Las mujeres del Golfo arábigo

Según una entrevista realizada por el periódico francés Le Figaro, a Arnaud Lacheret, las mujeres de la zona del Golfo arábigo lentamente se modernizan y  entre otras costumbres, se  van quitando el velo. El entrevistado da clases de comercio en una de sus escuelas, el único occidental entre todos los profesores, lo que le ha permitido relacionarse con oriundos de la zona. El conocimiento del ambiente también le viene, porque a su faceta de enseñanza suma la responsabilidad de aumentar el número de alumnos y, en esa función, entrevista a muchas familias a las que trata de convencer con las ventajas que ofrece la escuela para sus hijos

            A través de los años ha observado que los Emiratos del Golfo, poco a poco, se están modernizando y en ese proceso entra la nueva mirada sobre las mujeres. Entre las medidas, el mes pasado el gobierno anunció la liberación del acceso al alcohol, la posibilidad de vivir en concubinato, el final de muchas leyes conservadoras y la posibilidad de aceptar el gobierno de Israel

            En Arabia Saudita la modernización es más flagrante todavía pues se partía de una postura más cerrada. La señal más evidente es la casi desaparición de la policía religiosa de siniestra memoria entre sus calles pues, aunque no se ha suprimido para no ofender a los ulemas con cuyo apoyo gobiernan los príncipes sauditas, permanecen recluidos en sus cuarteles. Nadie regaña a los comerciantes que no cierran sus puertas a la hora del rezo, ni exigen que se apague la música, ni persiguen a las mujeres que no van veladas o acompañadas por un varón

            El mayor cambio para las mujeres ha sido la posibilidad de conducir, en unos países donde el transporte público es casi inexistente y las altas temperaturas dificultan ir andando por las calles. También pueden trabajar sin la autorización de un familiar y sacar un pasaporte que les permita abandonar el país. Ya no se les exige llevar un velo o una abaya, sino simplemente vestirse con decencia, un consejo que es tanto para varones como para mujeres. Al día de hoy, en Riad se ven mujeres sauditas que no llevan nada en la cabeza, no son la mayoría, pero hace pocos años era una imagen inaudita

El petróleo con su bajada de precio ha dificultado las haciendas familiares y las mujeres se han visto en la necesidad de trabajar. Las que tienen estudios se encuentran entre los mandos intermedios de las empresas teniendo que discutir con varones, codo a codo, con los que hace unos años no se podían relacionar. Son conscientes del cambio y se presentan como modelo para las siguientes generaciones. El principal problema es la oposición de los padres que se va dulcificando dependiendo de los lugares en los que viven y de la opinión pública           

En su libro La mujer y el porvenir del Golfo el autor describe sobre todo los avatares de la clase media, más abierta al cambio que las élites pues entre sus filas no existen los medios de irse a Europa a los Estados Unidos.

La lectura de la entrevista da esperanza cuando vemos en Europa a jóvenes fundamentalistas asesinando a personas que no pertenecen a su credo. Si el cambio es real también afectará a los imanes wahabitas que alientan a sus fieles, en nombre del Corán y de Alá, a cometer estas atrocidades con la promesa del cielo prometido

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