Comunidad Jesús Solidario Evangelio vivo

DOMINGO 25º DEL TIEMPO ORDINARIO

Queridos amigos de Evangelio Vivo:

El evangelio de hoy tiene una nota chocante

en el personaje elegido por Jesús para la parábola.

Se trata de un hombre corrupto, pero sagaz y astuto.

Jesús nos dice que somos menos sagaces para el evangelio

que las personas corruptas para sus negocios sucios.

Y nos invita a utilizar para el bien la astucia

que ese hombre usaba para el mal.

Es un mensaje atrevido y vivo.

Lc 16,1-13.- LOS HIJOS DEL MUNDO SON MÁS SAGACES

QUE LOS HIJOS DE LA LUZ

 

Cree en Jesús
Cree en Jesús Hermano Patxi Loidi, Pbro.

Hoy, domingo 22 de septiembre, TO 15,leemos el evangelio de San Lucas 16,1-13,

1 Jesús contó también a sus discípulos la siguiente parábola. Había un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malgastar su hacienda. 2 El dueño lo llamó y le dijo: ¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no seguirás en el cargo. 3 Entonces el administrador se dijo a sí mismo: ¿Qué haré ahora que mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. 4 Ya sé lo que voy a hacer: descargaré las deudas de los deudores de mi señor, para que, cuando sea destituido del cargo, me reciban en sus casas.' 5 Y los fue llamando de uno en uno. Al primero le preguntó: ¿Cuánto debes a mi señor? 6 El deudor le respondió: Cien barriles de aceite. El administrador le dijo: Toma tu recibo, siéntate, y escribe inmediatamente cincuenta.' 7 Después llamó a otro y le dijo: Tú, ¿cuánto le debes? El deudor le contestó: Cien sacos de trigo. El administrador le dijo: Toma tu recibo y escribe ochenta.8 Y el dueño alabó al administrador injusto porque había obrado con sagacidad, pues los hijos de este mundo son más sagaces con su gente que los hijos de la luz.9 Por eso les digo: Ganen amigos con el injusto dinero, para que, cuando tengan que dejarlo, los reciban en las moradas eternas. 10 Y añadió: El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho. Y el que es deshonesto en lo poco, es deshonesto en lo mucho. 11 Si con el sucio dinero no han sido fieles, ¿quién les va a confiar los verdaderos bienes? 12 Y si con lo ajeno no han sido personas de confianza,  ¿quién les confiará lo que es de ustedes? 13 Ningún empleado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se dedicará a uno y descuidará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y al dinero.

PALABRA DEL SEÑOR

COMENTARIO

Amigas y amigos: Saludos cariñosos. Vamos a fijarnos en la parábola. Los otros versículos del final son materiales sueltos que recibió el evangelista y los colocó aquí porque hablan del dinero. Nota chocante de este evangelio: el protagonista de la parábola es un hombre corrupto. Jesús nos dice que somos menos sagaces para el evangelio que las personas corruptas para sus negocios sucios. Y nos invita a utilizar para el bien la astucia de este hombre.

Como todas las parábolas, también esta rompe moldes. No es nada inocente. ¿A quién se le ocurre ponernos de modelo a un hombre corrupto? Menos mal que vemos en seguida que lo pone como modelo parcial. Aun así resulta chocante la elección de semejante hombre para una parábola. A primera vista se diría que es una invitación a la astucia deshonesta, a hacer trampa y robar. Pero ya hemos dicho que es un modelo parcial.

¿Cuáles son las claves de la parábola? Nos ayudarán a comprenderla perfectamente. Hagámonos dos preguntas. 1 ¿Qué es lo que alaba Jesús? La sagacidad y el talento del administrador. 2 ¿Qué es lo que no alaba? Su deshonestidad: sus trampas y sus robos. 

