Escasa representación de un escaso Gobierno.

No había caído yo en ello hasta que acabo de leerlo en Religión Confidencial. En las canonizaciones de ayer en el Vaticano, en las que por cierto ningún obispo cocelebrante llevaba el pectoral sobre la casulla, en las que fueron declarados santos dos españoles, una francesa, un belga y un polaco, ostentaron la representación de esos países el rey de los belgas, el presidente de Polonia, el jefe del gobierno francés y el ministro de Asuntos Exteriores de España.

Creo que el hecho dice no poco. Hasta en el laicismo somos paletos.
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