Un "programa hacia la no violencia activa" en Paulinas Las Bienaventuranzas: camino a la felicidad

Felicidad-felicidad solo hay una. Y además la palabra  se escribe y se pronuncia  en todas y cada una de sus sílabas con los caracteres y acentos propios y determinantes de las letras que gramaticalmente son conocidas  como  “grandes” o  mayúsculas. Pero lo que pasa es que se habla y se reflexiona acerca de la felicidad  con ligerezas, impropias de los seres pensantes, habiendo aceptado antes la multiplicidad de  su existencia sin apenas captar siquiera algunas de las cualidades y características que les son esenciales.  Y es que, en esto, como en tantas otras cosas, nos conformamos con poco. A veces, con nada. Con una pizca de imaginación y mucho  de laxitud, nos basta y nos sobra.  Con harta frecuencia llamamos felicidad aún a aquello que de por sí jamás lo será por así rechazarlo la propia definición de los conceptos sobre los que se asienta.

Pergeñada esta reflexión, lo primero que se deduce es que los caminos que se nos trazan –y que trazamos- desde cualquier perspectiva existencial, para alcanzar tan imposible felicidad, son muchos, caros o baratos –según- , pero equivocados y sempiternamente, al margen de si fueron trazados solo por los cielos o solo por la tierra, es decir, entre nubes y estrellas, o entre platos gastronómicos  y cuentas bancarias.

Y precisamente en este segmento de la constante preocupación por buscar la felicidad, y los caminos para poseerla en la medida y proporción que les corresponde a las personas, en consonancia con el plan de Dios, “Ediciones Paulinas”, con su correspondiente “Nihil Obstat” canónico, acaba de editar el libro “Las Bienaventuranzas”- Camino a la felicidad“, con el explicativo y práctico subtítulo de “Programa hacia la no violencia  activa”. El libro  cuenta con 168 páginas de fácil y educadora lectura y adelanto que se lee, se entiende  y hasta es posible su práctica con grata y resplandeciente satisfacción, sin perder de vista estos tiempos de dudas tan desasosegantes, todas de por sí generadoras de  infelicidad.

No poca confianza proporciona en esta tarea saber que el autor del libro  es Mons. Rodrigo Mejía, miembro de la Compañía de Jesús, nacido en Medellín –Colombia- , doctor  en Teología por la Universidad  Gregoriana de Roma, misionero en el Congo y en Kenia, Superior  de los Jesuítas  en la Provincia de África Oriental, consagrado obispo y vicario apostólico  de Sodo-Hosanna, en Etiopía. Vida y estudios que aportan garantías sublimes como para firmar un libro con la temática de las Bienaventuranzas bíblicas y su traducción e interpretación exigente a las realidades en que han de anidar  fórmulas serias  de ser felices, haciendo felices a los demás y, por tanto, a Dios.