Esas dos respuestas nos dan la primera clave de la parábola. Jesús quiere que seamos sagaces, listos y astutos en nuestra acción misionera, en nuestro trabajo por el Reino de Dios. Él era así. Aprovechaba cualquier ocasión, favorable o desfavorable, para exponer su programa del Reino de Dios o una parte del mismo. Es lo que hizo antes de un banquete, al ver que buscaban los primero puestos, algo que hacía (y hace) toda la gente. A Jesús le gusta que seamos como Él, sagaces, activos y dinámicos. ¿Para eso cuenta una parábola? ¿No bastaba dar una enseñanza? Pero con la parábola llama la atención mucho más. Y si además el protagonista de la parábola es un hombre que tiene esas cualidades, pero es corrupto, nos llama la atención mucho más.

La parábola nos está marcando el tipo de discípulo que Jesús quiere. Este punto, es bastante parecido a la parábola de los talentos de Mateo y del mimo Lucas. Personas listas, sagaces,  activas y dinámicas. Y aunque no lo dice expresamente, el mismo Jesús es el mejor modelo que tenemos.

Por supuesto, Jesús no quiere trampas ni corrupciones. Entonces ¿por qué elige como protagonista de la parábola a un hombre corrupto? ¿No podía haber elegido a un hombre justo? Los tenía a mano. Es verdad. Pero, precisamente en esta nueva ruptura –cuales es la de no elegir a una persona honrada- hay otra importante clave. Se ve en la sentencia que pronuncia Jesús al final, después de la parábola. Los hijos de este mundo son más sagaces con su gente que los hijos de la luz.

Jesús ha visto esa realidad. Lo que nos enseña es fruto de su observación. Y le lleva a pedirnos que ganemos a los hijos del mundo en sagacidad y dinamismo, porque el Reino de Dios nos necesita. Él, personalmente, era más sagaz y dinámico que los hijos de este mundo. Así nos quiere a nosotros.

Desgraciadamente la gran asa de los cristianos de hoy son activos en la oración de petición y en la devoción a la Virgen; pero son pasivos para la misión y el Reino de Dios; es decir, para proseguir la causa de Jesús en el mundo. Y una de las razones principales, si no la principal, es la pasividad a la que se les ha sometido a los laicos durante casi dos mil años, más o menos desde el siglo tercero. Una pasividad confirmada rotundamente por un papa que está canonizado. Veamos lo que escribió.

‘Dice la Escritura que la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo administrado por los pastores; una sociedad desigual, en la que solo en la jerarquía reside el derecho y la autoridad del gobierno’. “El deber de la multitud es aceptar ser gobernados y seguir obedientemente la dirección de los pastores”. (Pío X. Vehementer nos, 1906). (Lo que está con una comilla es un extracto. Lo que está con las dos comillas es textual.

Después del concilio, las laicas y laicos se han vuelto activos para tareas eclesiales al servicio del clero. Su misión social en el mundo civil y desde el mundo, iniciada con la clase trabajadora, desapareció en ese mismo tiempo.

¿Qué seglares están dispuestos a reiniciar la misión en el mundo civil, que solo ellos pueden realizar? “Los laicos están llamados, particularmente, a hacer presente y operante a la Iglesia en los lugares y situaciones en los que ella no pueda ser sal de la tierra si no es a través de los laicos” (LG 33 b). Es un claro llamamiento de Cristo a laicos y a clérigos.

PLEGARIA

La astucia y el candor

Para astucia la tuya, Jesús mío,

pues pones de modelo a un hombre sin escrúpulos,

que ha apagado el candil de la conciencia.

¿Quién oculta la luz del firmamento

y nos manda subir a la Montaña

por un sendero retorcido?

Quizás estás buscando provocarnos.

Y lo consigues, vaya que si lo consigues.

Tiene gracia la cosa:

con narraciones indecentes,

nos estimulas a la astucia honesta.

Eres artista en la provocación,

poeta del amor y el desafío.

Nos desconciertas con historias de corruptos,

por sacarnos del sueño de la pasividad.

Nos golpeas el alma, como Moisés la roca,

esperando que brote de nuestros corazones

el agua de la astucia y el candor

de la serpiente y la paloma.

Envíanos, Señor, el viento de tu Espíritu

que agite nuestras aguas estancadas,

nos avive el rescoldo de la fe,

y nos levante del amor adormecido,

para cambiar el mundo viejo en nuevo.

TO 25 C Lc 16,1-13

Volver arriba