Bajo apariencia de una nueva democracia, se introduce, a veces, un totalitarismo sectario Sanchismo, democracia y totalitarismo

Sanchismo, democracia y totalitarismo
Sanchismo, democracia y totalitarismo

"La Presidenta en Baleares no supo liberarse de sus ‘impresentables socios’: Podemitas y Nacionalistas. Cosechó la derrota más amarga"

"Su supuesto socialismo y su supuesta adhesión a la democracia serían, como estaba ya predicho en junio de 1948, las vías por las que su gobierno, a lo largo de dos legislaturas, ha ido corrompiendo y envileciendo la sociedad balear hacía un claro totalitarismo sectario"

"Hemos asistido, a veces inconscientemente, a la expansión de la sombra obscura de posiciones totalitarias en entornos formalmente democráticos"

"… estaba muy harto de levantarme cada día para ‘encontrarme’ con alguien que me decía lo que podía hacer y lo que no, como debía hablar, qué palabras debía evitar, 'eso es correcto y eso no lo es'"

"Los rasgos característicos del totalitarismos son: 'todo se presenta como político', 'todas las cosas se tornan públicas' y se aplica, sistemáticamente, 'a la destrucción de la vida privada, al desarraigo del hombre respecto del mundo, a la anulación de su sentido de pertenencia al mundo'"

"¿Entiendes ahora el por qué de tantas reticencias, explicitadas por el PP, para incluir a VOX en los gobiernos y ayuntamientos?"

"Deposita tu indignación con todo lo que representa en la urna el próximo 23-J. ¿Cómo? No apoyando las listas sanchistas"

La semana pasada, ‘el cronista maldito’ recordaba, en su celebrada columna en UH, estas preocupaciones de Armengol, no obstante haber salido, en su opinión, bien parada de la gestión de la pandemia: “Ella sí sabe leer la historia. No olvida que Churchill derrotó al nazismo y ganó la guerra, pero después perdió las elecciones. Le urge, a la presidenta, liberarse de sus impresentables socios. Sólo así podrá encarar con posibilidades de éxito lo que queda de legislatura”. Enhorabuena, amigo.

El diagnóstico se ha visto hecho realidad. Al menos, en parte. En efecto, ni pudo -tampoco creo que se le ocurriese- desprenderse de tan ‘imprensentables socios’, ni le sonrió el éxito en el proceso electoral. Hubo de conformarse con el elixir de la derrota más amarga. Y, todo -en este aspecto, disiento de Miguel Segura- porque Armengol nunca ha dado muestras fehacientes de atesorar la capacidad necesaria para leer la historia ni tampoco ha demostrado una específica inteligencia política. Su formación profesional (farmacia) no es, en principio, la más idónea para moverse con soltura en el mundo de la historia y la política.

La prueba contundente del estado de ignorancia activa, con que accedió al gobierno en Baleares, radica precisamente en la personalidad de los socios elegidos. Ni fue consciente de los riesgos que corría, ni sus abundantes corifeos mediáticos y propagandísticos se lo advirtieron (estaban en blanco), ni tan siquiera llegó a intuir la profecía totalitaria de Orwell en su novela 1984. Ella misma se metió, de hoz y coz, en el laberinto. Su supuesto socialismo y su supuesta adhesión a la democracia serían, como estaba ya predicho en junio de 1948, las vías por las que su gobierno, a lo largo de dos legislaturas, ha ido corrompiendo y envileciendo la sociedad balear hacía un claro totalitarismo sectario.

Es más, en esta misma línea de desconocimiento de las claves para un buen gobierno en Baleares, la Sra Armengol -¡lo que le faltaba!- se echó en brazos de Pedro Sánchez. ¡Otro que tal baila! Ambos con el mismo problema. Ambos con socios impresentables y ambos, en consecuencia, con niveles, más que notables, de ejercitarse en el desgobierno y hasta en el caudillaje. No fue extraño, en consecuencia, que se haya hecho realidad aquel dicho de ‘Dios los cría y ellos se juntan’. Ambos empeñados, víctimas de sí mismos y de sus socios, en derivar la democracia liberal a un sistema con claros ribetes autoritarios o autocráticos. Ambos partícipes de la ideología según la cual la justicia social y la liberación del hombre, como diría Vargas Llosa, son ‘indisociables del marxismo como filosofía y del comunismo como práctica’. No es necesario poner ejemplos. Todo el mundo está al cabo de la calle. La mayoría del pueblo balear acreditó, en las pasados elecciones autonómicas y municipales, estar al día de la situación creada por la izquierda y votó en consecuencia.

