"La Biblia vista con humor", el nuevo libro del viñetista de RD Quique: la frescura del Evangelio y su alegría

Quique y "La Biblia vista con humor"
Quique y "La Biblia vista con humor"

Dibujante desde hace 63 años, Quique Arenós, que ha publicado miles de sus  dibujos en seis diarios y en más de cien revistas, nos invita en este nuevo libro a redescubrir y a profundizar, en clave de humor, el Antiguo y el Nuevo Testamento

Dios, como bellamente nos lo muestra Quique Arenós, es el Dios de la sonrisa e incluso de la carcajada

Maestro de Primaria durante 41 años, comenzó a publicar sus dibujos en 1956 y desde entonces no ha parado de mostrarnos su arte, hecho siempre desde el respeto y la ironía

Acaba de salir el nuevo libro (en castellano y en catalán) de Quique Arenós, “La Biblia vista con humor”, una obra deliciosa y divertida, que nos ayuda a introducirnos, con humor, en el tesoro insondable que es la Palabra de Dios. 

Dibujante desde hace 63 años, Quique Arenós, que ha publicado miles de sus  dibujos en seis diarios y en más de cien revistas, nos invita en este nuevo libro a redescubrir y a profundizar, en clave de humor, el Antiguo y el Nuevo Testamento. Y es que el humor no está reñido con la Sagrada Escritura. Al contrario: el humor (que rima con amor) nos hace comprender mejor la Palabra de Dios. Un Dios que no es un anciano, con largas barbas y con cara de amargado o de enojado, como a veces nos lo han presentado, y siempre malhumorado. Dios, como bellamente nos lo muestra Quique Arenós, es el Dios de la sonrisa e incluso de la carcajada.

En agosto de 2018, en un encuentro con jesuitas irlandeses, el papa Francisco les decía: “Hemos de trabajar para que se comprenda bien la frescura del Evangelio y su alegría”. Porque, continuaba el papa, “Jesús vino a traernos la alegría, no una casuística moral”. Y el papa añadía aun: “Cada mañana rezo la oración de Santo Tomás Moro, pidiéndole el sentido del humor. Nosotros hemos de tener este sentido”.

"La Biblia vista con humor". Quique
"La Biblia vista con humor". Quique

Nacido en la ciudad valenciana de Vila-real, Quique Arenós, que comenzó a publicar sus dibujos en 1956, ha recibido entre otros, el premio Salón Nacional del Humor, en Ciutadella, en 1971, la Olimpiada Internacional del Humor, en València, en 1972, el Premio Mingote, en Madrid, en 2010 o la Distinción al Mérito Cultural de la Generalitat del País Valenciano en 2010.

Los deliciosos dibujos de Quique Arenós ya forman parte de una gran cantidad de revistas, como Saó (con más de 5000 dibujos publicados) o también ha ilustrado diversas publicaciones del Centre de Pastoral Litúrgica de Barcelona, con dibujos sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento y aun en las revistas Catalunya Cristiana y en Vida Nueva, Familia Cristiana, Más y Hogar 2000. Quique Arenós también ha colaborado con sus dibujos en los diarios Ya, con más de 2500, Pueblo, Aragón/Exprés, Las Provincias, Mediterráneo, con más de 10000 originales, o Valencia Fruits. Y evidentemente, también ha colaborado en estas páginas de Religión Digital, con unos dibujos incisivos e irónicos, y a la vez, llenos de ternura y de encanto.

Quique Arenós, maestro de primaria durante 41 años, comenzó a publicar sus dibujos en 1956 y desde entonces no ha parado de mostrarnos su arte, hecho siempre desde el respeto y la ironía, con una gracia que hace nacer en el lector, la sonrisa o incluso la carcajada. Quique Arenós también ha publicado los libros: Sin censura eclesiástica (1974), Sálvese quien pueda (1993), Castelló(n) (1995), Molt Fràgil (2000), Pobres ricos (2001), Tico el agnóstico (2004), De norte a sur (y Dios en medio) (2007), La escuela vista con humor (2011) y Quique 60 anys dibuixant humor (2016).

"La Biblia vista con humor", editada también en catalán
"La Biblia vista con humor", editada también en catalán

Su obra, extensa y muy apreciada, la podemos encontrar en los museos de Feno (La Coruña), en el de Castillo de Larrés (Huesca) y en el museo del Humor Dulcinea del Toboso (Toledo). Además, también hay un mural de 25 por 15 metros, de un chiste suyo en la Vila-real, su ciudad natal.

En la Biblia hay algunos capítulos que nos hablan del gozo, de la alegría e incluso de la risa. Aunque también de la tristeza. Ya en el libro del Génesis, cuando Dios se apareció a Abraham en la encina de Mambré y le prometió que su esposa Sara (de edad avanzada) tendría un hijo, esta “rió en su interior” (Gn 18:12.15).

