"Se cumplen 50 años de La "Declaració de Montserrat" Josep Miquel Bausset: "La 'Tancada' de intelectuales en Montserrat"

La 'Tancada' de intelectuales en Montserrat
La 'Tancada' de intelectuales en Montserrat

"Se cumplen 50 años de La "Declaració de Montserrat", firmada por los intelectuales encerrados en el monasterio, que significó el compromiso por la libertad de estos demócratas para denunciar la represión del franquismo"

"La historia del monasterio de Montserrat, confiado ininterrumpidamente a los monjes benedictinos desde su fundación por el Abad Oliba, ha estado unida a la historia de Cataluña"

"Con la victoria franquista, los monjes pudieron volver a Montserrat. Si bien después de la guerra de 1936 las relaciones del nuevo abad, Aureli Mª Escarré, con el Régimen del general Franco fueron amistosas, poco a poco esta sintonía inicial se fue enturbiando"

"A partir del abad Escarré, todos sus abades, en cadena, han sido firmes defensores de "la catalanidad y la universalidad en su compromiso por la defensa de los derechos humanos y de los derechos de los pueblos", como ha dicho el P. abad Josep Mª Soler"

"La 'Tancada' de los intelectuales en Montserrat, ahora hace 50 años, fue un grito de libertad por el fin de la dictadura y el respeto a los derechos humanos"

El 12, 13 y 14 de diciembre de 1970 (estos días hace 50 años), tuvo lugar en el monasterio de Montserrat la “Tancada” de 300 intelectuales en protesta por el consejo de guerra de Burgos.

Estos intelectuales, “constituidos en asamblea permanente”, fueron acogidos solícitamente por el abad Cassià Mª Just. Y es que la historia del monasterio de Montserrat, confiado ininterrumpidamente a los monjes benedictinos desde su fundación por el Abad Oliba, ha estado unida a la historia de Cataluña. Desde la “Renaixença”, de una manera más explícita, Montserrat ha caminado al ritmo de las luces y de las sombras de Cataluña, estableciendo puentes de diálogo entre fe y cultura, a la vez que el monasterio ha sido también un espacio de catalanidad y de defensa de los derechos nacionales de Cataluña.

El abad Antoni Mª Marcet fue el gran impulsor de la cultura en Montserrat y quien catalanizó más la comunidad, después de la castellanización de los monjes impuesta cuando nuestro monasterio fue incorporado a la Congregación de Valladolid. Una prueba del espíritu catalanista del abad Marcet, fue cuando en 1924 aceptó la presidencia de los Juegos Florales de Barcelona, que tuvieron lugar a Tolosa de Llenguadoc, ya que habían sido prohibidos por el Directorio Militar. Y fue por el impulso que dio a la catalanidad de la comunidad, que el abad Marcet tuvo diversos problemas con la dictadura del general Primo de Rivera.

Con la victoria franquista, los monjes pudieron volver a Montserrat. Si bien después de la guerra de 1936 las relaciones del nuevo abad, Aureli Mª Escarré, con el Régimen del general Franco fueron amistosas, poco a poco esta sintonía inicial se fue enturbiando. El punto de inflexión tuvo lugar, principalmente, por el discurso del gobernador civil de Barcelona, Felipe Acedo Colunga, que en una concentración de falangistas se quejó del separatismo que perturbaba la juventud, amparada en la liturgia y en diversas organizaciones eclesiásticas. Así, de la cordialidad en las visitas de Franco a Montserrat, el abad Escarré pasó a proteger a los Escoltas Católicos.

El retorno a Montserrat

En 1947, las fiestas de la entronización de la Virgen de Montserrat, con la Comisión Abad Oliba, representaron un punto y aparte en el primer franquismo, con una presencia pública del catalán en medio de la dictadura.

Fueron también remarcables diversas efemérides como la “Corona Literària a la Mare de Déu de Montserrat”, con motivo del 75 aniversario de las fiestas del Milenario (1880-1881), con la participación de diversos poetas. Cabe recordar que esta “Corona Literària” fue calificada por el Gobierno del Estado de “catalanismo separatista”.

