Zacharías Heyes, en Narcea En casa conmigo y con Dios: Guía para aceptarse

En casa conmigo y con Dios: Guía para aceptarse
En casa conmigo y con Dios: Guía para aceptarse

Si no nos aceptamos como somos,  y como podríamos y deberíamos ser, difícilmente aceptaríamos a los demás, lo que en parte explica tantas situaciones de incomprensión, guerras, batallas y batallitas

Al leer este libro me ha sorprendido  muy gratamente, entre otras cosas,  comprobar las buenas dosis de sentido común, de espiritualidad y de conexión   con las realidades temporales  que posee y distingue a su autor, por más señas, monje, en la abadía alemana  de Münsterschwarzach…

Es obligado apostar por la idea  de que a los monjes y a las monjas, -monjes y monjas de verdad-,  y precisamente por el hecho de serlo  e intentar ejercer como tales, su vocación contemplativa no les exime, sino que les eleva, la capacidad de  seguir conectando  -encarnados-  con el resto del pueblo de Dios, en sus gozos, tristezas y esperanzas…

El título completo del libro  es “En casa conmigo y con Dios-Guía para aceptarse, y está editado por “Narcea”, en su colección “Espiritualidad”.  Consta de 130 páginas, de fácil y pedagógica lectura, con ejercicios,  y de su autor,  Zacharías Heyes, hay que referir que “después de estudiar  teología y de trabajar  como misionero en África, en la actualidad  lo hace en calidad de director espiritual de jóvenes y personas en crisis, además de dirigir  cursos y talleres  en la casa de huéspedes  de su abadía”.

El índice del libro es este: “El sitio  de Dios en mi casa; En casa conmigo y con Dios; Hacer silencio; Reconciliación con el pasado; Asumir la propia responsabilidad y decidirse;  Distinguir las voces; Redescubrir los sueños; El lenguaje de Dios y  Pensamientos para terminar”

Narcea Ediciones
Narcea Ediciones

En resumidas cuentas, “este libro, mediante unos sencillos ejercicios,  nos invita a hacer un itinerario  de descubrimiento que nos mostrará caminos  para cuidar su propio mundo  interior y encontrarnos  con él como  en nuestra propia casa.  Nos invita a encontrar un hogar  en la amorosa relación con Dios, como hizo Jesús, y con ello  a encontrar en nosotros mismos,  paz, hogar y seguridad  para, al mismo tiempo,  volver a descubrir  y configurar nuestra dignidad  como quien está inmerso en la obra de Dios”.

Flota en el ambiente de espiritualidad y de convivencia  religiosa, y de la otra,  que crea y recrea, por encima de todo,  la idea de la necesidad  de disponer y hacer uso  de una guía  para aceptarse a sí mismo  como fundamento para  intentar mantener y proyectarse  hacia los demás  y formar con todos ellos la familia  y la convivencia para vivir en cristiano. Si no nos aceptamos como somos,  y como podríamos y deberíamos ser, difícilmente aceptaríamos a los demás, lo que en parte explica tantas situaciones de incomprensión, guerras, batallas y batallitas.

Buena tarea la propuesta por el monje Zacharías, que agradecemos en nombre de tantos posibles lectores. Los apartados  de “Abrázate, Mírate en el espejo con benevolencia y valora tu cuerpo…” de las pp. 61 y ss.  son  merecedores de atenta y gozosa lectura. Te los recomiendo. 

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