Es verdad que a veces la tristeza es elogiada por encima de la alegría, como podemos ver en algún capítulo del libro del Eclesiástico: “Mejor la tristeza que la risa” (Ecli 7:3). Pero en la Biblia también encontramos, y más frecuentemente de lo que podríamos pensar, que el hombre bienaventurado es aquel que no es atormentado por la tristeza: “Feliz el hombre que no ha resbalado con la boca y que no es atormentado por la tristeza”. (Ecli 14:1). Y también: “No te abandones a la tristeza” (Ecli 30:21). Y todavía: “la alegría del corazón es la vida del hombre, y la alegría del hombre le alarga los días” (Ecli 30:22). Y finalmente: “anima a tu corazón y aleja la tristeza, que la tristeza ha perdido a muchos, y no da ningún provecho” (Ecli 30:23).

Viñeta de Quique
Viñeta de Quique Quique

Hay un mural de 25 por 15 metros, de un chiste suyo en la Vila-real, su ciudad natal

También los salmos nos animan a la alegría. Así el salmo 18 afirma que “los preceptos del Señor llenan de gozo el corazón” (Ps 18:9), y el 50 nos llama al arrepentimiento y a la conversión, y por eso mismo, al gozo que nace del perdón (Ps 50:10,14) que encontramos por la misericordia de Dios. Un Dios que perdona los pecados de los hombres y que nos llama al gozo, como encontraremos en la parábola del hijo pródigo. También el salmo 65 proclama que Dios “es nuestra alegría”. Y el 121, es todo él un cántico de alegría para los que se dirigen a Jerusalén, la ciudad santa: “Que alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor” (Ps 121:1). Finalmente, por lo que respecta al Salterio, y por poner solo unos ejemplos, en el salmo 125 también encontramos un canto de gozo por el retorno del exilio: “Cuando el Señor renovó la vida de Sión, lo creíamos un sueño; nuestra boca se llenó de alegría, de gritos i de risas” (Ps 125:1-2). Por eso si el exilio fue un tiempo de dolor y de sufrimiento, el retorno a Israel se convirtió en un camino de gozo: “Los que sembraban con lágrimas en los ojos, gritan de gozo en la siega. Salían a sembrar llorando, llevándose la semilla, y volverán cantando de alegría, trayendo las gavillas” (Ps 125:5-6).

Por lo que respecta al profeta Isaías, también nos transmite la actitud del gozo, de la alegría, de una manera parecida al salmo 121: “Alegraos con Jerusalén, haced fiesta por ella, todos los que la amáis. Estad contentos con ella, todos los que estáis de duelo” (Is 66:10). Y un poco más adelante, este profeta de la alegría i del consuelo, aun añade: “En Jerusalen seréis consolados. Cuando lo veréis vuestro corazón latirá de gozo y revivirán como la hierba vuestros huesos” (Is 66:13-14).

El humor tierno de Quique
El humor tierno de Quique

Pero es en el Evangelio, una palabra que significa “Buena Noticia” o también, “Noticia gozosa”, donde encontramos diversos versículos donde la Palabra de Dios nos muestra la grandeza de la alegría. Así lo vemos, sobre todo en el Evangelio de San Lucas, el evangelista de la alegría. Cuando el ángel anunció a María que sería la Madre del Señor, la saludó con el “Dios te salve, llena de gracia” o también en algunas traducciones: “Alégrate llena de gracia” (Lc 1:28). Y cuando María visitó a su prima Isabel, Juan el Bautista, aun en el seno de Isabel, “saltó de alegría” por el encuentro de las dos madres, María e Isabel.

También en el anuncio del nacimiento de Jesús a los pastores, el evangelista San Lucas pona en boca de los ángeles estas palabras llenas de gozo: “No tengáis miedo: os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo” (Lc 2:10). Y éste mismo evangelista, en las bienaventuranzas, proclama felices a los que lloran, “porqué reiréis” (Lc 6:21).

Un texto especial por lo que respecta al gozo, es el capítulo 15 de San Lucas, con las tres conocidas parábolas de la alegría: la oveja reencontrada (Lc 15:3-7), el dracma (Lc 15:8-10) y sobre todo el hijo reencontrado (Lc 15:11-32). Estas tres parábolas están llenas de alegría por el hecho que en los tres casos, el evangelista nos invita al gozo por el encuentro de lo que se había perdido.

