El periodista vaticanista publica 'Dios nos quiere', uno de los primeros libros sobre el papa Prevost Jesús Colina: "León XIV dará en la Iglesia una dimensión comunitaria fuerte"

El periodista vaticanista Jesús Colina ha publicado 'Dios nos quiere', uno de los primeros libros sobre el papa Prevost
Publicado en castellano por el sello Libros Libres, la obra repasa la vida, el pensamiento y los grandes desafíos que esperan al 267.º sucesor de Pedro en un mundo donde, a pesar de la disminución de la influencia de la Iglesia, la mirada de este vaticanista experto sabe encontrar signos de esperanza
| Jordi Pacheco
(Agencia FLAMA).- El pasado 13 de mayo de 2025, fiesta de la Virgen de Fátima y cinco días después de la elección de Robert Francis Prevost como papa León XIV, finalizó el proceso de edición del que sería uno de los primeros libros sobre el pontífice americano,Dios nos quiere, del periodista vaticanista Jesús Colina. Publicado en castellano por el sello Libros Libres, la obra repasa la vida, el pensamiento y los grandes desafíos que esperan al 267.º sucesor de Pedro en un mundo donde, a pesar de la disminución de la influencia de la Iglesia, la mirada de este vaticanista experto sabe encontrar signos de esperanza.
-¿Cómo fueron estos cinco días de escritura frenética?
-Hay capítulos que pude preparar previamente, con tiempos, que son los que hacen referencia a la situación global de la Iglesia católica hoy y sus principales retos. Para mí era importante comprender cuál es la situación real a partir de las cifras, de forma que elaboré un estudio basado en datos objetivos, comparando la información disponible relativa a los últimos 25 años sobre temas como el bautismo, el clero, los religiosos y religiosas, las universidades, los centros hospitalarios… Todo esto para entender con más profundidad qué es la Iglesia que tiene que liderar León XIV.
-¿Y a qué conclusión llegó?
-Por un lado, hay motivos de preocupación, especialmente en Europa y en el mundo occidental en general, que tienen que ver sobre todo con el envejecimiento del clero y la carencia de vocaciones religiosas. Pero esto no nos tiene que hacer perder de vista otras realidades interesantes que se están produciendo dentro de la Iglesia. El año 2023, según el Anuario de la Santa Sede, era más grande el número de misioneros laicos comprometidos a tiempo completo que el número total de curas en el mundo. Y esto está cambiando el rostro de la Iglesia. La famosa renovación que llevó el Vaticano II con la incorporación de la figura de los laicos ahora se empieza a notar numéricamente.

"Hay motivos de preocupación, especialmente en Europa y en el mundo occidental en general, que tienen que ver sobre todo con el envejecimiento del clero y la carencia de vocaciones religiosas"
Otra conclusión que me ha sorprendido es que el país con un número más alto de seminaristas no es Polonia, Italia, México, donde el catolicismo es mayoritario, sino India, donde solo el 1,3% de la población se reconoce como católica. Hay también otras regiones del mundo donde la Iglesia manifiesta una gran vitalidad, a pesar de ser minoritaria y estar perseguida. En países de África como República Democrática del Congo o Nigeria, el catolicismo crece mucho más de lo que nos podríamos imaginar. Por lo tanto, este estudio permite comprender que hay luces y sombras, y que es importante ver las luces, que son motivos de esperanza y permitirán al pontífice hacer palanca para promover el cristianismo.
-Entonces, la parte del libro que tuvo que escribir con más rapidez fue la biografía. ¿Qué destacaría, del perfil evolutivo vital de Robert Prevost?
-Su biografía es muy rica. Tiene una personalidad con una formación académica impresionante, con cuatro carreras y un doctorado. Una experiencia misionera en Perú que hace de él un personaje sumamente atractivo; ha hecho la vuelta al mundo como prior general de los agustinos, lo cual le ayudó a comprender no solo la orden sino toda la Iglesia universal en los cinco continentes. Después trabajó en el Vaticano en uno de los cargos más importantes, como máximo responsable del proceso de elección de obispos, donde tuvo ocasión de acompañar obispos en situaciones complicadas.
"Su biografía es muy rica. Tiene una personalidad con una formación académica impresionante. Una experiencia misionera en Perú y luego trabajó en el Vaticano en uno de los cargos más importantes, como máximo responsable del proceso de elección de obispos"
La biografía no me ha dado problemas, en cambio, introducirme en su pensamiento, saber cuáles son los temas importantes para él, que lleva en el corazón y que le servirán de inspiración para renovar la Iglesia, me ha resultado algo más complejo. Robert Prevost no ha escrito ningún libro, de forma que, para paliar la carencia de fuentes concretas donde poder analizar su pensamiento, busqué homilías suyas como obispo en Perú. Al principio no sabía muy bien cómo encajarlo, pero enseguida vi que si tomaba temas centrales de San Agustín podía llegar a conocer el pensamiento de Prevost, por el cual está marcado como hijo espiritual suyo, como es evidente.

