El drama de una pequeña residencia de ancianos ante el coronavirus Residencias de ancianos: ¿Nuevos campos de exterminio?

El Ejército, en las residencias de ancianos
El Ejército, en las residencias de ancianos

No tenemos oxígeno, ni mascarillas, ni batas protectoras, por eso van cayendo como chinches los trabajadores

Escribo desde la situación de una pequeña residencia de ancianos de 45 personas, donde tenemos la mitad del personal de baja por haber contraído el coronavirus. El médico, además, se ha tenido que ir a Ifema.

Están nuestros residentes encerrados en sus cuartos y no pueden bajar al comedor, con lo que hay que subir las bandejas a sus habitaciones. No tenemos oxígeno, ni mascarillas, ni batas protectoras, por eso van cayendo como chinches los trabajadores. Los residentes reclaman nuestra atención y no se la podemos dar, tienen que beber para no deshidratarse pero ¿quién les ofrece el agua? La comida no la tocan y los hay con fiebre, pero no sabemos si han cogido el virus porque no les han hecho el test correspondiente.

Los organismos públicos nos mandan toda clase de informes a sabiendas que no los podemos cumplir ni leer pues el tiempo empleado se lo restaríamos a otros menesteres más importantes. Y los familiares tampoco quieren o pueden atender a sus mayores.

El Ejército, en las residencias de ancianos

Nos han dado un número de teléfono al que podemos llamar, pero nos dan largas y nos piden que hagamos una lista con nuestras necesidades para una semana pero que sea corta porque no tienen el material que solicitamos. Hasta el día de hoy no nos ha llegado nada sólo meras palabras y con los vocablos y buenas intenciones, por bonitos que sean, no podemos vivir

El congreso está discutiendo o va a discutir, una ley de eutanasia pero cuando se publique no hará falta pues ya se han puesto los primeros escalones para diezmar a la población mayor.

Todavía no se nos ha muerto ninguno, pero si sucede, ¿los tendremos que dejar en sus habitaciones pues tampoco vienen a buscar sus cuerpos?

¿Es ésta la Arcadia feliz? ¿Hemos perdido los valores? ¿Los gobiernos buscan votos entre los colectivos jóvenes? ¿En qué monstruo estamos convirtiendo nuestra sociedad? Solo pedimos que los lleven a Ifema para que no se mueran deshidratados.

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