El CIEGO VE y ES EXPULSADO DEL TEMPLO / DOMINGO IV CUARESMA

Jn 8 Y 9 YO SOY LA LUZ DEL MUNDO.








Los capítulos 8 y 9 de San Juan presentan a Jesús como la LUZ DEL MUNDO. La mujer que ha sido sorprendida en adulterio (Jn 8) es condenada a muerte en la oscuridad del atrio del Templo, en el que Jesús se presenta como la luz del mundo. El Templo es tiniebla, Jesús es Luz.

Jn 9,1 JESÚS VIO UN HOMBRE CIEGO DE NACIMIENTO.
Jesús al “pasar” vio al que no veía: la iniciativa es de Jesús.
El “pasar” es una evocación del camino del Éxodo: libertad.
¿Camino en la vida o vivo estancado?




UN HOMBRE CIEGO DE NACIMIENTO.

Este ciego de nacimiento representa toda la humanidad, porque en, cierto sentido. Todos somos ciegos de nacimiento.
Se trata de una ceguera una ceguera “personal”, espiritual.
Muchas veces los humanos no vemos en la vida. En ocasiones no es fácil ver, otras veces tampoco se quiere ver.
Esta ceguera es la impide ver la verdad que nos hará libres (Jn 8,32).
Somos ciegos cuando nos enquistamos y encerramos en nuestra mentalidad, criterios, teología, ideología. Siempre hay una Palabra que puede replantear los problemas, la vida.
La Palabra es la luz de quien viene a este mundo. (Jn 1,4-5).
¿La PALABRA ilumina mi vida?

Jn 9,5 YO SOY LA LUZ DEL MUNDO.
Una de las claves de lectura del evangelio de San Juan es este continuo recurso al YO SOY. YO SOY LA LUZ. Frente a la ceguera cultural-religiosa, Jesús se muestra como luz en la vida, (Jn 1, 4,-9). Cristo, la Palabra, es la que ilumina nuestro caminar. Desde Cristo comprendemos la vida –y la muerte- desde Cristo. Él es el día, aunque llega la noche.

Jn 9,6 JESÚS ESCUPIÓ EN TIERRA E HIZO BARRO CON SU SALIVA.
La alusión al barro del Génesis, de la creación, es evidente
La saliva es algo muy íntimo, personal, hace alusión al agua de Cristo (en la cruz, la samaritana, manantial de agua vida).
El barro original -el ser humano- llegó a la vida por el aliento vital de Dios (su espíritu: saliva) y surgió el ser viviente, el ser humano (Gn 2,6-7).
Se trata de una nueva creación. Quien se acerca a la luz, termina viendo.
¿Mi relación – encuentro con Cristo me hace sentirme una persona nueva, re-creada por Cristo?

Jn 9,8 SE PREGUNTABAN: ¿NO ES ÉSTE EL QUE ESTABA SENTADO MENDIGANDO?
Había sido un hombre paralizado, impotente, dependiente de los demás (marginado).
El que ve, se vale por sí mismo, puede caminar, es libre.
Lo mismo que al paralítico, el encuentro con Cristo confiere ser personas libres, autónomas: oprimidos que reciben libertad.
¿Camino y soy libre ante las parálisis y bloqueos de la vida?

v 9 Unos decían: ES EL MISMO; otros en cambio: NO ES EL MISMO PERO SE LE PARECE. SOY YO. afirma el ex-ciego.


La ironía de san Juan es evidente.


Efectivamente es el mismo, pero no es lo mismo: siendo el mismo, es otro. Es la diferencia entre el hombre sin iniciativa, sin libertad y el hombre libre.
o El hombre, ciego hasta ahora, mendigaba, era un personaje marginal. El encuentro con Cristo rehabilita para la vida. Vuelve a ser una persona en la convivencia.
o El evangelista con una cierta ironía dice que “los del Templo” discutían si el que ahora veía era el mismo que, quien poco antes no veía. Pues sí, era “el mismo”, y gracias a Jesús no era “lo mismo”, ahora ve la vida de otra manera.
o Yo no sé si es sábado o lunes, no sé si el que me ha orientado en la vida es pecador o no. Lo que sé es que antes no veía y ahora veo.
o El alcohólico que deja el alcohol es el mismo, el drogadicto que se regenera en “Proyecto” hombre, es el mismo, pero no es lo mismo
o ¿Y si hoy en día pensáramos un poco más las cosas, los logros de las ciencias para crear vida o curarla? ¿Qué diría Cristo ante estos pasos de las ciencias y qué dirían los fariseos?
o SOY YO. Todo el que se acerca al “YO SOY” (Cristo), termina siendo: “soy yo”, es decir, participa del mismo ser, de la misma vida de Cristo. El que se acerca a Cristo, termina siendo como Él, Yo soy.
o Aquel hombre queda transformado porque ve la vida desde Cristo
o Vivir desde Cristo supone ver y supone dignidad en la vida
En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz ... caminad como hijos de la luz. Despiértate tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz. (Efesios 5, 8.14).
¿El encuentro con Jesús me llama a ser como Él?
¿ SOY YO?




v 13 LLEVARON AL CIEGO DONDE LOS FARISEOS.
v 14 ERA SÁBADO EL DÍA EN JESÚS CURÓ AL CIEGO

El problema es el sábado, la ley. No se puede tocar ni transgredir la ley. Pero Jesús sigue creando (sanando) al hombre en “sábado o en lunes”: la ley es para el hombre y no el hombre para la ley.
“Los fariseos, los eclesiásticos siempre dando la brasa”. Los juristas y jerarcas prefieren tener razón y que no se cure nadie a que sea curado en sábado o al margen de la ley.
Lo de Jesús es el ser humano, lo primero es la curación. El hombre es más importante que la ley, que el sábado, que la impureza de la sangre, de la lepra, de la muerte.
¿Soy persona libre o legalista?

JN 9,34 LE EXPULSARON DEL TEMPLO
El exciego es el único que ve y lo echan. Extrañamente al que ve, le expulsan del sistema eclesiástico del templo. Es la ironía de Juan.
Es triste cuando se oye que a H. Küng le expulsaron, al Padre J. Masiá le expulsaron, a José Mª Diez Alegría, lo expulsaron, al Padre Dupuis le expulsaron, y tantos otros.
Gracias a Dios estamos en otro momento eclesial y en el momento de Francisco, no se ha expulsado a nadie. Durante el tiempo que Francisco es papa no se ha juzgado a ningún teólogo.
Jesús acoge al ex-ciego cuando lo echan del Templo.
¿Me encuentro en el Templo o afuera, en las periferias de los humildes: Francisco?

JN 9,35-36 CREO, SEÑOR.
El ciego termina de ver cuando cree en Cristo
Todo el relato, lo mismo que el de la samaritana y los samaritanos (Jn 4), o el del pan de vida (Jn 6), el de la resurrección reflejada en Lázaro, (Jn 11), y prácticamente todo el evangelio de Juan termina en la fe.
CREO, SEÑOR.

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