El día de muertos
El día de muertos
Se conoce con este nombre la celebración, este fin de semana en México y en algunas zonas de otros países sudamericanos en honor de los muertos. Coinciden las fechas con la de todos los santos del día 1 de noviembre y difuntos el 2 del mismo mes en nuestro país. Es un sincretismo entre las culturas indígenas y el cristianismo
No hace mucho había largas colas en los cementerios españoles para recordar a los seres queridos que ya no estaban con nosotros. Esta costumbre venía de tiempo inmemorial ya que los romanos llevaban comida a los cementerios y las tumbas disponían de oquedades por las que se podía meter el alimento que querían compartir con los desaparecidos. Lo más curioso es que también echaban agua fría porque tenían la convicción de que en las tumbas hacía mucho calor. Esa costumbre pasó a nuestro lenguaje con la palabra refrigerio
Pero volvamos a la fiesta mexicana en la que se reúne toda la familia, algo semejante a la fiesta de Acción de Gracias de los estadounidenses. Festejan lo que en nuestros países europeos queremos olvidar, la muerte de los seres queridos de la familia. Se compran flores y manteles para montar un altar, papel de todos los colores y alimentos típicos de este momento como panes en forma de calavera y huesos. Con todo dispuesto se monta un altar en honor de los muertos familiares, donde se colocan sus fotos, las bebidas y los alimentos que más les gustaban, sal y agua, más caléndulas amarillas que para algunos representan las almas de los difuntos. La comida se acompaña con rezos por los seres queridos que ya no están con nosotros
Hay otra suerte de creencias que acompañaban este día. Algunas familias colocaban a una persona las 24 horas frente al altar con la idea de ahorrarle al muerto, si aparecía en algún momento, la tristeza al no encontrar a nadie en casa. Para otras, el primer año el muerto no hace la visita familiar porque dedica esos 12 meses a Dios. En algunas zonas, se piensa que los muertos vienen en grupo, los que murieron de niños y no fueron bautizados son los primeros, hay una hora para los adultos que murieron de repente por accidente o un acto de violencia. También existen los que creen que hay espacio para las almas de los perros y gatos domésticos. La película Coco refleja maravillosamente bien estas costumbres
Al final de todo, si repasamos estas creencias a la luz de nuestro cristianismo aparece la certeza profunda de que la muerte no separa a los vivos de aquellos a los que quisieron y se han ido. Su fe mantiene la idea de que los volverán a ver, pero hasta que llegue ese momento no se les quiere olvidar. De aquí que la celebración de este día no es de pena sino de memoria, gratitud y una esperanza enraizada en Dios