Ayer jueves en la localidad riojalteña de Abalos, y más concretamente en sede de la bodega Fernández Eguíluz, Sor Lucía Caram presentó su libro Invitados a Reconstruir, Ucrania, la Guerra y la Compasión, una mirada directa y en primera persona sobre el humanismo, el espíritu cristiano y el compromiso de la monja dominica por ayudar a las víctimas y supervivientes de la guerra, porque como bien apunta Sor Lucía, la guerra duele, la guerra me duele.
Y aunque nos duela a todos y todas, es nuestro deber adaptarnos a mayores cuotas personales de compromiso, auxilio, ayuda y acompañamiento. Lo llaman empatía sincera.
Y su visión del conflicto armado, dando visibilidad, ha impactado en todos los presentes en la presentación. Hay que agradecer a esta monja, su esfuerzo inagotable, sus veintitrés viajes a Ucrania desde el inicio de la guerra y el amor humano que derrocha a través de su relato.
Un grupo de personas que pudimos comprobar que en el cristianismo de base, en la fe y la esperanza, también hay guerreras de crucifijo de madera. Un acto pleno en emotividad. Agradecimiento debido también a la anfitriona, Pilar Fernández Eguíluz.