Lucía Rial y Lucía Durán cuentan su experiencia y animan a otros jóvenes a vivirla Dos jóvenes voluntarias de Manos Unidas participan por primera vez en el Retiro de Ecología y Espiritualidad organizado por ELSiA en Taizé

Dos jóvenes voluntarias de Manos Unidas participan por primera vez en el Retiro de Ecología y Espiritualidad organizado por ELSiA en Taizé
Dos jóvenes voluntarias de Manos Unidas participan por primera vez en el Retiro de Ecología y Espiritualidad organizado por ELSiA en Taizé Manos Unidas

Del 16 al 19 de noviembre ha tenido lugar en el monasterio de la comunidad de Taizé en Francia, la tercera edición del Retiro de Ecología y Espiritualidad que viene organizando estos últimos años la Alianza Europea Laudato si’ (ELSi A-European Laudato si’ Alliance)

En esta ocasión, ha participado por primera vez Manos Unidas, junto a otras 20 organizaciones y redes de 11 países europeos. En total 34 personas que han trabajado desde la regla de San Benito en profundidad

La convivencia, los momentos de reflexión, debate, la sobriedad en la alimentación, esencialmente vegetariana y la simplicidad del alojamiento, así como el trabajo en equipo y comunitario en las cuestiones domésticas de la logística, han sido otros aspectos interesantes a destacar en estos días

El lugar y el contexto no podía ser más adecuado: Taizé. Lucía Rial y Lucía Durán, las dos jóvenes voluntarias de Manos Unidas, nos cuentan su experiencia que han querido dejar también por escrito

(Manos Unidas).- Del 16 al 19 de noviembre ha tenido lugar en el monasterio de la comunidad de Taizé en Francia, la terceraedición del Retiro de Ecología y Espiritualidad que viene organizando estos últimos años la Alianza Europea Laudato si’ (ELSiA-European Laudato si’ Alliance) a la que pertenecemos a través de nuestra red internacional CIDSE.

En esta ocasión, el título del encuentro ha sido “Habilidades para la conversión ecológica: inspiración en el Ora et Labora” y en él ha participado por primera vez Manos Unidas, junto a otras 20 organizaciones y redes de 11 países europeos. En total 34 personas que han trabajado desde la regla de San Benito en profundidad, la relación de la economía con el desarrollo integral sostenible, hasta el maltrato animal o la necesidad e importancia del descanso, inspirados en el “Sabbath” de la tradición judía.

A ello se han sumado talleres prácticos y participativos en el que se ha podido ver en el trabajo de la comunidad de Taizé con las abejas, la alfarería, sus huertos, o la organización de los residuos y energías. Y por supuesto la oración, a la que se le ha dado tres espacios a lo largo del día, con oraciones de la mañana, mediodía y la noche, con especial mención a la adoración a la Santa Cruz el viernes, la ceremonia de la Luz la noche del sábado y por supuesto la eucaristía del domingo.

Encuentro en Taizé
Encuentro en Taizé

La convivencia, los momentos de reflexión, debate, la sobriedad en la alimentación, esencialmente vegetariana y la simplicidad del alojamiento, así como el trabajo en equipo y comunitario en las cuestiones domésticas de la logística, han sido otros aspectos interesantes a destacar en estos días.

El lugar y el contexto no podía ser más adecuado: Taizé, un lugar en medio de la naturaleza y una comunidad reconocida en todo el mundo por su ecumenismo, su modo de orar con canciones y silencio y su contacto especial y acogida a la gente joven. Y precisamente en esta ocasión el encuentro tuvo un sabor más joven gracias, entre otros a la presencia de dos jóvenes voluntarias de Manos Unidas: Lucía Rial (24 años, Manos Unidas Santiago de Compostela, bailarina profesional y profesora de baile) y Lucía Durán (20 años, Manos Unidas Sevilla, estudiante de Geografía e Historia y entrenadora y portera de fútbol femenino).

Ambas, acompañadas por Marta Isabel González, del Departamento de Campañas y Trabajo en Red, han aprovechado, disfrutado, aprendido y vivido intensamente toda la experiencia, además de ir compartiendo parte de su experiencia con fotos y videos en redes sociales, especialmente en la cuenta de Instagram @ManosUnidasYSostenibles y la de la Delegación de Santiago y Sevilla. Y ahora son ellas mismas las que nos cuentan su experiencia que han querido dejar también por escrito:

Algunas imágenes del retiro en Taizé
Algunas imágenes del retiro en Taizé

Encontrando la paz en Taizé (Por Lucía Rial)

Taizé me ha enseñado que tengo que respirar más, cambiar mi mundo interior para poder cambiar el exterior, que sin la paz no puede haber sostenibilidad y muchas cosas más. Me llevo muchas sensaciones y energías increíbles, la conexión con la tierra y las ganas de cuidarla, una energía me empujaba hacia ella, también la energía y amor que se respiraban en la iglesia, los cantos, TODO fue maravilloso e inspirador. Este retiro me ha servido también para darme cuenta de que amo mi “trabajo” bailar es mi pasión y, cuando los demás decían “Its too much labora” como expresando que le daban mucho espacio al trabajo y que necesitaban desconectar, yo pensaba “We need more ora”, necesitamos orar más; eso es lo que me hace más falta y voy a tratar de cambiar, también encontrar el equilibrio entre trabajo, oración y descanso.

