¿Lección y ejemplo para talibanes, 'talibaneros' y aprendices? Tamar: "Provocación y justicia"

En los tiempos para muchos filo-talibaneros” en los que nos  encontramos, a consecuencia de su triunfo  reciente en Afganistán, será de interés la lectura del libro 'Tamar: provocación y justicia' (Gén. 38), editado por San Pablo”, con sus 66 páginas  densas y bibliográficamente atractivas , de “rabiosa” actualidad, como dirían los “clásicos”.

Y es que la mujer es actualidad permanente y más sangrante aún cuando está cortejada por los “talibanes de toda la vida”y aspirantes a serlo, con mención vergonzosa para quienes   “operan” y actúan aún dentro, o en los alrededores, de la misma Iglesia, sin exclusión, sino todo lo contrario, de su propia jerarquía.

La autora del libro es Miren Junkal Guevara, catedrática del Departamento  de Teología  de la U. de Loyola-Andalucía, Licenciada en Derecho  por la Universidad Pontificia de Comillas y Doctora en Teología  por la de Granada, profesora  sobre el Pentateuco, Libros Sagrados Históricos  e Historia de Israel antiguo, a la vez que investigadora  de las relecturas del texto bíblico  en las  manifestaciones de la culturas  contemporánea  particularmente en el comic y en la novela gráfica. Ante el números de tales, tantas y tan pastorales y evangelizadoras titulaciones, no pocos, por curiosidad se preguntarán cuantos serán los obispos españoles  que podrán “alardear” de estar equipados para el ejercicio-ministerio de sus respectivas diócesis y disponer de tan preclaro “currículum” pastoral al servicio de la Iglesia.

Y del libro de la, por ahora, -todo se andará-, no episcopable Miren Junkal, me limito a citar algunos de sus párrafos:

“La palabra ¡Tamar” se traduce por “palmera”, un árbol cuyo tronco  puede alcanzar una altura  de hasta 15 metros  y es símbolo de grandeza y firmeza.  Tamar, (Gén.38) la nuera de Judá a quien se le dio la oportunidad de reconstruir su vida en el seno  de Israel, teje una crítica firme y desafiante contra elementos fundamentales de la identidad del pueblo de Israel, a partir de una reclamación de derechos, impropia  de una mujer, y más aún si esta es extranjera en el referido pueblo”...

”Tamar, consciente de que pasa el tiempo, de que está oculta y silenciada como mujer “en casa de su padre” (Gén.38,11) hace honor a su nombre y se esfuerza por levantarse con firmeza, dejar su postración y salir a construir una biografía que la colme plenamente un itinerario que le permita ser Tamar, es decir, “la palma fecunda”.

“De entre tantas cosas como podemos aprender de Tamar, la mujer-palmera de la Biblia, es la de que “Dios es defensor de pobres y vulnerables”. Tamar llega a desafiar a su suegro Judá para lograr el cumplimiento de la ley.”

Como significativamente curioso, la autora del libro sobre Tamar, aporta el dato de que en la Biblia hay 3,237 personajes con nombre propio, de los cuales son mujeres el 7 por ciento, es decir unas 226.  De estas, solo 49 son protagonistas de algún diálogo o discurso y dicen alrededor de 14,056 palabras, lo que supone un 1,1 por ciento de las palabras que se pronuncian en los mismos.”

¿Lección y ejemplo para talibanes, ”talibaneros” y aprendices?  Todo es posible, también a la sombra de los campanarios.