El domingo 30 de abril de 1899, hoy hace 125 años, en el altar de la Virgen de Montserrat de la catedral de Barcelona, se rezó por primera vez la Visita Espiritual a la Virgen Morena, en la misa que presidió Torras i Bages con motivo de la Fundación de la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat.

Como me ha dicho el monje Josep Galobart, archivero del monasterio de Montserrat, “con motivo de la celebración, en 1881, del patronazgo de la Virgen de Montserrat sobre las diócesis de Cataluña, se estableció que la fiesta de la patrona de Cataluña sería el domingo siguiente al 25 de abril. Por eso el 1899, ese domingo fue el 30 de abril”, que es cuando de rezó por primera vez la Visita Espiritual. 

Fue mossèn Josep Torras i Bages (1846-1916), quien escribió esta oración a petición de un grupo de jóvenes que fundaron, con Torras al frente, la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat en 1899, en un tiempo marcado por un fuerte sentimiento de reconstrucción nacional de Cataluña. 

Como nos recordaba en un texto suyo el amigo Carles Armengol, expresidente de la Lliga Espiritual, “un grupo de jóvenes quería escribir una oración a favor de la independencia de Cataluña”. Por eso “fueron a ver a Torras i Bages, que todavía no era obispo, pero que ya era una persona de renombre” y le “preguntaron si aquella oración se podría aprobar para ser leída”. Torras i Bages “estuvo de acuerdo en promocionar  las oraciones en catalán, pero encontró que aquella” que le habían entregado los jóvenes, “era un poco demasiado fuerte” y muy beligerante. Y fue entonces cuando Torras “redactó la que es conocida como la Visita Espiritual a la Mare de Déu de Montserrat”. Y les dijo: “Eso os lo aprobarán”, como así fue, ya que “todas las diócesis de Cataluña la reconocieron”, por el hecho de que era un texto no tan beligerante como el que le habían enseñado aquellos jóvenes. Y fue a partir de aquí, que “Torras i Bages animó a estos jóvenes a estructurarse y nació la Lliga”. 

Torres i Bages, nombrado obispo de Vic el mismo 1899, quería que la Lliga tuviese, como todavía lo tiene hoy, la misión de fomentar la devoción a la patrona de Cataluña, así como también ayudar a la mejora espiritual y material del pueblo catalán, bajo el patrocinio de la Virgen de Montserrat. Por eso, como ha dicho Carles Armengol, “la Lliga Espiritual mantiene el espíritu catalanista fundacional” y además, en pleno siglo XXI, también “quiere ser motor de una Iglesia de bajo a arriba”. 

Entre los miembros históricos de la Lliga Espiritual, cabe recordar los nombres, además de Josep Torras i Bages, de Lluís Millet, Antoni Gaudí, Enric Prat de la Riba, Josep Puig i Cadafalch o Joan Maragall. 

Desde que existe, y entre muchas otras actividades, la Lliga se hace cargo de organizar la Eucaristía, cada 11 de septiembre, en memoria de los patriotas catalanes que dieron la vida por las libertades nacionales de Cataluña.

Del texto de esta Visita Espiritual, el P. Abad Gregori Mª Sunyol, gran gregorianista, hizo una versión musical en partitura gregoriana y también hizo otra versión de la Visita, el P. Ireneu Segarra, los dos, monjes de Montserrat.

La Visita Espiritual, una oración con una fuerte carga catalanista, consta de siete invocaciones (seguidas cada una de ellas de una Ave María) y una plegaria final. Así, este texto pide a la Virgen de Montserrat que consiga “para los catalanes, aquella fe que hunde las montañas, llena los valles y hace llano el camino de la vida”. Otra invocación de la Visita Espiritual pide a la Moreneta que saque “de Cataluña el espíritu de discordia” y reúna a “todos sus hijos con corazón de hermanos”. La Visita Espiritual pide a la Virgen “que no se deshaga este pueblo catalán, que Ella espiritualmente engendró”, y que Santa María de Montserrat defienda “de enemigos espirituales y temporales toda la tierra catalana” que ella tiene encomendada. Y aún, que consiga “para los pueblos de Cataluña, una paz cristiana y perpetua”. 

Según ha dicho el señor Joan Maluquer, presidente de la Lliga Espiritual, en una entrevista a “Flama”, la Agència Cristiana de Notícies, “la función de la Lliga Espiritual es avanzar permanentemente aquel patronazgo que tiene la Virgen de Montserrat en Cataluña”. El señor Maluquer también ha pedido que “los obispos han de trabajar más este aspecto y comprometerse con el país y la defensa de la lengua. Esta es también la función específica de la Lliga Espiritual”.

Con motivo de los 125 años de la fundación de la Lliga Espiritual y de la Visita Espiritual, el P. Jordi-Agustí Piqué, monje de Montserrat y presidente del Pontificio Instituto de Liturgia de San Anselmo, en Roma, ha compuesto expresamente una versión polifónica de la Visita Espiritual, a partir de la composición musical que hizo él, también monje, P. Ireneu Segarra.

La Visita Espiritual a la Virgen de Montserrat nos recuerda que María es consuelo y esperanza de nuestro Pueblo, y por eso, como ha dicho el abad de Montserrat, Manel Gasch, “la Virgen nos enseña a acoger, a transmitir vida, a ser fermento de comunión”.

Aparte de la Visita Espiritual a la Virgen de Montserrat del obispo Torras i Bages, que es la más conocida, el obispo catalán Pere Casaldàliga escribió otra versión y también hizo otra, de una gran belleza, fray Lluís Solà, monje cisterciense de Poblet.

El P. Manel Gasch, abad de Montserrat, ha dicho también, que “la celebración de los 125 años de la fundación de la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat es un gran motivo de agradecimiento por esta realidad surgida de las inquietudes espirituales y de país de una generación de jóvenes cristianos que supieron vivir su momento histórico en la reconstrucción espiritual y temporal de Cataluña”. Por eso, “el trabajo de aquellos jóvenes continua siendo de actualidad, porque la relación fe, cultura y país, es un trabajo de fondo”.

Cuando se cumplen 125 años de la fundación de la Lliga Espiritual y de la aprobación canónica por parte de los obispos Cataluña de la Visita Espiritual a la Mare de Déu de Montserrat, una oración que se rezó por primera vez en la catedral de Barcelona el 30 de abril de 1899, también hoy nos dirigimos a Santa María para que, como discípulos de su Hijo, nos acompañe en el camino de la fe, nos ayude  a ser más fieles al Evangelio y proteja nuestra patria y a la vez, una a “todos sus hijos con corazón de hermanos”.