En toda esta innegable contradicción, hay además que tener muy presente que la posterior aparición del populismo y el retorno del nacionalismo han venido a propiciar el acierto pleno de las profecías de Orwell. Asistimos, a veces inconscientemente, a la expansión de la sombra obscura de posiciones totalitarias en entornos formalmente democráticos. No hay más que echar una mirada a Latinoamérica, a ciertos países en Europa y, por desgracia, a España, para contemplar cómo la profecía totalitaria se está cumpliendo. ¿Te parece exagerado? No te precipites en el juicio. Mira a los socios, incluso preferentes, de Pedro Sánchez y de la misma Armengol -Podemitas y Nacionalistas-, y verás como han gestionado un modo de gobierno, que te ha hecho sentir vergüenza ajena. Tú mismo has experimentado y padecido, a nivel nacional y de Baleares, el sectarismo, la prepotencia y la arbitrariedad, impulsados desde la incompetencia, la manipulación y la mentira. Así lo has visto, lo has valorado y lo has rechazado sin paliativos en el reciente proceso electoral.

Como cuenta este mismo miércoles el ‘cronista maldito’, se perciben, en los Ayuntamientos recién constituidos, ‘buenas vibraciones’, una ‘atmósfera … completamente distinta’, una ‘sensación de liberación’, que ojalá se prolongue en el tiempo. Y es que “…la ciudadanía en general -también algunos sectores de la izquierda- se sentía oprimida, ahogada, y ahora es como si le hubiesen quitado un corsé. Yo mismo tengo este sentimiento: estaba muy harto de levantarme cada día para ‘encontrarme’ con alguien que me decía lo que podía hacer y lo que no, como debía hablar, qué palabras debía evitar, ‘eso es correcto y eso no lo es’. El personal -me dicen que especialmente los jóvenes y los mayores- estaba hasta la coronilla de prohibiciones, sermones laicos, admoniciones de todo tipo e incluso amenazas, a veces nada veladas”. ¡Cierto! Totalitarismo e ideología sectaria y destructiva.

Para completar estas impertinentes reflexiones, permíteme, estimado lector, que te sugiera algunos rasgos característicos del totalitarismo, que te ayuden a detectar esta lacra que está llevando al mundo a la locura. Lo haré con palabras de Manuel Cruz en la Introducción al libro de Hannah Arendt (La condición humana, Barcelona, 2022. La 1ª edición fue de 1993). Después, tú mismo deberás, en cada caso, discernir y juzgar.

El primero de ellos consiste en que ‘todo se presenta como político’. Esto es, lo jurídico, lo económico, lo científico y hasta lo pedagógico. Todo es político. El segundo, como derivada lógica, consiste en que ‘todas las cosas se tornan públicas’. Y el tercero consiste en que un gobierno de estas características ‘se aplicará, sistemáticamente, a la destrucción de la vida privada, al desarraigo del hombre respecto del mundo, a la anulación de su sentido de pertenencia al mundo’.

No dudo que todos estas ideas te suenan y mucho. No dudo que recuerdas con asombro como, con la excusa de propiciar una democracia avanzada, han puesto en cuestión el mismo estado de derecho y la división de poderes. Sabes perfectamente que, en ocasiones, exigieron, incluso desde los respectivos gobiernos y partidos que los sustentaban, la sumisión y el sometimiento pleno de los jueces a la voluntad de los políticos, aunque hubiese que marginar la legalidad. Estoy seguro, no dudo de ello, que tienes en mente el espectáculo protagonizado con la Ley del sí es sí al igual que tienes presente las graves acusaciones vertidas sobre los jueces por defender la legalidad. Y todo porque, según los nuevos demócratas, no habían sido elegidos como ellos, los políticos.

No lo dudes. Aunque parezca increíble, aunque doren la píldora con dulces palabras, aunque se les haga la boca agua con el nuevo espíritu democrático, aunque haya quien, de modo interesado para sus fines políticos, se acerque a las posiciones más abiertas del papa Francisco, no hay que caer en la trampa. Hay que resistir y no permitir que nos rapten la capacidad de decidir nuestra vida. Siempre vigilantes. Siempre alejados del aislamiento y la soledad con que nos quieren envolver. ¿Entiendes ahora el por qué de tantas reticencias, explicitadas por el PP, para incluir a VOX en los gobiernos y ayuntamientos?

Ya lo sabes. Ahora toca rematar la faena. Pedro Sánchez te garantiza más de lo mismo. Seguirá profundizando en sus políticas y nos llevará, en todos los órdenes de la vida personal y colectiva, al desastre. No dudes. Son ciertos tus temores. Obra en consecuencia. Deposita tu indignación con todo lo que representa en la urna el próximo 23-J. ¿Cómo? No apoyando las listas sanchistas.

Camino

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