Acaba de publicar, junto a Oscar Martín sj, 'Conversación espiritual, discernimiento y sinodalidad' Juan A. Guerrero sj: "No dejé a la Santa Sede más rica, pues no se financia bien y se descapitaliza, pero sí ayudamos a organizar mejor su economía"

Juan A. Guerrero sj
Juan A. Guerrero sj

"Desde los orígenes de la vida cenobítica, pasando por la historia de las órdenes religiosas capitulares, se ha usado algún modo de conversación en el Espíritu y discernimiento en común cuando se ha querido buscar juntos la voluntad de Dios"

"Creo que sí se usa el método en el Sínodo. Y parece que está funcionando bien. Genera comunión, permite tratar los temas sin polarizaciones, teniendo en vistas un bien superior"

"Es verdad que no dejé a la Santa Sede más rica, pues no se financia bien y se descapitaliza, pero sí ayudamos a organizar mejor su economía, con más austeridad, con procesos más transparentes y con más controles y procedimientos para no repetir errores pasados"

"No me sentí nunca atrapado. Siempre me sentí libre. Mi memoria, casi un año después, tiende a quedarse con lo positivo, especialmente con personas. Conocí mucha gente de bien y con algunos hice amistad. Y estar cerca del papa fue un privilegio"

El padre Guerrero, junto al padre Martin acaban de escribir 'Conversación espiritual, discernimiento y sinodalidad' (ST)

Llama la atención el desprendimiento absoluto del padre Juan Antonio Guerrero sj, que, tras ser prefecto de Economía de la Santa Sede, no pidió títulos, honores o birretes, y regresó, como "hijo de obediencia", a un centro de espiritualidad de Salamanca. Y está encantado: "Los temas espirituales siempre me han interesado -bastante más que los económicos-". Y tampoco presume de su etapa como 'amo de los dineros vaticanos'. "Es verdad que no dejé a la Santa Sede más rica, pues no se financia bien y se descapitaliza, pero sí ayudamos a organizar mejor su economía, con más austeridad". De lo único que presume es de Francisco: "Estar cerca del papa fue un privilegio".

Y de vuelta a su centro de espiritualidad, el padre Guerrero, junto al padre Martin acaban de escribir 'Conversación espiritual, discernimiento y sinodalidad' (ST), con prólogo del Papa, en el que explican el método de la conversación en el Espíritu, que se está utilizando en el Sínodo "y parece que está funcionando bien", porque "genera comunión, permite tratar los temas sin polarizaciones". Un método "que puede ser muy fecundo no sólo para el Sínodo sino para la vida eclesial, para reuniones comunitarias, consejos pastorales, congregaciones, capítulos…"

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Libro de Juan A. Guerrero y Oscar Martín


¿Cuál es la finalidad principal que persiguen con su libro usted y el padre Martín?

Prestar un servicio al Sínodo y a la Iglesia, explicando un método, que puede ser muy fecundo no sólo para el Sínodo sino para la vida eclesial, para reuniones comunitarias, consejos pastorales, congregaciones, capítulos… Así nos fue pedido por algunos obispos que lo vieron en funcionamiento, como explicamos en la introducción.   

¿Se conoce suficientemente el método de la 'conversación en el Espíritu' en ambientes eclesiales?

Es probable que muchos vean una novedad en el método tal como lo explicamos. Pero creo que muchos grupos eclesiales podrían decir que estaban usando el método sin saberlo. Es como si dijésemos que no nos habíamos dado cuenta que estábamos hablando en prosa. La conversación en el Espíritu informal o espontánea se da cuando dos o más personas comparten lo que el Espíritu hace en ellas y esto genera comunión o amistad espiritual. Esto siempre se ha dado. En el libro insistimos más en una conversación más pautada, orientada a un discernimiento en común, con sus rondas, disposiciones interiores, etc., como se usa en el Sínodo. Pero puedo suponer que desde los orígenes de la vida cenobítica, pasando por la historia de las órdenes religiosas capitulares, se ha usado algún modo de conversación en el Espíritu y discernimiento en común cuando se ha querido buscar juntos la voluntad de Dios. 

Juan A. Guerrero
Juan A. Guerrero

¿Se está utilizando dicho método en el Sínodo de las mesas redondas?

