Números cantan.

Hay una revista religiosa, de cuyo nombre no quiero acordarme, que afortunadamente no lee ya casi nadie y a la que no es arriesgado augurar un próximo futuro similar al recuperado y ya fallecido programa televisivo de Sardá. Tampoco lo sentiré nada.

En el último número digital, la impresa no la leo nunca, reproducen un artículo de El País contra Benedicto XVI injusto y falso. Pero que a esos religiosos les ha debido encantar. No voy a entrar en ello. Ni en el último de Lamet que se carga las normas de la Iglesia. Y que como está cansado, aunque alegre, eso sí, no se sabe bien si se lo dirige a dos divorciados que en nueva pareja comulgan piadosamente o a dos lesbianas que tras un matrimonio con persona de distinto sexo ahora se han unido ellas y también comulgan con mucha devoción. Lo digo porque la carta de Lamet va dirigida a Pepe y María y en el texto les llama María y Pepa. Deben ser cosas del cansancio.

No quiero opinar sobre nada de eso ni sobre los religiosos responsables de la revista a quienes tampoco voy a descubrir. Aunque piense que cuanto antes desaparezcan mejor será para la Iglesia. Y en camino van.

Sólo voy a hacer números. Mejor dicho a contar los que dan ellos. Me parecen definitivos y definitorios. Lo que allí se dice no interesa nada a nadie. Evidentemente no lo siento. Pero es así.

Esa revista tiene tres Blogs distinguidos: el de Lamet, el de Martínez de Velasco y el de Isabel Gómez Acebo. De éxito indescriptible. Me limitaré a la primera página que aparece cuando se entra en cada uno de los articulistas y que contienen los últimos trabajos. Sería una pérdida de tiempo ampliar el análisis. En esas tres páginas aparecen diez artículos de Lamet, veinte de Martínez de Velasco y diez de Isabel Gómez Acebo.

El jesuita está muy cansado pero alegre. Aunque uno no entiende ni lo uno ni lo otro. Porque escribir esas cositas no puede cansar mucho y el que no te lea nadie no es como para estar muy alegre. Pero allá él con sus cansancios y sus alegrías. A mí me la refanfinflan los unos y las otras.

Lamet, en sus diez artículos, ha logrado esta impresionante serie de comentarios:2, 1, 0, 0, 6, 2, 2, 0, 0, 0. Trece comentarios en total. Lo que da una media de 1,3 comentarios por artículo. Como para recomendarle que no se canse más y busque sus alegrías de otra manera. Aunque es cierto que se alegra con la nada.

Martínez de Velasco, en mi pobre opinión el único que tiene algún interés, tampoco consigue que nadie se desplace al Trastevere. Y es que los turistas suelen preferir la orilla derecha del río romano con las excepciones de San Pedro y Sant'Angelo. Con lo que se pierden un barrio encantador. Me refiero al real, no al virtual. Estos son los comentarios que han merecido veinte artículos: 0, 0, 1, 1, 0, 0, 4, 3, 4, 1, 1, 1, 1, 0, 4, 1, 0, 1, 0, 0. Veintitrés comentarios, es decir 1,1 por artículo.

Y esos resultados son hasta gloriosos comparado con los de Gómez Acebo: 0, 1, 0, 2, 0, 1, 0, 0, 0, 0. Cuatro comentarios en total es decir, 0,4 de media por artículo.

Desconocemos el número de visitas pero seguro que guarda proporción con los comentarios. O sea, nada. Y a los de siempre decirles que yo no tengo la culpa de su fracaso. Con lo que me esfuerzo por darles publicidad. Pero a lo que se ve sin éxito alguno. Seguro que escardando cebollinos conseguirían más resultado.

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