La colección se enriquece con este título de Mariela Martínez Higueras 'Haced discípulos', un nuevo título para la Biblioteca Midrásica

Olga Ruiz Morell
Olga Ruiz Morell

Escrita por Mariela Martínez Higueras, Haced discípulos' está basada en la tesis que en su día defendió la autora en la Facultad de Teología de Granada bajo la dirección del profesor Antonio Rodríguez Carmona

La obra está estructurada en siete capítulos y pretende profundizar en el tema del discipulado en el evangelio de Mateo a la luz del discipulado que encontramos en la literatura rabínica

La buena estructuración de la obra, así como la presentación de una serie de conclusiones al final de cada capítulo, que nos permiten hacernos una síntesis de lo estudiado en cada uno de ellos, muestran la calidad científica de la obra

(Editorial Verbo Divino).- La colección Biblioteca Midrásica de Editorial Verbo Divino se enriquece con una nueva obra, 'Haced discípulos. El discipulado en el evangelio de Mateo a la luz de la literatura rabínica', escrita por Mariela Martínez Higueras.

Esta obra abre una nueva etapa de la colección, que hasta este volumen estaba dirigida e impulsada de manera magistral por el profesor Miguel Pérez Fernández, quien da ahora el relevo a Olga Ruiz Morell, siempre bajo el auspicio y la supervisión de la Asociación Bíblica Española (ABE).

La autora de este nuevo volumen, Mariela Martínez Higueras es doctora en Teología Bíblica y enseña Sagrada Escritura en el Centro Superior de Estudios Teológicos (CSET) San Pablo de la Diócesis de Málaga y en el Instituto de Teología Lumen Gentium de la Archidiócesis de Granada.

La “Biblioteca Midrásica” recoge un amplio número de publicaciones en español de textos del judaísmo clásico y estudios sobre la lengua, literatura e historia del período rabínico. Abierta a las relaciones con la literatura neotestamentaria e intertestamental, se ha ofrecido siempre como lugar de encuentro de estudios y lectores judíos y cristianos.

'Haced discípulos' está basada en la tesis que en su día defendió la autora en la Facultad de Teología de Granada bajo la dirección del profesor Antonio Rodríguez Carmona. La obra está estructurada en siete capítulos y pretende profundizar en el tema del discipulado en el evangelio de Mateo a la luz del discipulado que encontramos en la literatura rabínica. Ambos movimientos beben de la tradición veterotestamentaria y convergen históricamente en el tiempo: mientras se está escribiendo el evangelio de Mateo, está naciendo históricamente el discipulado rabínico. De esto da testimonio el mismo evangelio al presentar de forma explícita el discipulado de Jesús en contraste con el discipulado rabínico (Mt 8,18-22; 23,8-10), aunque este hilo conductor recorrerá implícitamente todo el relato mateano.

“Hay cuatro tipos de discípulos:

aquel que es rápido para escuchar y rápido para olvidar:

su ganancia se desvanece con su pérdida;

aquel que es duro para escuchar y duro para olvidar:

su pérdida se desvanece con su ganancia;

aquel rápido para escuchar y duro para olvidar: es el sabio;

aquel, duro para escuchar y rápido para olvidar:

es la peor parte”.
(Ab 5,12).

Con este texto del tratado de Abot abre nuestra obra haciendo una declaración de intenciones del análisis que va a realizar. Su objetivo es profundizar en el tema del discipulado en el evangelio de Mateo a la luz del discipulado que encontramos en la literatura rabínica. Ambos movimientos, beben de la tradición veterotestamentaria y convergen históricamente en el tiempo, mientras se está escribiendo el evangelio de Mateo, está naciendo históricamente el discipulado rabínico. De esto, da testimonio el mismo evangelio al presentar de forma explícita el discipulado de Jesús en contraste con el discipulado rabínico (Mt 8,18-22; 23, 8-10), aunque este hilo conductor recorrerá implícitamente todo el relato mateano.

El libro, tras una introducción, en la que presenta el método de estudio llevado a cabo, así como su fundamentación, aparece estructurado en siete capítulos. En los dos primeros, de carácter contextual, se analiza primeramente el concepto maqhth,j, sus usos antecedentes y contemporáneos al Nuevo Testamento y, en segundo lugar, el contexto marco en el que nace el talmîd (discípulo) rabínico, así como sus características y su formación.

Los tres capítulos centrales (3,4,5) estudian los textos sobre el discipulado en tres obras, dos de ellas rabínicas: el tratado de Abot, la Mekilta de R. Yismael, y el evangelio de Mateo, para cuyo análisis se han seguido los siguientes bloques temáticos, a saber:

Origen del discipulado

Objetivo del aprendizaje: ¿para qué aprender?

Relación estudio-aprendizaje

Dos figuras imprescindibles en el aprendizaje: maestro y compañero

El discípulo: cualidades/exigencias/condiciones, metodología, ética

Asamblea y Torá

El yugo del discípulo

¿El discípulo, hijo?

El sexto capítulo nos presenta los contactos entre el discipulado del evangelio de Mateo y el discipulado rabínico que encontramos en Abot y Mekilta. Queremos precisar que la autora habla de contactos, y no de dependencias de unos textos sobre otros, ya que esto no sería posible. El empeño ha sido constatar semejanzas y diferencias del discipulado en la obra mateana con respecto al que aparece en los textos rabínicos. Así se ha pretendido obtener con mayor nitidez una imagen del discipulado en el evangelio de Mateo.

Por último, un capítulo, en el que se presenta a modo de síntesis, una serie de conclusiones sobre el discipulado en general, el discipulado en el evangelio mateano, así como las semejanzas y las diferencias entre el discipulado de Mateo y el discipulado de Abot y Mekilta, que nos permiten dibujar con nitidez la imagen del discípulo de Jesús en el evangelio de Mateo.

La expresión común en ambas literaturas “haced discípulos”, que da nombre a la obra, refleja cómo la institución discipular aparece al servicio de la transmisión de la tradición del maestro. Sin embargo, la identidad de los maestros y del Maestro, hará que ambos tipos de discipulado se sitúen en planos existenciales y teológicos totalmente diferentes, como señala la autora.

La buena estructuración de la obra, así como la presentación de una serie de conclusiones al final de cada capítulo, que nos permiten hacernos una síntesis de lo estudiado en cada uno de ellos, muestran la calidad científica de la obra. Esto, junto a la abundante bibliografía consultada, tanto del mundo rabínico como del primer evangelio, hacen de esta obra un buen libro de gran interés para quienes quieran acercarse al mundo del discipulado tanto en el evangelio de Mateo, como en el mundo rabínico tannaíta.

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