No era de este mundo

Nunca hizo dinero. Jamás alcanzó poder. Vivió embarcado sobre un mar de pobreza echando una mano a quienes se hundían. Salvó a muchos. Amó a todos los que se ahogaban entre las olas. No tuvo tiempo para sí mismo. O lo tuvo todo, como nadie, al regalárselo a los demás. Algunos lo admiraron. Otros lo llamaron ingenuo, blando, de puro bueno tonto… Su reino tampoco era de este mundo.
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