Creo que sí se usa el método en el Sínodo. Y parece que está funcionando bien. Genera comunión, permite tratar los temas sin polarizaciones, teniendo en vistas un bien superior. La escucha del Espíritu, en el propio corazón y a través de los demás, permite acoger una pluralidad de modos de ver generando armonía y comunión. Las disposiciones interiores son importantes y esto solo Dios sabe. Quizá se pueda ver al final por los frutos.

¿Se debería enseñar a obispos, religiosos, curas y demás agentes pastorales?

El Instrumentum Laboris del Sínodo señala como “prioridad en todos los niveles de la vida eclesial” la formación en este método, en particular de animadores capaces de acompañar las comunidades a practicarlo. Se refiere a “los bautizados, comenzando por los ministros ordenados”. En nuestro centro de espiritualidad de Salamanca ya hemos incorporado en este curso un par de iniciativas de formación en este método.

¿Un método especialmente útil en contextos de polarización social y eclesial, como los que vivimos?

A mí me lo parece. Yo veo que en la Iglesia ha comenzado a hacer bien y nos permite tratar diferencias de un modo que nos lleva a buscar aguas más profundas y limpias que donde se generan las posturas polarizadas. Tengo la esperanza de que esto sea una de las bendiciones que pueda dejarnos este Sínodo. Perdemos mucho tiempo en reuniones en que cada uno defiende las posturas a las que está aferrado. Aquí se apunta un modo de convertirlas en una experiencia espiritual, que nos haga caminar juntos, fomente la comunión y nos lleve a renovar la misión.

Juan A. Guerrero
Juan A. Guerrero

¿En qué consiste la técnica de la doble vuelta en este método?

Cuando tenemos un bien superior, como buscar la voluntad de Dios, podemos evitar la confrontación entre los que defienden A y B. Hay que soltarse de la voluntad propia para encontrar la de Dios. Un día todos buscamos poner en común las razones y los movimientos interiores a favor de A y en contra de B; y otro día, a favor de B y en contra de A. Siempre estamos buscando cómo concretar el bien mayor del mismo lado, sin enfrentarnos, y nos obliga a hacer un proceso interior, saliendo de nuestro propio querer e interés. En el libro lo explicamos más despacio.

El libro ofrece incluso modelos prácticos para adentrarse en el método, ¿verdad?

Sí, y esperamos que ayuden. Pero no podemos absolutizar el método y los modelos prácticos. Dios siempre es Dios, el Espíritu sopla donde quiere, y no podemos pensar que lo tenemos domesticado con nuestros métodos. El mismo Instrumentum Laboris pide cierta adaptación del método a las diferentes circunstancias y contextos.

Al Papa, como dice en el prólogo, le gusta especialmente lo de conversar como 'verter en un mismo cauce común'. ¿Eso es lo que se está haciendo en el Sínodo?

Yo creo que sí. Cuando vertemos en el cauce común despojándonos de nuestros intereses personales o de grupo, para buscar los de Jesucristo, el cauce común se ensancha, se agranda, y admite a más y más distintos. Puede acoger más pluralidad. Cuando buscamos la intersección de nuestros intereses particulares o de grupo, cuantos más seamos y más distintos, tendremos menos en común. 

FRancisco y Guerrero

¿Con qué se queda de su paso por la Curia vaticana? ¿Se sintió 'atrapado', como dice Francisco en el prólogo?

No me sentí nunca atrapado. Siempre me sentí libre. Mi memoria, casi un año después, tiende a quedarse con lo positivo, especialmente con personas. Conocí mucha gente de bien y con algunos hice amistad. Y estar cerca del papa fue un privilegio. Es una conciencia en busca de lo mejor para la Iglesia y la humanidad. Es una persona que vive en contacto con la Fuente y por eso siempre da esperanza.

¿Ha dejado las finanzas vaticanas mejor de lo que las ha encontrado?

Creo que sí, gracias al equipo que sigue, ahora sin mí, dando pasos en la buena dirección. Es verdad que no dejé a la Santa Sede más rica, pues no se financia bien y se descapitaliza, pero sí ayudamos a organizar mejor su economía, con más austeridad, con procesos más transparentes y con más controles y procedimientos para no repetir errores pasados.  

Del Vaticano, a un centro de espiritualidad en Salamanca. ¿Busca alejarse del 'mundanal ruido'?

Ciertamente es una vida más tranquila, al menos por ahora. No lo he elegido yo. Soy hijo de obediencia. Me lo han buscado mis superiores. Pero los temas espirituales siempre me han interesado -bastante más que los económicos- y me parece un privilegio estar dedicado más de lleno a ellos.

Oscar Martín López sj

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