El abad Escarré, a medida que iba distanciándose del Régimen, comenzó a acoger y a proteger actividades culturales y sociopolíticas, como el grupo Torras i Bages, la Acadèmia de la Llengua Catalana de las Congregaciones Marianas, el Moviment Català de Coordinació Social o el grupo CC. Montserrat también acogió las sesiones de estudio de la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat, con la participación de diversos intelectuales católicos, así como la HOAC, la ACO o la JOC. En diciembre de 1960, Montserrat dio acogió la reunión del comité ejecutivo de la JOC Internacional y en febrero de 1963, al comité europeo de la JOC.

El abad Escarré también intercedió (como lo hizo más tarde el abad Cassià Mª Just) en favor de condenados y encarcelados por el franquismo, como Josep Espar, Josep Benet o Llibert Cuatrecases. Todo eso provocó los recelos del Régimen, y la posterior animadversión que ya había manifestado el gobernador civil de Barcelona, Felipe Acedo Colunga. Éste, en una carta dirigida al ministro Camilo Alonso Vega, en diciembre de 1958, le decía que “Montserrat a través de la historia, jamás se ha distinguido per un amor demasiado profundo a la unidad de España, pero creemos que nunca de una manera tan descarada ha levantado la bandera de un catalanismo separatista”.

El abad Escarré también protestó por las detenciones que se hicieron con motivo de la protesta en el Palau de la Música Catalana y sobre todo cabe destacar sus declaraciones, denunciando la represión del régimen franquista, en el diario Le Monde, el 14 de noviembre de 1963.

También el abad Gabriel Mª Brasó favoreció, en tiempo de dictadura, el uso de la lengua catalana y firmó la petición de Òmnium Cultural dirigida al vicepresidente del gobierno del Estado, Alejandro Muñoz Grandes, para que se diera al catalán una relevancia más grande. También se sumó a múltiples manifestaciones literarias o culturales y con motivo del II Congreso Litúrgico de Montserrat, en 1965, pidió potenciar nuestra lengua en la liturgia. El abad Gabriel permitió diversos encuentros en Montserrat, no solo de movimientos cristianos, sino también de partidos políticos o movimientos sindicales y estudiantiles, desde UDC hasta el Moviment Socialista. També permitió que desde la imprenta de Montserrat saliesen hojas clandestinas contrarias al Régimen.

Y este 12, 13 y 14 de diciembre se cumplen 50 años que en el monasterio de Montserrat tuvo lugar la “Tancada” de 300 intelectuales catalanes, “constituidos en asamblea permanente”, en protesta por el consejo de guerra sumarísimo de Burgos contra 16 militantes de ETA. Fue el abad Cassià Mª Just quien, acogiendo a estos intelectuales en el monasterio, demostró que Montserrat era un espacio abierto a todo el mundo, en momentos en que el derecho de reunión era negado por el Régimen del general Franco. De hecho, Montserrat ha sido siempre un punto de encuentro, un lugar de acogida, civilizado, respetuoso y democrático, en el cual siempre se han podido confrontar las diferentes maneras, complementarias o a veces contrastadas, de ver y de vivir la “polis”.

Entre los 300 intelectuales encerrados en Montserrat había (entre otros) los pintores Antoni Tàpies y Joan Miró, el historiador Josep Benet, los escritores Jaume Cabré, Montserrat Roig y Terenci Moix, los poetas Joan Oliver y Joan Brossa, la actriz Núria Espert, los cantantes Francesc Pi de la Serra, Guillermina Mota, Joan Manuel Serrat y Raimon (con su esposa Analisa Corti) o el músico Oriol Martorell.

La “Declaració de Montserrat”, firmada por los intelectuales encerrados en el monasterio, significó el compromiso por la libertad de estos demócratas para denunciar la represión del franquismo.