-León XIV parece llamado a hacer equilibrios entre tradicionalismo y progreso. ¿Cómo piensa usted que podrá lidiar con este factor teniendo en cuenta que la unidad es de una gran importancia para él?
-Los cardenales vieron en él una persona humilde y servidora de la unidad. En el tiempo que hace que está en el pontificado su expresión más recurrente ha sido la de tender puentes, que es la función principal del pontífice. El primer factor que marcará su pontificado será su personalidad y formación: si analizas los pontificados anteriores, te das cuenta de que el ejercicio del ministerio petrino depende en gran medida de estos factores. Es decir, León XIV no será una copia de Francisco, ni de Benedicto XIV ni de Juan Pablo II ni de ningún otro papa. En este sentido, el hecho de ser norteamericano y tener una formación tan extraordinaria hace de él alguien con un gran respeto por las instituciones y de las personas. En este sentido, habrá continuidad en la tradición.
Otro aspecto decisivo será el pensamiento de san Agustín de Hipona, que para él lo condiciona todo, porque expresa su manera de comprender el mundo, a Dios y a la Iglesia. Esto implica un cristianismo existencial que solo tiene sentido en el encuentro personal con Cristo y se concreta en la Iglesia, comunidad de seguidores de Jesús. Y que para ser seguidor tienes que hacerlo en la Iglesia, puesto que sin ella no eres propiamente cristiano. Por lo tanto, León XIV dará en la Iglesia una dimensión comunitaria fuerte, lo cual será importante en momentos en que la soledad es uno de los elementos descriptivos de nuestra sociedad. En definitiva, la personalidad, la formación y la espiritualidad de Robert Prevost serán los elementos que permitirán comprender la evolución de su pontificado.
-Robert Prevost fue muy promocionado por el papa Francisco, que se fijó en él antes de que muchos de los cardenales lo acabaran votando en el cónclave y, por supuesto, antes de muchos periodistas que hacían quinielas de papables. ¿Se puede decir que el principal artífice de la elección de Prevost ha sido el papa Francisco?
-Efectivamente. Francisco pensó para él cosas absolutamente inauditas. Pensó al hacerlo obispo para una diócesis misionera latinoamericana después de su etapa como prior general de la Orden de San Agustín, cuando estaba en Chicago, dedicándose a la promoción de las vocaciones y la formación de los religiosos agustinos. Y esto que cuando Francisco fue elegido papa, Prevost dijo que él no sería nunca obispo, porque cuando iba a Buenos Aires y se encontraba con el entonces cardenal arzobispo Bergoglio, acostumbraba a discrepar con él.
"Prevost dijo que él no sería nunca obispo, porque cuando iba a Buenos Aires y se encontraba con el entonces cardenal arzobispo Bergoglio, acostumbraba a discrepar con él… Sin embargo, no solo lo hizo obispo, sino que lo situó al frente del Dicasterio de los obispos. Con estos gestos, Francisco decía que con aquel hombre se tenía que contar"
Sin embargo, no solo lo hizo obispo, sino que lo situó al frente del Dicasterio de los obispos y lo nombró miembro de casi todo el resto de dicasterios. Además, lo creó cardenal obispo, un cargo honorífico que a nosotros no nos dice nada, pero que tiene un peso específico, puesto que el paso de cardenal de diácono a cardenal obispo es un proceso que acostumbra a durar unos diez años (y tiene que pasar por presbítero). Y a él lo pasó directamente, en dos años. Con estos gestos, Francisco decía que con aquel hombre se tenía que contar y preparó el terreno para que fuera así.
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-Una de las conclusiones que apunta usted en el libro es que “el cristianismo no ha hecho más que empezar”. Es un buen augurio. ¿Por qué?
-Cuando vimos León XIV en la fachada de Sant Pere recibimos un impulso de esperanza. Vivimos en un cambio de época, no en una época creativa, y en este contexto las minorías creativas son las únicas capaces de inspirar las personas. El cristianismo tiene la capacidad de inspirar, la fuerza para ofrecer un sentido de vida en este momento de la historia, donde el problema más grande, especialmente en Occidente, es la carencia de sentido en las vidas de las personas.
-¿Y cómo cree que se puede continuar siendo esta minoría creativa inspiradora?
-No lo sabemos todavía, pero en la historia de la Iglesia ha habido momentos en que esto ha sido así, no solo con los primeros cristianos, también con el monaquismo, los franciscanos, las órdenes religiosas, los concilios, momentos en que el cristianismo se ha puesto a la adalid del mundo. Desconocemos cómo serán los próximos años, pero existen los elementos para que el evangelio continúe dando vida en las personas. No olvidemos que nunca ha habido tantos cristianos comprometidos como hoy en día, en tantos países y continentes. No vivimos en un mundo poscristiano, sino en un mundo de poscristiandad, en el cual la Iglesia ya no es mayoritaria, no es un régimen y no tiene influencia social, pero precisamente por eso es más verdadera, evangélica y, a parecer mío, más capaz de transmitir esperanza.
"No vivimos en un mundo poscristiano, sino en un mundo de poscristiandad"
