Bartolomé o Welby se suman a los saludos al encuentro en Luibliana El Papa, a los jóvenes de Taizé: "Escuchar permite dar al otro el espacio que se necesita para existir"

Encuentro de Taizé
Encuentro de Taizé Taizé

Invita a los jóvenes a convertirse en "constructores de puentes entre pueblos, culturas y religiones", a transformar los sueños de amor, justicia y paz en una realidad concreta, a vivir el presente, a no sacrificar "la preciosa juventud en el altar de los falsos placeres y de la superficialidad"

También enviaron mensajes el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, y la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen

Al menos cinco mil jóvenes de todas las confesiones cristianas llegaron a Liubliana procedentes de toda Europa para participar en el tradicional encuentro de fin de año

(Vatican News).- "Queridos amigos, vivimos en un mundo lleno de ruido en el que se ahogan los valores del silencio y la escucha. En este contexto, os invito a redescubrir la dimensión profunda de la escucha. Escuchar es un acto de amor. Está en el corazón de la confianza. Sin escucha, pocas cosas pueden crecer o desarrollarse. Escuchar permite dar al otro el espacio que necesita para existir".

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Papa Francisco - en el mensaje firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, enviado a los participantes del 46º. Encuentro europeo organizado por la Comunidad de Taizé, que comienza hoy 28 de diciembre en Liubliana, Eslovenia- exhorta a los jóvenes, en una sociedad en la que "la violencia gana cada vez más terreno", en tiempos difíciles caracterizados por conflictos y guerras, a "atreverse a construir un mundo diferente, de escucha, diálogo y apertura", para "mostrar otros sueños que este mundo no ofrece, para testimoniar la belleza de la generosidad, del servicio, de la pureza, de la fortaleza, del perdón, de la fidelidad a la propia vocación, de la oración, de la lucha por la justicia y el bien común, del amor a los pobres, de la amistad social" (Christus vivit, 36)". Y luego, sobre el tema del encuentro, Caminar juntos, el Pontífice explica que esto significa también "cerrar el camino a la marginación, al cierre, a la exclusión y al rechazo de una categoría de personas". E invita a los jóvenes a convertirse en "constructores de puentes entre pueblos, culturas y religiones", a transformar los sueños de amor, justicia y paz en una realidad concreta, a vivir el presente, a no sacrificar "la preciosa juventud en el altar de los falsos placeres y de la superficialidad".

El Papa, a la comunidad de Taizé


El Patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, no dejó de enviar sus saludos, subrayando "la tradición espiritual de la Comunidad de Taizé, que desde hace más de cuarenta años, siguiendo las huellas de su fundador el hermano Roger, ha creado un espacio único donde jóvenes de diferentes confesiones cristianas y de toda Europa pueden caminar juntos en una peregrinación de unidad y reconciliación". En el corazón de este encuentro "descubrirán la riqueza de nuestras diferencias y la fuerza de nuestra unidad en la fe".

A continuación, citó a San Basilio el Grande: "Sin paz con todos los pueblos, en la medida de mis posibilidades, no puedo llamarme digno servidor de Jesucristo". Porque el gran desafío de los cristianos es, sobre todo hoy, "desempeñar un papel significativo en la construcción de un mundo mejor, de una Europa ejemplar guiada por una ética ecuménica de solidaridad" y de paz.

En su mensaje, el Primado de la Comunión Anglicana, el arzobispo Justin Welby, señala cómo "los temas de escuchar, de caminar, de estar con los demás, de morar con Dios y con los demás" son "absolutamente centrales para lo que las Iglesias cristianas tienen que ofrecer a nuestro mundo angustiado y sufriente".

El reverendo Jerry Pillay, secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias, escribe que "en estos días difíciles, cuando tanta gente está rota, sufriendo y desesperada, alguien debe defender la esperanza"; la esperanza es que "Liubliana sea para cada uno de ustedes la próxima etapa de su peregrinación en la fe", donde encontrarán la amistad, "las alegrías de la comunidad, la certeza de la presencia amorosa de Dios y el valor para seguir buscando la autenticidad en sus vidas y la justicia para toda la humanidad"; porque "la vida debe abrazarse con todos sus peligros y todas sus posibilidades".

El valor de la escucha centra también el saludo de la pastora Anne Burghardt, secretaria general de la Federación Luterana Mundial, que la califica de "aventura evangélica". Escuchar "abre un camino en medio de la violencia y la guerra que enfrentan a los seres humanos y a las comunidades; es una expresión de fe que nos libera de las garras de la cultura del éxito y la prosperidad, que hoy aprisiona a tantas personas". También enviaron mensajes el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, y la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.


Al menos cinco mil jóvenes de todas las confesiones cristianas llegaron a Liubliana procedentes de toda Europa para participar en el tradicional encuentro de fin de año. La capital eslovena fue elegida por los monjes de Taizé como símbolo y puente de diálogo entre Oriente y Occidente, Norte y Sur. Algunos de ellos, entre ellos el nuevo prior, el hermano Matthew, ya habían participado en un encuentro histórico en Liubliana antes de la caída del muro de Berlín, cuando los desplazamientos entre el Este y el Oeste eran aún difíciles, en 1987. El 46º encuentro europeo es el segundo que se celebra en el trágico contexto de la guerra en Ucrania, de donde aún vendrán unos doscientos jóvenes; también se espera la asistencia de jóvenes rusos y bielorrusos.

Caminar juntos

Hoy, tras instalarse en las parroquias de acogida y en las familias, tendrá lugar la primera oración de la tarde a las 18h00 en el complejo deportivo Stožice Arena, animada por unos cincuenta hermanos de Taizé, a la que seguirá la primera meditación del hermano Matthew. Mañana y el sábado, a las 8.30 h, los jóvenes participarán en la oración de la mañana y después se reunirán en pequeños grupos de reflexión y se encontrarán con personas implicadas en la vida eclesial local. La oración del mediodía se recitará en varias iglesias del centro de la ciudad, mientras que por la tarde habrá talleres sobre los temas de la fe y la vida interior, el compromiso social, la cultura y la creación artística. El domingo 31 de diciembre se celebrará la tradicional vigilia de oración por la paz, a las 23.00 horas, seguida de la "Fiesta de las Naciones". Al día siguiente, los jóvenes participarán en la celebración del Año Nuevo en las comunidades de acogida, antes de regresar cada uno a su país. Algunos, por el camino, harán un alto en Milán donde, la noche del 2 de enero, en la basílica de Sant'Eustorgio, se celebrará una oración ecuménica con cantos de Taizé: una ocasión para invocar la paz y la unidad entre los cristianos.

El leitmotiv del encuentro europeo de Liubliana será la carta para 2024 escrita por el prior de Taizé, titulada Caminar juntos. "Caminar juntos", dice, entre otros, el hermano Matthew, "es la vida de la Iglesia y de la sociedad. Sin embargo, cada uno necesita un espacio para expresar su creatividad y sus ideas. Pero todo esto se da para ser compartido, para construir nuestra vida juntos, en la Iglesia, en la familia humana. Las cuerdas de una guitarra están una al lado de la otra, pero es cuando se tocan juntas cuando producen un bello sonido".

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