"Ser atendidos cuando estamos enfermos es un derecho que está garantizado en la Constitución española" Bausset: "Una sanidad solidaria e inclusiva"

"Una sanidad solidaria e inclusiva"
"Una sanidad solidaria e inclusiva"

"Recientemente, el pasado 4 de junio, el papa decía también: 'Los recortes en Sanidad atentan contra los derechos humanos' (Segre, 5 de junio de 2022)

"¿Por qué recuerdo hoy estas palabras del papa? Porque en el País Valenciano todavía estamos muy lejos de hacer realidad una sanidad inclusiva que atienda, como se merecen, a los enfermos. Hay muchos ejemplos"

"El gobierno valenciano, que ha insistido siempre, por activa y por pasiva, que su prioridad es rescatar a las personas, habría de poner remedio inmediatamente a la situación sanitaria que vivimos"

"Ser atendidos cuando estamos enfermos es un derecho que está garantizado en la Constitución española. De hecho, el artículo 43.1 dice: 'Se reconoce el derecho a la protección de la salud'. Y el 43.2 pide que la Administración sea capaz de asumir su misión"

Esto es lo que el papa Francisco pidió a los médicos, en el discurso que el marzo de 2019 dirigió a los miembros de la federación italiana de pediatras. El papa, además de pedirles una “formación de base y una actualización constante”, para de esta manera atender mejor a los enfermos, también les exhortó a trabajar “siempre con seriedad y dedicación”, para promover “una cultura inclusiva de la solidaridad y la salud”.

El papa pidió a los médicos un esfuerzo para “garantizar que la desigualdad” en el terreno de la salud, “no se añada a las muchas desigualdades que afligen ya a los más débiles, sino que el sistema sanitario asegure la asistencia y la prevención a todo el mundo”. Y es que la sanidad habría de ser (y todavía no lo es), un “derecho de la persona”, como dijo el papa.

En su alocución a los médicos, el papa les recordó también que, como profesionales de la sanidad, están “llamados a adoptar como modelo de humanidad y dedicación a los otros, la persona de Jesús, fuente de proximidad y de ternura”.

Y más recientemente, el pasado 4 de junio, el papa decía también: “Los recortes en Sanidad atentan contra los derechos humanos” (Segre, 5 de junio de 2022).

¿Por qué recuerdo hoy estas palabras del papa? Porque en el País Valenciano todavía estamos muy lejos de hacer realidad una sanidad inclusiva que atienda, como se merecen, a los enfermos.

Solo dos ejemplos que conozco de primera mano. El 24 de agosto, una persona conocida telefoneó a su Centro de Salud para renovar la medicación que toma regularmente. Le dieron hora para el 9 de septiembre (!), día que ya le saldrán los medicamentos en la receta electrónica. ¿Y mientras tanto? Esta persona ha de interrumpir la medicación que toma regularmente? ¿O bien ha de pagarse los medicamentos que necesita, en caso que los pueda sacar de la farmacia sin receta? El otro ejemplo: en el Centro de Salud de la Playa de Piles sólo hay médico dos días a la semana, a pesar de la gran cantidad de turistas que hay en esta playa cada verano. Si una persona se encuentra enferma uno de los días que no hay médico ¿qué ha de hacer?

Sanidad
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No estoy dando la culpa de esta mala atención sanitaria, a los médicos, enfermeras o personal de administración de los centros de salud. Sé que hacen más de lo que está en sus manos. Y si no pueden solucionar algunas cuestiones, como las recetas, es por falta de personal, no per falta de voluntad, de profesionalidad o de vocación. La culpa del retraso en tener las recetas o de los pocos días de médico en la playa de Piles, es de los gobernantes que no dotan a los centros sanitarios del personal suficiente para atender a los enfermos. Y es que como ha dicho el papa, “los recortes en Sanidad atentan contra los derechos humanos”.

Estos dos ejemplos que he citado los conozco de primera mano. Pero hay muchos más, según he podido leer en el diario Levante-EMV:

Colapso en urgencias en el Hospital Clínico de València: 40 horas para tener una cama” (Levante, 30 de junio de 2022).

“Sanidad anula vacaciones de personal ante el aumento de ingresos” (Levante, 1 de julio de 2022).

“Una sola ambulancia del SAMU, 24 horas con un médico para toda la ciudad de València” (Levante, 3 de julio de 2022).

“El tiempo de espera en los hospitales valencianos aumenta después de la pandemia” (Levante, 15 de julio de 2022).

“Recogen firmas para aumentar las unidades hospitalarias de trastornos alimentarios” (Levante, 26 de agosto de 2022).

“Sanidad pagará mejor, para atraer personal al programa de cribado de cáncer de colon” (Levante, 26 de agosto de 2022).

Vuelvo a insistir que esta situación de déficit sanitario no es culpa de médicos, enfermeros y personal de administración, que trabajaban abnegadamente con condiciones precarias, sino de la Administración, que no dota de personal suficiente a los centros de salud y a los hospitales, con las plazas necesarias para atender, como se merecen, a los enfermos.

El gobierno valenciano, que ha insistido siempre, por activa y por pasiva, que su prioridad es rescatar a las personas, habría de poner remedio inmediatamente a la situación sanitaria que vivimos, ya que una persona que necesita unos medicamentos, no puede estar dieciséis días sin tomárselos, porque no le salen en la receta electrónica.

Ser atendidos cuando estamos enfermos es un derecho que está garantizado en la Constitución española. De hecho, el artículo 43.1 dice: “Se reconoce el derecho a la protección de la salud”. Y el 43.2 pide que la Administración sea capaz de asumir su misión, que es “organizar y tutelar la salud pública”.

Jesús pasó por el mundo haciendo el bien, curando a los enfermos y dándoles la salud. El gobierno del Botànic también habría de actuar, con urgencia, dotando de personal suficiente a los centros sanitarios, para que los enfermos sean atendidos como se merecen. Y es que la prioridad de un gobierno ha de ser la sanidad, la educación y los servicios sociales. Es decir: cuidar de las personas más frágiles de la sociedad, cosa que no pasa, cuando una persona que necesita unos medicamentos, ha de esperarse dieciséis días para poder sacarlos de la farmacia.

Por eso hace falta dotar a los centros de salud y a los hospitales de personal suficiente, reforzando las plantillas, para que los enfermos no se vean desatendidos en su salud. Y es que, como decía el papa, “los recortes en Sanidad atentan contra los derechos humanos”.

Salud pública
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