Toni Soler justifica la burla al cristianismo en TV3 "El payaso Ratzinger sube la audiencia"

Burla a la Virgen del Rocío en TV3
Burla a la Virgen del Rocío en TV3 captura de pantalla

"Estas son las palabras de Toni Soler para justificar la befa y la burla que se hace del cristianismo y de los cristianos, en los programas 'Polòni' y 'Està passant', de TV3 y en particular, del trato que recibía (en el primero de los espacios) el papa Ratzinger"

"La afirmación de Toni Soler sobre que 'El payaso Ratzinger sube la audiencia', la recordaba el escritor Antoni Puigverd en su magnífico artículo, 'Reírse sin riesgo'"

"Pero es que para que suba la audiencia ¿vale todo? ¿Hace falta burlarse de nuestra fe y de los que intentamos vivir el Evangelio?"

"Nuestros humoristas tienen un problema cuando utilizan el desprecio y la burla hacia la religión católica, para de esta manera aumentar la audiencia. Habrían de recordar que la ética es más importante que la audiencia"

Estas son las palabras de Toni Soler para justificar la befa y la burla que se hace del cristianismo y de los cristianos, en los programas “Polònia” y “Està passant”, de TV3 y en particular, del trato que recibía (en el primero de los espacios) el papa Ratzinger. Unos programas, que, por cierto, no hacen ni befa ni burla de los negros, las mujeres, los discapacitados, los homosexuales o los gitanos. Como ha de ser, ya que hay temas o colectivos humanos que son como sagrados y a los cuales se ha de respetar, sin hacer mofa o bromas de mal gusto sobre ellos Y es que, en un país democrático y respetuoso con las creencias, no todo vale para hacer reír o para subir la audiencia en televisión.

La afirmación de Toni Soler sobre que “El payaso Ratzinger sube la audiencia”, la recordaba el escritor Antoni Puigverd en su magnífico artículo, “Reírse sin riesgo” (La Vanguardia, 12 de abril de 2023), una parte del cual quiero reproducir.

Toni Soler
Toni Soler

Puigverd decía en este artículo: “Recuerdo una cena en Banyoles con Toni Soler. Era en tiempos de Joseph Ratzinger. Le dije: “Una caricatura es una exageración de un rasgo real y distintivo de un personaje. Es lo que hacéis con los políticos catalanes. Pero con Ratzinger”, (continuaba Puigverd) “no hacéis caricatura. Es un hombre sereno y sabio y lo presentáis como un locuelo histérico; es un gran políglota y lo hacéis tartamudear con una mezcla macarrónica de italiano, catalán y castellano. Soler me contestó: “Es que el actor Toni Albà, hace una recreación muy personal del personaje”. Y añadió (Toni Soler en aquella cena): “Mi madre se horrorizaría si lo mirase: era católica. Pero hemos detectado que a los niños les gusta mucho el payaso Ratzinger y, si lo hacemos salir se quedan más tiempo delante de la tele y sube la audiencia”.

Pero es que para que suba la audiencia ¿vale todo? ¿Hace falta burlarse de nuestra fe y de los que intentamos vivir el Evangelio?

Si como decía Toni Soler en aquella cena en Banyoles con Antoni Puigverd, su madre “se horrorizaría si lo mirase”, ¿cómo no nos hemos de escandalizar cuando vemos la befa y la burla que se hace con nuestra religión en los programas de Toni Soler y Jair Domínguez?

¿Alguien se imagina un programa donde Toni Soler y Jair Domínguez tuviesen, con sus madres o con sus hijas, un diálogo parecido al que tuvieron con la Virgen del Rocío? ¿Alguien se imagina que, para aumentar la audiencia, un programa hiciese burla de los miles de hombres, mujeres y niños asesinados por los nazis en las cámaras de gas? Y es que hay temas y colectivos que, como ha dicho Jordi Llisterri, son sagrados y no pueden ser utilizados para la burla ni para hacer subir la audiencia.

Por otra parte, si ya es lamentable despreciar y burlarse de la religión católica en los programas “Està passant” i “Polònia”, también lo es la afirmación (del todo gratuita y ofensiva para los cristianos) de Jair Domínguez, cuando dice que tiene predilección “por hacer mofa de las sectas controladas por pederastas”.

Nuestros humoristas tienen un problema cuando utilizan el desprecio y la burla hacia la religión católica, para de esta manera aumentar la audiencia. Estos periodistas que hacen burla de la religión, habrían de recordar que la ética es más importante que la audiencia. Pero hay algunos periodistas que sacrifican la ética por la audiencia y por la fama, un hecho que es muy lamentable y muy triste en una sociedad democrática, que ha de respetar las creencias y la fe de todos los creyentes.

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