Es el amor lo que hace evolucionar al ser humano La mera tecnología no es progreso humano

La mera tecnología no es progreso humano
La mera tecnología no es progreso humano

"La evolución de especies inferiores a superiores no fue meramente biológica, física y tecnológica (hachas de sílex, martillos, instrumental para la caza, etc.), sino que la evolución y el progreso humano fue personal"

"¡Qué duda cabe de que hoy en día tenemos infinidad de medios técnicos! Pero: ¿somos más humanos, más libres, más honrados, más felices que nuestros antepasados?"

"No es sensato eliminar valores y actitudes del campo de visión del ser humano, de la educación, de la sociedad. Sobre todo no es sensato eliminar las cuestiones últimas éticas"

"Amar es humanizar y humanizar es amar. Ya san Agustín decía: ama y haz lo que quieras. Escucha y ama"

Escucha, Israel

La primera actitud del ser humano en la Biblia es: Escucha Israel, (Shema Israel).

Escuchar es una buena actitud, un buen talante en la vida. El gran mandato-criterio bíblico es: Escucha Israel. K. Rahner entendía al hombre como aquel que escucha, que presta oído y atención a toda palabra que se pronuncia en la historia. Somos “Oyentes de la palabra”, de toda palabra que se ha pronunciado y se dice en la historia.

Escuchar supone una actitud relacional (relación / comunicación) en la vida, un talante de diálogo entre las personas, los grupos, pueblos, iglesias, religiones, etc.

La evolución de especies inferiores a superiores no fue meramente biológica, física y tecnológica (hachas de sílex, martillos, instrumental para la caza, etc.), sino quela evolución y el progreso humano fue personal.

El homo antecessor de Atapuerca (hace más de 800.000 años), todavía no era “ser humano inteligente”, (en nuestro sentido de ser humano). Fue una evolución y un proceso personal, hacia lo humano y humanizador: el homo antecesor tenía un lenguaje hablado, se cuidaban unos a otros, había sentimientos, se enterraban (lo cual significa que había creencias/fe), había esperanza.

La mera tecnología no es progreso de la humanidad. El mero progreso técnico – tecnológico no significa evolución personal.

Podemos ir de vacaciones a la luna o al espacio, lo cual es un alarde de potencia, de tecnología y dinero, pero no es progreso del ser humano en cuanto ser humano. (Cada día 24.000 personas mueren de hambre en el mundo y, de ellas, 18.000 son niños y niñas de entre uno y cuatro años)

¡Qué duda cabe de que hoy en día tenemos infinidad de medios técnicos!, disponemos de muchos más que nuestros mayores. Pero: ¿somos más humanos, más libres, más honrados, más felices que nuestros antepasados?

Evolución desde y en el amor

No es sensato eliminar valores y actitudes del campo de visión del ser humano, de la educación, de la sociedad. Sobre todo no es sensato eliminar las cuestiones últimas éticas, el bien y el mal,  el sentido de la vida, el amor, la libertad, la muerte, etc.

La evolución, el progreso es humano por el amor, por la relación serena entre las personas, no por la tecnología. Una persona y un pueblo mejoran no por el PIB o por la renta per cápita, sino por la buena relación de sus gentes. Pensemos en viejos contenciosos sociales, políticos, rupturas eclesiales, etc. ¿Mejoran con la tecnología o con el diálogo, la relación, el respeto, el amor?

Amarás: Amar es humanizar y humanizar es amar.

Humano

Amarás

Quien pregunta a Jesús: ¿cuál es el mandamiento principal? es un escriba, un hombre de leyes.

Jesús le contestó correctamente conforme a la ley. Pero Jesús no tuvo un comportamiento legal, más bien Jesús fue un “fuera de la ley”. Para Jesús cuenta la persona, no la ley. Por eso lo mismo cura en sábado, que trata con mujeres y prostitutas, es libre ante la sangre, ante la muerte, se acerca a los leprosos…

Por desgracia en el ámbito católico -como en el judaísmo- todo se convirtió y se tradujo en una normativa sin fin: preceptos y normas que, como las infrinjas, te mandan al infierno per omnia saecula saeculorum.

La moral cristiana no se plantea desde la ley, desde los mandamientos, sino desde el amor, desde el seguimiento de Jesús y desde la persona, desde el valor y cuidado del ser humano y siempre con amor.

Ley

Allá en los tiempos conciliares el padre de la moral moderna, Bernard Häring, publicó una gran obra que entendía la moral desde el seguimiento de Cristo: “la Ley de Cristo”.

¿Y cuál es la ley de Cristo? El amor.

Decía K Rahner que la Iglesia haría bien en proponer como único criterio de moralidad el amor. Después, las concreciones se irían extrayendo en las diversas comunidades y momentos.

Lo que hace evolucionar y progresar al ser humano, a la humanidad es el amor, no la producción.

Ya san Agustín decía: ama y haz lo que quieras.

Escucha y ama

Primero, Religión Digital
Volver arriba