La “Declaració de Montserrat” denunciaba la política del estado español, por el hecho que aplicaba “una legislación represiva iniciada hace más de 30 años, durante la guerra civil” y también “el actual sistema político-jurídico”, que convertía “en delito hechos políticos y sociales que en todo estado democrático son considerados legítimos”. La “Declaració de Montserrat” expresaba su rechazo por el hecho que “la tortura y los maltratos físicos y morales, denunciados reiteradamente” eran aun “una práctica política sistemática”. Este texto aprobado por los intelectuales encerrados en Montserrat, denunciaba también la represión de los “derechos de los pueblos en beneficio de una supuesta y falsa unidad nacional”. Una unidad que en estos días, algunos golpistas del estamento militar se obstinan en defender, a costa de fusilar 26 millones de españoles.

La “Declaració de Montserrat” consideraba inadmisible la aplicación de las gravísimas penas pedidas por el consejo de guerra sumarísimo de Burgos. Por eso los intelectuales encerrados en Montserrat denunciaban a los medios de comunicación de España, porque tergiversaban la información, repudiaban el proceso de Burgos y reclamaban que “quedara sin efecto cualquier condena dictada por el tribunal de Burgos”. La asamblea de intelectuales pedía que “una amnistía general para todos los presos por motivos políticos y sociales, de los sancionados y de los exiliados”, que fuese “derogado el decreto de bandidaje y terrorismo y abolidas las jurisdicciones especiales”. Además, también se pedía que fuese “abolida la pena de muerte para cualquier delito” y que se estableciese “un estado auténticamente popular, que garantizara el ejercicio de las libertades democráticas y de los derechos de los pueblos y naciones que forman el Estado español, incluido el derecho de autodeterminación”.

Los miembros de la “Tancada” de Montserrat expresaban su “completa adhesión fraternal al pueblo vasco y a sus reivindicaciones que son las nuestras”.

La “Tancada” se terminó el 14 de diciembre, ante la amenaza de la policía de entrar en el monasterio. Eso sí, los monjes negociaron con la Guardia Civil que no habrían detenciones en la salida de los intelectuales encerrados en Montserrat.

Los monjes de Montserrat, fieles a la lengua y al país, y comprometidos con la libertad, también ha acogido (y lo continua haciendo ahora cada año) la fiesta de la Renovación de la Flama de la Lengua Catalana y durante la dictadura, los monasterios de Montserrat, Cuixà y el Miracle fueron refugio para acoger a los perseguidos por el franquismo. Además, de la imprenta del monasterio salieron diversos folletos contrarios al Régimen. También el P. Cassià acogió el paso de la Marxa de la Llibertat el año 1976.

Posteriormente, y ya en la democracia, los abades Sebastià Bardolet y Josep Mª Soler han sido unos claros defensores de nuestra lengua y de nuestra cultura, y aun, el P. abad Josep Mª ha salido diversas veces en defensa del “respeto a los derechos individuales y a los de nuestro pueblo”, juntamente con el abad de Poblet i las abadesas benedictinas i cistercienses de Cataluña (Nota del 2 de octubre de 2017).

Como hace 50 años con motivo de la “Tancada” de los 300 Intelectuales, Montserrat es, como ha dicho el P. abad Josep Mª Soler, “un espacio que ofrece un equilibrio dinámico y enriquecedor entre la defensa de la propia identidad nacional y la apertura a otras realidades. Por eso, ayer y hoy, Montserrat continua uniendo la catalanidad a la universalidad, en su compromiso por la defensa de los derechos humanos y de los derechos de los pueblos”.

Cabe decir que el 28 de diciembre de 1970 se dio a conocer la sentencia del consejo de guerra, que confirmaba las seis penas de muerte iniciales y tres más, quinientos diecinueve años de cárcel y multas de seis millones de pesetas. Finalmente el 30 de diciembre, el consejo de ministros concedió el indulto de las penas de muerte.

Así pues, la “Tancada” de los intelectuales en Montserrat, ahora hace 50 años, fue un grito de libertad por el fin de la dictadura y el respeto a los derechos humanos.

La Tancada de intelectuales en Montserrat
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