Sobre qué se fundamenta la Iglesia

Solemnidad de San Pedro y San Pablo

 Evangelio Mt  16, 13-19


Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que soy?»Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas».«Y vosotros , les preguntó, ¿quién dic-is que soy?»

Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.

Y Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo».

Para meditar:

1.Tenemos un nuevo sucesor de  San Pedro, León XIV. Aplicamos el texto del evangelio que hemos leído y concluimos: todo arreglado; hay ya nuevo papa como fundamento firme para que la Iglesia siga; podemos  dormir  tranquilos.  Pero ese discurso parece que no vale porque “nadie puede poner otro cimiento de la Iglesia que el ya puesto, Jesucristo”(1 Cor 3,11). Pedro, como los demás discípulos se fue haciendo creyente. Según pasajes  de los evangelios,  es Satanás cuando trata de disuadir a Jesús para que no  viaje a Jerusalén donde corre peligro. Y a la hora de la verdad,  hasta niega ser su discípulo. Pedro ha recorrido un camino de conversión que selló con su martirio.

 2. En ese proceso Pedro  acaba confesando  el  artículo central de la fe o experiencia cristiana : “Tu eres el Mesías, el hijo de Dios vivo”. Mientras la Iglesia sea fiel  a esta confesión, las fuerzas malignas que desfiguran el corazón de la humanidad y las relaciones sociales, nada podrán contra ella. 

 3. La comunidad cristiana está integrada  por quienes nos vanos haciendo creyentes en nuestra cultura y en nuestro tiempo. Pedro, que gozó de la cercanía y confianza de Jesús, es un testigo privilegiado de esa fe. Pero, insertados en Jesucristo por el bautismo, todos los cristianos  podemos y debemos ser testigos creíbles y responsables de esa fe o experiencia cristiana en el mundo.  El mismo P. Roberto  que celebró la eucaristía caminando con los pobres del Perú, este año en la procesión del “Corpus Christi”  ya  como Sucesor de Pedro, caminando por las calles de Roma con el pueblo creyente sigue confesando: “Cristo  es la respuesta de Dios al hambre del hombre”.

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