Una adecuada iluminación natural ya no es un propósito para cumplir por el proyectista, es una obligación Estamos en tiempo de Pascua, y eso equivale a LUZ

Estamos en tiempo de Pascua, y eso equivale a LUZ
Estamos en tiempo de Pascua, y eso equivale a LUZ

Luz además es lo que necesitamos, a nivel social, económico, a nivel de conciencia mundial en la solidaridad y ayuda a los demás… luz en las conciencias, luz en el compartir, en la economía, en la salud de los más desfavorecidos. Luz, luz luz….

Desde el Concilio la Iglesia como templo se ve abocada a cambios arquitectónicos. La importancia del Pueblo de Dios como parte esencial de las celebraciones hacen que el 80% de los planos de plantas de las Iglesias cambien completamente

Seamos o no religiosos, la realidad es que nos sentimos admirados por la magnitud de la arquitectura que acompañan un lugar de culto

Estamos en tiempo de Pascua, y eso equivale a LUZ.

Jesús es la luz del mundo. Su resurrección es la luz que disipa definitivamente las tinieblas del pecado y de la muerte. La luz es para alumbrar, para guiar, para calentar. La liturgia de la Iglesia recrea este misterio de la luz con el fuego de la vigilia pascual y con el cirio, su simbólica imagen resucitada, su nuevo y definitivo icono pascual.

Tan importante es que, en la Solemne liturgia de la Vigilia Pascual, la luz tiene varios momentos que conocéis que hacen de este signo un sacramental; es decir, un signo en el que impera la presencia de Dios.

Luz además es lo que necesitamos, a nivel social, económico, a nivel de conciencia mundial en la solidaridad y ayuda a los demás… luz en las conciencias, luz en el compartir, en la economía, en la salud de los más desfavorecidos. Luz, luz luz….

La luz, vital para la arquitectura religiosa

¿Cómo podemos ayudar?

Durante muchos siglos, en la arquitectura religiosa, dominaba la búsqueda de la presencia de Dios en el signo visible, las imágenes, los retablos etc. Eso hacía que nuestras Iglesias fueran sombrías, oscuras. El pueblo de Dios esperaba sentado mientras el oficiante celebraba la misa.

Desde el Concilio la Iglesia como templo se ve abocada a cambios arquitectónicos. La importancia del Pueblo de Dios como parte esencial de las celebraciones hacen que el 80% de los planos de plantas de las Iglesias cambien completamente.

Ahora los arquitectos tienen que diseñar teniendo en cuenta la gran “masa” celebrativa que suponen los fieles; integrando, además, en la estética, el centro celebrativo.

En este punto aparece la LUZ.

Una adecuada iluminación natural ya no es un propósito para cumplir por el proyectista, es una obligación, y eso lo sabía bien el gran arquitecto Oscar Niemeyer en muchas de sus obras y construcciones.

Utilizaba la luz natural en interiores no solo como un medio de ahorro, de mejora de la salud del ocupante o habitabilidad del espacio, sino amplificaba su valor a una herramienta para la clasificación de los espacios y formas, como requisito de expresión y significado.

Espacio modelado por la luz

Por lo que podemos considerar, la luz natural tiene más importancia en la arquitectura de la que la mayoría nos pensamos. La percepción y eficiencia unidos de la mano pueden ser el perfecto aliado para una arquitectura coherente y sostenible con una luz natural que reivindique su estatus.

El concepto de iluminación arquitectónica como “espacio modelado por la luz” debe de ser una de las premisas para el diseño ambiental luminoso más cuidada. La luz se convierte así en una invasión de la presencia de Dios en nuestros templos.

Muchos arquitectos a lo largo de la historia han defendido la luz natural como un complemento indispensable en la arquitectura y el interiorismo, es más, muchos utilizan diferentes técnicas para fortalecer el estilo de diseño interior adoptada en una Iglesia.

Aunque existen muchos arquitectos que trabajan con la luz de forma excepcional, el afamado Gaudí con su célebre frase… “La arquitectura es la ordenación de la luz; la escultura es el juego de la luz” un ejemplo de luminosidad palpable lo podemos ver en sus obras como la casa Batllo, por supuesto, la Catedral de Barcelona.

En la arquitectura religiosa, al igual que existe un proyecto de estructuras, los arquitectos que nos dedicamos a esto, tenemos que planear un proyecto lumínico que ayude a la búsqueda de la Belleza

Ya lo dijo con su célebre definición de la Arquitectura Le Corbusier (1920) “La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz (…)”

La luz ilumina la arquitectura, y con ello, no sólo permite que la veamos, sino que la valora y enriquece con sus juegos de sombras.

“Nuestros ojos están hechos para ver las formas en la luz y la luz y la sombra revelan las formas”, decía también el maestro Le Corbusier

Los arquitectos que se encargan del proyecto y la construcción de estos lugares de culto tienen un gran compromiso con la comunidad ya que llega a ser el centro de atención de las personas que lo vive diariamente y además lograr ser un atractivo turístico para los visitantes de otra región o país.

Seamos o no religiosos, la realidad es que nos sentimos admirados por la magnitud de la arquitectura que acompañan un lugar de culto.

Reivindicar la luz, me hace recordar el salmo…” Como busca la cierva corrientes de agua”. Está claro que, los que entran en nuestros templos, hoy más que nunca están sedientos de luz, respuestas, consuelo, amor…Amor…

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