El prestigioso vaticanista publica '33 miradas del Papa Francisco. Los años decisivos' (San Pablo) Juan Vicente Boo: "Francisco propinó enseguida un 'puñetazo en el estómago' a una Curia burocratizada que lo necesitaba con urgencia para volver a centrarse en lo esencial"

Juan Vicente Boo
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"La limpieza del carrerismo ha sido también notoria, sobre todo gracias a la supresión de los nombramientos de “monsignori”, la limitación de mandatos a un máximo de dos quinquenios, el nombramiento de laicos y sobre todo de mujeres en los altos niveles"

"Ha habido menos avances en la limpieza del clericalismo, que no solo es un vicio de clérigos sino también de muchos laicos"

"Creo que el papa León utilizará una escoba más leve y a su manera: de modo más discreto"

"Primero intentaron hacerle cambiar a él pero, al ver que no lo conseguían, emprendieron maniobras para cambiar de Papa"

Juan Vicente Boo (A Pobra do Caramiñal, La Coruña, 1954) vive jubilado en su bello pueblo gallego, pero lleva en su mochila y en su corazón más de veinte años de ejercicio de la profesión periodística en el Vaticano, donde aprendió a hilar muy fino entre cardenales trepas y Papas que marcaron la historia del siglo XX. Empatizó especialmente con el Papa Francisco, al que llegó a querer. "Quererle era muy fácil porque trataba con mucho cariño a casi todas las personas que se le acercaban", dice. Y a él le dedica su último libro '33 miradas del Papa Francisco' (San Pablo).

Considera que el Papa Bergoglio consiguió culminar tres limpiezas (carrerismo, corrupción y abusos sexuales en la Iglesia). "Ha habido menos avances en la limpieza del clericalismo, que no solo es un vicio de clérigos sino también de muchos laicos". De hecho, recuerda que la galaxia rigorista arremetió sin parar contra Francisco. "Primero intentaron hacerle cambiar a él pero, al ver que no lo conseguían, emprendieron maniobras para cambiar de Papa".

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Juan Vicente Boo
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Cree, por otra parte, que el Papa León XIV ("el 'tapado' de Francisco desde 2014") tendrá que seguir limpiando la Curia, pero  "utilizará una escoba más leve y a su manera: de modo más discreto". Aunque tampoco Prevost se librará de los ataques del ala más conservadora. "Es seguro, pues en lo social el nuevo Papa mantiene la línea de Francisco. Probablemente lo harán de modo menos burdo por tratarse de un norteamericano y dejando pasar más tiempo antes de empezar".

¿Cuál es la clave profunda que le hizo no sólo acompañar a Francisco y contar casi todo su pontificado, sino, además, entender sus reformas y hasta querer al Papa difunto?

Bueno, quererle era muy fácil porque trataba con mucho cariño a casi todas las personas que se le acercaban. Han pasado casi dos meses del fallecimiento, pero sigo recordando cada día su sonrisa, cuando se acercaba a darte la mano. Yo le admiraba desde que le conocí en un Sínodo de Obispos de 2001, tres semanas después de los atentados del 11 de septiembre. Pero era muy seriote y distante con la prensa, por lo que le archivé mentalmente como “valioso, pero no amistoso”. El día de su elección en 2013 experimentó una transformación de talante y de expresión facial, cuando paró a rezar en la Capilla Paulina antes de asomarse por primera vez al balcón de la basílica de San Pedro. Enseguida me impresionó su ejemplo de sencillez personal, de atención a los empleados de a pie del Vaticano o a las personas sin techo de la zona pero, sobre todo, el modo valeroso en que propinó enseguida un “puñetazo en el estómago” a una Curia burocratizada que lo necesitaba con urgencia para volver a centrarse en lo esencial.

¿Ha conseguido Francisco lo que usted llama las 'cuatro limpiezas': carrerismo, clericalismo, corrupción y abusos sexuales?

Ha culminado tres. Cronológicamente empezó con la batalla frente a la corrupción económica, un problema que habían mencionado muchos cardenales en el precónclave, pues el Vaticano era noticia por sucesivos escándalos, sobre todo los del banco del Vaticano (IOR) desde hacía décadas. Le propusieron crear una comisión de cardenales y canonistas para abordarlo, pero él optó por una solución profesional sin precedentes que irritó a muchos: llamar a las auditoras internacionales KPMG y Ernst Young para auditar las cuentas de más de doscientos organismos, armonizar los procedimientos contables y acostumbrarles a un balance y revisión de cuentas anual. Solo quedó fuera de la limpieza la poderosa secretaría de Estado, cuya corrupción económica (el inmueble de Londres, etc.) se descubrió años después, pero está también solucionada al cabo de un largo juicio penal en el Tribunal del Vaticano.