Quique, viñetista de RD
Quique, viñetista de RD

Por lo que respecta al Evangelio de San Juan, Jesús promete a sus discípulos que, después de la pasión lo volverán a ver y por eso, “vuestro corazón se alegrará, y esta alegría vuestra, no os la cogerá nadie” (Jo 16:22).  También en la Carta a los Filipenses hay una referencia muy explícita al gozo, a la alegría. Y es que San Pablo anima a los cristianos a hacer “completo mi gozo”, si viven compartiendo lo que eran y lo que tenían para hacer crecer entre ellos la caridad y la concordia, alejándose de las rivalidades y de la vanagloria. También en esta misma carta, Pablo exhortaba a los filipenses a alegrarse en el Señor (Fl 3:1) y por eso mismo, a vivir contentos, a hacer la experiencia del gozo por la proximidad del Dios que nos salva. De aquí que el Apóstol repita de nuevo este deseo de que los cristianos de Filipo vivan el gozo de esperar al Señor: “Alegraos siempre en el Señor; os lo repito: alegraos... el Señor está cerca” (Fl 4:4).

En un mundo con dificultades de todo tipo, con zancadillas y problemas, con el odio y las envidias entre hombres, pueblos y culturas, con miradas tristes y cansadas, pienso que este nuevo libro, con los dibujos de Quique Arenós (que el papa habría de conocer), es como una bocanada de aire fresco y nuevo que nos injerta esperanza.

Mossèn Ballarín, en el programa de TV3 “El convidat”, del 13 de octubre de 2010, conocedor de la situación actual que vivía nuestra sociedad, soñaba con una Iglesia que no fuese “tan aburrida” y por eso pedía “que Dios concediese a la Iglesia una cosa que Él tiene infinitamente, que es sentido del humor”.

Yo creo que los dibujos de Quique Arenós transmiten este sentido del humor tan necesario para vivir con salud. Por eso los dibujos de este libro, son un buen antídoto contra la tristeza y contra el mal humor, tan frecuentes en nuestro día a día. De aquí que en la catequesis de las parroquias y en las reflexiones de los presbíteros para preparar las homilías, estaría muy bien comentar y compartir el sentido de estos dibujos que nos llenan de alegría y de buen humor.   

Quique
Quique Quique

Pienso también que este nuevo libro de Quique Arenós es como la oración de Santo Tomás Moro, porqué expresan, con buen humor, “la frescura del Evangelio y su alegría”, como dijo el papa Francisco a los jesuitas irlandeses. Y si, como dijo el papa Francisco en la Navidad de 2019, Jesús es la “sonrisa de Dios”, Quique Arenós, con sus dibujos tan alegres, ha sabido mostrarnos esta sonrisa, así como también la alegría y el gozo de este Dios, que en Jesús se ha hecho cercano a nosotros y ha venido a caminar con nosotros. Un camino de esperanza, un camino para reencontrar aquella sonrisa que nos hace hombres y mujeres capaces de descubrir un horizonte nuevo. Los dibujos de Quique Arenós nos quitan el mal humor e, incluso, el cansancio. Por eso propongo que cada día, de la misma manera que el papa, por las mañanas, al mismo tiempo que la oración de Santo Tomás Moro, tengamos una mirada a uno o a dos de los excelentes dibujos de Quique Arenós, para afrontar así el día, a pesar de todo, con ilusión, con buen humor y con ganas de vivir.

Quique Arenós, como escribe su hijo Pau, “nunca fue un sacerdote (aunque alguna vez lo confundieron con mossèn Ballarín)”. Quique es, continúa su hijo Pau, “un revolucionario con una visión crítica de la curia, los obispos y la hipocresía”. Por eso “muchos obispos se atragantaban con las rosquillas en el café con leche, cuando leían Vida Nueva”. O incluso cuando leen Religión Digital.

Enric Arenós
Enric Arenós

El papa Francisco, con su sentido del humor tan característico, nos ha regalado diversos documentos caracterizados todos ellos por el gozo o la alegría: la Alegría del Evangelio, la Alegría de la verdad, Alegros y celebradlo o aun, la Alegría del amor. Y es que como uno de los dones del Espíritu, el gozo o la alegría habrían de estar más presentes en nuestra vida y en la vida de la Iglesia. Por eso los cristianos tenemos la misión de hacer nacer la alegría en nuestros corazones, en medio de un mundo lleno de tristeza, de injusticias y de lágrimas. 

Es evidente que leyendo este libro de  Quique Arenós (editado por el Centre de Pastoral Litúrgica de Barcelona), los problemas cotidianos no desaparecerán. Serán los mismos de siempre, los mismos de antes de leerlo, pero sabremos enfocarlos (y afrontarlos) de una manera diferente. Y por eso, sin dejar que nos aplasten, sabremos ver las dificultades de cada día con optimismo y con confianza en Dios, en los demás y en cada uno de los que miremos estos sugeridores y bellos dibujos, que nos muestran el rostro bondadoso y sonriente del Dios que en Jesús se ha hecho uno de nosotros. Por eso invito a leer este libro delicioso y divertido.    

Jóvenes
Jóvenes Quique

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