El espacio Sabadell de Madrid acogió la presentación del 'diario de la pandemia' de Auxi Rueda Atrincherados: una pandemia que nos cambió la vida... ¿para mejor?

Presentación del libro de Auxi Rueda en el espacio Sabadell
Presentación del libro de Auxi Rueda en el espacio Sabadell

Faustino Catalina:  "Muchas cosas no solo no han mejorado, sino que han tomado caminos preocupantes de polarización". "No hay que perder la esperanza: ha que convertirse y convencerse, alimentar nuestra esperanza hacia el futuro"

Gil Tamayo: "Que la pandemia nos lleve a darnos cuenta de esa gran lección: que somos dependientes de Dios y de los demás"

Que si comunión en la mano o en la boca, que si recomendaciones sanitarias.... "A veces parecía que dábamos más un diagnóstico que una palabra de esperanza". Que si se cerraban los templos... "Ahora lo comprendo con el paso del tiempo, pero fue muy complicado hacer entender a la gente esto". O el virus que se llevó por delante a tres cuartas partes de las monjas adoratrices. "Creo que la imagen de la Iglesia salió muy reforzada de la pandemia"

'Atrincherados: una pandemia que nos cambió la vida'.Auxi Rueda, directora de comunicación de la diócesis de Ávila, presentó esta tarde, en el espacio Sabadell de Madrid, su primer libro, un diario personal, y profesional, sobre la pandemia. Cinco años después, tan lejos, pero tan cerca. Momentos de incertidumbre, dolor, distintos ritmos, lejanía con los seres queridos, muerte y soledad. Pero también de esperanza, de trabajo, de vivencias inolvidables. Todo ello, lo bueno, lo malo, desde un punto de vista profesional, pero también personal, recoge este 'Diario de la pandemia'.

"Tienes que mirar más allá de las murallas", le dijo el entonces obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, a Auxi, cuando marchó a su nuevo destino en Granada. Esto hizo la periodista esta tarde, reivindicando la comunicación institucional en la Iglesia, especialmente en momentos tan graves como los de la pandemia que arrasó con todo durante meses y dejó una profunda huella en todo el mundo.

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Un diario escrito desde el 5 de marzo al 26 de mayo, el día en que físicamente "volví a sentarme en el despacho del Obispado". "Cuando quieres volver, la vida te recuerda que todo se paró", reflexionó. "Plasmo lo que soy, y también lo que es la Iglesia". "Recordar es volver a pasar por el corazón", insistió Auxi Rueda. "He hecho un proceso de coger todo aquello, volver a pasarlo por el corazón, volver a sentir, a emocionarme".

Presentación del libro de Auxi Rueda
Presentación del libro de Auxi Rueda

Un diario de incredulidad, angustia, miedo, "sobre todo incertidumbre, no saber cómo enfrentarme a las cosas". Un diario de curvas, de sombras pero también de luces. "Y de ayudar en lo que pueda". Con un momento clave: la enfermedad de José María Gil Tamayo, el primer obispo infectado por Covid-19. Y que estuvo muy cerca de morir ese día. "Perdió 22 kilos" recordó Auxi.

Más retos: que si comunión en la mano o en la boca, que si recomendaciones sanitarias.... "A veces parecía que dábamos más un diagnóstico que una palabra de esperanza". Que si se cerraban los templos... "Ahora lo comprendo con el paso del tiempo, pero fue muy complicado hacer entender a la gente esto". O el virus que se llevó por delante a tres cuartas partes de las monjas adoratrices. "Creo que la imagen de la Iglesia salió muy reforzada de la pandemia", analizó la comunicadora.

"¿Hemos salido mejor o peor? Tengo mis dudas", reflexionó Auxi Rueda. "Hemos aprendido que no somos nada y que somos vulnerables". "Tal vez hemos olvidado que la 'nueva normalidad' es abrirnos a un mundo mejor para todos", finalizó.

Ejerció como anfitrión el periodista de COPE Faustino Catalina, quien agradeció a Auxi haber puesto pausa a un momento como el de la pandemia, en un mundo en el que la prisa nos supera, y donde no solemos detenernos a conversar. "Vivimos en tiempos de vértigo, ante pantallas que nos rodean y nos aislan", planteó el comunicador, quien insistió en que "vivimos en otra pandemia: la de la soledad". Frente a ello, animó a "parar", como sucedió hace ahora cinco años. En este caso, obligado. Y que permitió el diario íntimo y personal de Auxi Rueda, 'Atrincherados: la pandemia que nos cambió la vida'.

Un diario de 78 jornadas, desde lo humano, y también desde lo profesional (debió ser duro ser jefe de prensa en una diócesis que tuvo que cerrar sus templos, como todas las de la Tierra), sobre la soledad, y también sobre la compañía. Y sobre su obispo, José María Gil Tamayo, contagiado de Covid. "Fueron días de no perder la paciencia, de rezar, de responder", subrayó Catalina. 

Con las iglesias cerradas, pero con la Iglesia en movimiento. "La Iglesia no cerraba nunca", recordaron Catalina y Auxi Rueda. Otra cosa es que se contara bien. "La Iglesia se convirtió en el hospital de campaña, en una fábrica de creatividad" durante aquellos días. Y la imagen del Papa Francisco, solo, en esa recordada Statio Orbis. 

Días que trajeron nuevos retos, con una Semana Santa on line, y desafíos, sobre cómo gestionar esta crisis "única y desconocida", con casi mil muertos diarios, los niños en casa, los aplausos a las ocho de la tarde. La cancelación de las comuniones y la salida de los más jóvenes tras 43 días sin salir a la calle. Unos días en los que vivimos "atrincherados, fortificados, blindados contra el exterior, donde el enemigo tenía un nombre: Covid 19" cerró Catalina, quien se preguntó si hemos salido mejores. "Muchas cosas no solo no han mejorado, sino que han tomado caminos preocupantes de polarización". "No hay que perder la esperanza: ha que convertirse y convencerse, alimentar nuestra esperanza hacia el futuro".

Presentación del libro de Auxi Rueda
Presentación del libro de Auxi Rueda

Los peores momentos que hemos vivido

Junto a la autora, el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, quien reveló su amistad con la periodista, compañera de la escuela. "El libro se devora, y nos permite conocer a la persona que está detrás de esta profesional", recalcó el alcalde. "Es una persona íntegra, sencilla, una gran profesional, y sobre todo es una madre de familia".

El libro "cuenta un relato de los peores momentos que hemos vivido en nuestros días". "Juntos hemos vivido momentos muy difíciles, en Ávila nos conocemos todos", subrayó, haciendo hincapié en la situación de salud del obispo Gil Tamayo (hubo un fin de semana especialmente frágil), y del resto de enfermos. "Ojalá no nos hubiéramos enterado de tanto. En cuestión de minutos los que estaban bien, aparecían fallecidos", añadió.

No estuvo, pero se le escuchó: gracias a Faustino Catalina, uno de los protagonistas del libro, Txomin Pérez, delegado de medios de Palencia, que compartió con Auxi sinsabores (los dos tuvieron a sus obispos ingresados), compañía y profesionalidad. "Mis recuerdos fueron los tuyos", se escuchó a través del teléfono. También emocionado, se escuchó la voz de Gil Tamayo, por aquellos años obispo de Ávila. "He recordado momentos difíciles en mi vida, pero he recordado la gente maravillosa como tú, una gran profesional, una gran amiga, una gran mujer". "Que la pandemia nos lleve a darnos cuenta de esa gran lección: que somos dependientes de Dios y de los demás".

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