La limpieza del carrerismo ha sido también notoria, sobre todo gracias a la supresión de los nombramientos de “monsignori”, la limitación de mandatos a un máximo de dos quinquenios, el nombramiento de laicos y sobre todo de mujeres en los altos niveles, incluidas la vicesecretaria del Sínodo, Nathalie Becquart, la prefecta de Vida Consagrada, Simona Brambilla, o la gobernadora del Estado del Vaticano, Raffaella Petrini.

Francisco y Boo

El cuanto a los abusos sexuales de menores y personas vulnerables, su gigantesca batalla (creación de la Pontificia Comisión de Protección de Menores, cambios legislativos serios, forzar la renuncia simultánea de todos los obispos de Chile por el encubrimiento que practicaba una cuarta parte de ellos, cumbre de los presidentes de conferencias episcopales de todo el mundo, etc.) está a la vista de todos.

Ha habido menos avances en la limpieza del clericalismo, que no solo es un vicio de clérigos sino también de muchos laicos. Lo llevan en la cabeza ni siquiera saben que son clericales. El Sínodo sobre la sinodalidad ha permitido mejorar en este campo en la fase final del pontificado.

¿Ve a León XIV dispuesto a seguir con la escoba en la mano?

Sí, pero como el terreno está ya mucho más desbrozado y limpio no tendrá que tomar medidas duras en público como aquel discurso sobre “Las quince enfermedades de la Curia” en 2014. Creo que el papa León utilizará una escoba más leve y a su manera: de modo más discreto. Espero que no tenga que volver a autorizar a la Gendarmería Vaticana para ir a registrar las oficinas económicas de la secretaría de Estado e incautar ordenadores y tabletas de personajes corruptos.

"La presencia de mujeres en los niveles altos del Vaticano aumenta con penosa lentitud", dice en su libro. ¿La Iglesia patriarcal y machista no puede cambiar y acelerar el proceso?

Esa observación sobre la “penosa lentitud” la escribí en 2019, a mitad del pontificado. Como Francisco era una persona accesible, se lo comenté también a él. El acelerón tardó un poco en llegar, pero ha sido muy visible en los tres últimos años. Aparte de los nombramientos que mencionaba antes, la última asamblea del Sínodo contó con medio centenar de madres sinodales con voz en los debates y voto en el documento final.

Bannon, de nuevo a la carga contra Trump
Bannon, de nuevo a la carga contra Trump Captura/eldiario.es

¿La Red Hat Report, una galaxia de fundaciones rigoristas americanas, Steve Bannon y otros muchos trumpistas y supermillonarios quisieron cambiar al Papa Francisco? ¿Lo intentaron y no lo consiguieron?

Primero intentaron hacerle cambiar a él pero, al ver que no lo conseguían, emprendieron maniobras para cambiar de Papa, como el cínico manifiesto del arzobispo Viganò, que pidió su renuncia en pleno Encuentro Mundial de las Familias en Dublín por supuesto encubrimiento de abusos del cardenal Theodore McCarrick cuando la realidad era la contraria: en su etapa de nuncio en Washington, Viganò le había protegido de las investigaciones encargadas por el Vaticano.

Estas fundaciones rigoristas son, en buena parte, instrumentos de intereses de dos sectores que a veces se solapan: una serie de supermillonarios interesados en politizar el catolicismo, silenciar la enseñanza social, etc. y del ala conservadora del partido republicano, cada vez más visiblemente desquiciada. Hubo años en que los ataques fuertes se producían cada tres o cuatro meses.

¿Esa misma galaxia seguirá intentando hacerle la vida imposible a León XIV?

Es seguro, pues en lo social el nuevo Papa mantiene la línea de Francisco. Probablemente lo harán de modo menos burdo por tratarse de un norteamericano y dejando pasar más tiempo antes de empezar. Ha habido ya algún “disparo de aviso” en una web católica conservadora con mucho seguimiento: le advierten que no ponga énfasis en la enseñanza social católica. Se ve que les molesta mucho.

Boo
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¿Lo que usted llama "el ala derecha de la Iglesia" se está reseteando?

Me gustaría que lo hiciese, pues tiene una oportunidad estupenda, pero de momento no veo muestras visibles. Hay, eso sí, un silencio de críticas, en parte por el tono más prudente y reservado del nuevo Papa. Hay incluso aprobación de algunas de sus formas externas, que son más tradicionales.

Algunos pensamos que Prevost era el 'tapado' de Francisco para sucederle. ¿Qué opina usted?

Mi corazonada es que lo era desde 2014. Quizá hubiera también algún otro que no hemos detectado y estaba en la reserva. En los dos últimos años las indicaciones discretas eran claras. Le había nombrado miembro de nada menos que ocho departamentos en el Vaticano, y le ascendió del rango de cardenales diáconos al de cardenales obispos, saltando el de presbíteros. Muchos cardenales electores le veían como sucesor desde hace un año, y lo comentaban entre ellos, pero no lo decían en público para evitar las campañas contra él, que solo se produjeron cuando ya estábamos en el precónclave.

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