a su entender muy influenciada por el protestantismo y necesitada de una nueva evangelización. De hecho, contempla la Iglesia como una lucha fratricida entre dos tendencias que se corresponden con dos lecturas diferentes del concilio Vaticano II: continuista y rupturista

¿Qué debe hacer el nuevo Papa que por su juventud no ha podido vivir el Concilio? El autor lo tiene muy claro: centrar la Iglesia en Cristo y proclamar el Evangelio de forma a considerar la revelación, la tradición y la doctrina para todos los tiempos, que no se pueda ajustar a una determinada situación histórica. Alerta a las iglesias locales que no pueden seguir un camino alternativo y aunque no nombra específicamente a Alemania, se lee la alusión entre líneas

            Para que una religión pueda sobrevivir, nos dice, tiene que tener claridad teológica, fuertes demandas morales, convicciones profundas y no contar con fronteras movibles. No debe transigir con las nuevas demandas sociales como los estudios de género o las doctrinas queer. Pero sobre todo el nuevo Pontífice tiene que estar fuertemente centrado en Jesucristo para convertirse en un modelo a seguir que impulse por ese camino a toda la Iglesia

            La lectura de este libro me ha dejado con grandes preguntas, pero sobre todo las cuestiones de ¿Cómo puede la Iglesia convivir dando la espalda al mundo en el que vive? ¿Debe apoyarse exclusivamente en los grupos fundamentalistas? ¿No debe introducir ningún cambio en su tradición y moral? ¿No son los países con más democracia y poder económico los que tienen una religión ligth? ¿No tendremos que prepararnos para que los menos desarrollados no sucumban ante las nuevas tendencias que asustan a Weigel?

Parece ser que el cardenal Dolan considera que ese es el camino que debe empujar el nuevo Papa que salga elegido, pero muchos católicos en estos momentos estamos confusos sobre la ruta a seguir lo que no me parece tan malo, ya que como decía Ducquoc “una fe que no duda, no es una verdadera fe”

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