"Taizé me ha enseñado que tengo que respirar más, cambiar mi mundo interior para poder cambiar el exterior, que sin la paz no puede haber sostenibilidad y muchas cosas más"

Me llevo también una serie de preguntas tales como ¿debería comer menos carne? Pienso que es algo que deberíamos intentar cambiar todos, pero… como suelen decir “¿cómo vas a pedirle a un cocodrilo que deje de comer carne?”. Estos días hemos estado comiendo comida vegetariana y, bueno, lo llevé bien porque me gusta todo pero las ganas de comerme una milanesa o un buen churrasco estaban ahí.

Otra sería ¿qué más puedo hacer por los demás y el planeta? Aunque piense que hago lo que puedo, creo que siempre se puede hacer más e incluso compartir mis conocimientos con mis allegados. Y, si, respondiendo a, no la duda sino afirmación que algunos se hacen de cambiando yo no va a cambiar el mundo así qué ¿para qué?, os digo que “a veces sólo una gota, puede vencer la sequía”. Al final, los workshops de economía y sostenibilidad, aunque también un poco aburridos y pesados, fueron una manera de decir, vale, necesito informarme sobre esos temas porque tengo 24 y no entendía nada (decir que fue todo en inglés y el vocabulario que se manejaba ahí era… interesante).

Algunas imágenes del encuentro de Taizé
Algunas imágenes del encuentro de Taizé Manos Unidas

Los momentos de oración fueron increíbles, la paz que se respira y te transmiten las personas que asisten, es algo de otro mundo, no podías evitar emocionarte y pensar tanto en lo bueno de tu vida como en lo malo y que podrías cambiar. Añado que fue genial compartir estos momentos, oraciones, risas con Lucía y Marta, me las llevo en el corazoncito.

"Hago una llamada para los jóvenes que estéis interesados, adelante, es una experiencia tanto a nivel ecología como espiritual que todos deberíamos vivir al menos una vez en la vida"

La gente era maravillosa, de muchas partes del mundo, algunos decían que habíamos llevado alegría y que ojalá viniesen más jóvenes el año que viene. Así que hago una llamada para los jóvenes que estéis interesados, adelante, es una experiencia tanto a nivel ecología como espiritual que todos deberíamos vivir al menos una vez en la vida.

Es más fácil, decir lo que haces, que hacer lo que dices (Por Lucía Durán)

El pasado fin de semana, hemos tenido la oportunidad de pasar 3 días de convivencia, en Taizé, con personas de todas las partes del planeta, con la intención de compartir un retiro de espiritual y con el foco puesto en la ecología y la situación real respecto a este punto, muy importante para nosotros, como seres humanos.

Este retiro estaba basado en el lema “Ora et Labora” y sentaba las bases de todo lo que hacíamos en ello, buscando el equilibrio entre la oración y el trabajo para la comunidad.

Ha sido muy enriquecedor compartir este retiro con compañeros de diversas partes del mundo ya que nos ha permitido conocer diversas experiencias, realidades y puntos de vista.

A nivel espiritual y personal este retiro me ha servido de mucho, y he tenido la oportunidad de conocerme mejor. Me llevo conmigo así muchas reflexiones propias, mucho tiempo conmigo y el pensar que hago en mi día a día y como influyo al cambio. Llevándome conmigo de este viaje más preguntas que respuestas, ¿lo estoy haciendo bien?, ¿qué más puedo hacer? ¿es suficiente con esto? ¿de verdad puedo hacer más? ¿estoy dispuesta a hacer este cambio en mi vida? ¿tengo la fuerza de voluntad para cambiar? ¿podré soportar la frustración del cambio?

Estas preguntas me han bombardeado la cabeza durante el retiro, son tantos los cambios que debemos de hacer como sociedad, pero primero debemos empezar como sujetos propios, y ahí reside la frustración propia. Debemos empezar a poner nuestro propio granito de arena para poder crear una montaña todos juntos. Y las dificultades reales que residen en el cambio son las que asustan, el tener que cambiar modos de vida, hábitos, y “normalidades” que ya teníamos asumidas y programadas, da miedo. Hay que tener mucha fuerza de voluntad, no solo para ejercer tu propio cambio sino para poder predicar con el ejemplo y llevarlo a los demás.

"Son tantos los cambios que debemos de hacer como sociedad, pero primero debemos empezar como sujetos propios… Hay que tener mucha fuerza de voluntad, no solo para ejercer tu propio cambio sino para poder predicar con el ejemplo y llevarlo a los demás"

Uno de los cambios que más miedo me da es dejar de comer carne, cosa que se planteó en esta jornada, como una erradicación total, pero ¿eso es lo correcto? Dejar de comer carne de la noche a la mañana, o hacer un cambio progresivo y no erradicando el consumo sino disminuyéndolo y favoreciendo una industria ganadera más eco friendly y mire por el bien de los animales y no solo en el beneficio.

Pero si tuviera que destacar algo, destacaría lo que me llevo como reflexión final. Me llevo en este caso la frase que ha marcado el encuentro: "es más fácil, decir lo que haces, que hacer lo que dices", y es por ello por lo que debemos actuar más, que todo lo aprendido y reflexionado no se quede en olvido y predicar con ello y con nuestro ejemplo, llevarlo a nuestro día a día, con nuestras familias, amigos, parroquias y comunidades, compartirlo con ellos, enseñar y actuar.

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