A mi vuelta de vacaciones me he encontrado con un problema generalizado en muchas naciones del planeta. No nacen hijos suficientes para un relevo generacional. Una noticia que me ha mandado un amigo me ha hecho reír y me dispongo a contar la solución que encontró Luis XIV, entre 1663 y 1673, para repoblar la zona del mundo que los franceses llamaban Nueva Francia y que comprendía parte de la actual Canadá y norte de los Estados Unidos. Para colmo sus vecinos ingleses, con los que las colonias francesas competían, tenían muchas familias y granjas prósperas que a ellos les faltaban

            Los nuevos habitantes de estas tierras eran varones en su mayor porcentaje: soldados, comerciantes y sacerdotes que debían establecerse en tierras pero pocas mujeres se arriesgaban a surcar los mares. Tenían que pagar su pasaje y llegar a unos lugares  famosos por sus grandes fríos

            A un gobernante, el intendente de Nueva Francia, Jean Talon, se le ocurrió una luminosa idea. Consistía en que el rey apoyara el pasaje de al menos 500 mujeres. Corrieron la voz y se apuntaron más de 1000, jóvenes entre 12 y 25, que debían aportar de su párroco una carta de recomendación y se comprometían a casarse en la colonia. Eran de nacimiento humilde, la mayoría huérfanas, pobres y prácticamente iletradas Tenían que ser fuertes, física y moralmente, porque las condiciones en las que iban a vivir no eran fáciles. Tan es así que, a la llegada, algunas fueron devueltas a la madre patria porque no estaban en buena salud. Toda ley tiene su excepción y algunas mujeres ricas o nobles fueron a casarse con oficiales

El acuerdo consistía en que el rey de Francia pagaba 100 libras a la compañía French India Company por el pasaje de la mujer a la que le asignaban un buen ajuar valorado en 400 libras. Dado que el tesoro no tenía dinero algunas utilizaron sus ahorros o la ayuda de familiares por el interés que tenían. A su llegada la suerte de encontrar marido variaba. Para algunas fueron unos meses, pero otras tardaron dos o tres años en encontrar el esposo que buscaban. Lo más curioso es que eran ellas las que escogían a sus parejas

En 1671 nacieron 700 niños de estas mujeres. Entre los descendientes más famosos de estos matrimonios están Hillary Clinton, Angelina Jolie y Madonna. Para los que quieran aumentar la noticia hay una película en inglés The King`s Daugthers y una novela en francés Les Filles du Roi.

Al fin y al cabo, lo que hacen hoy muchos gobiernos de dar dinero por nacimiento y facilitar otros temas no es distinto a lo que descubrieron los franceses en el siglo XVII