"Los Ulises". Un documental profético

En La 8º muestra de cine de Lavapiés se ha presentado este film, muy logrado tanto por su realismo como por su fuerza simbólica. Es un documental, que relata los hechos; pero en su intención y realización va más allá: respira un clima de humanismo y lanza un clamor por más humanidad que cuestiona la ideología y valores del sistema en que nos movemos. Por eso lo califico de “profético”: denuncia el desorden actual y sugiere caminar en otra dirección.

El tema central es la migración. “En el frondoso monte de Ceuta, la colonia española en la costa marroquí, 57 inmigrantes indios viven refugiados en un campamento clandestino que han construido para evitar su deportación. A través de un acercamiento íntimo y visualmente cuidado, la película les acompaña en su día a día durante2 años, en los que luchan por sobrevivir, esperando cruzar los 14 km que los separan de Europa”. No se trata de un cuento inventado. En la proyección estaban no sólo Alberto García Ortiz y Agatha Macviaszek, jóvenes directores, sino también los protagonistas en la realidad y en la pantalla. El Documental da pie para tres sugerencias.

1. En primer lugar se destaca la dignidad humana de los emigrantes: enraizados en una familia con sus tradiciones, anhelantes de un porvenir mejor, dispuestos a romper fronteras, ayudándose mutuamente como hermanos, preocupados de que sus familiares no sufran. Un humanismo que choca frontalmente con esa lógica del sistema y sus políticas donde las personas son reducidas a piezas de consumo desechables cuando ya no son rentables.

2. En los sentimientos de los emigrantes y en su capacidad para superar juntos como amigos las dificultades, se vislumbra el latido común a toda la humanidad; lo que a todos nos une y cuyo indicativo puede ser el fenómeno de la globalización. Pero esta sensibilidad humanitaria común es aplastada por unos intereses individualistas de competividad a muerte que hoy ideología del neoliberalismo económico. Así mientras el capital financiero no tiene fronteras, las mayorías empobrecidas no se pueden mover porque la policía, fiel servidora del sistema, los ata negando sus derechos fundamentales. La globalización es ya ineludible; pero con la ideología de la exclusión, corrompe a las políticas y destruye a la humanidad.

3. Según la visión cristiana, la verdad de Dios y de las prácticas religiosas se mide por el compromiso en la dignificación del ser humano. Con esa palabra me refiero al proceso inspirado y orientado por el anhelo de que todas las mujeres y todos los hombres puedan vivir con dignidad de personas, y ser sujetos de su propia historia. Por falta de políticas adecuadas, por intereses inconfesables o por lo que sea, el trato que hoy están recibiendo los inmigrantes no es conforme a esa dignidad. Urge cambiar de mentalidad si queremos abrirnos a la nueva realidad que ya despunta: un mundo habitado por la única familia, donde las diferencias y la pluriculturalidad expresen la riqueza inagotable de lo humano.
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Al final de la sesión, tuve oportunidad de saludar y cambiar breves impresiones con Alberto García Ortiz. Me alegró intuir su espíritu reflejado en la película. Este film como el movimiento del 15M son signos de esperanza: las generaciones jóvenes salen de la domesticación y de la pasividad, para demostrar que sí es posible otra forma de organización social.
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