Este jueves, a las 19 horas, en la Biblioteca de Navarra de Pamplona Presentación de 'Las miradas de Jesús', de Alfonzo Olaz

“Ver” y “mirar” son verbos castellanos distintos, aunque  mayoritariamente confluyentes sus acepciones con ideas  en la convivencia social y también religiosa, tales como “percibir, observar, contemplar, reconocer, juzgar, examinar, darse cuenta, percatarse., valorar… La” mirada”, sobre la “visión”,- por eso de que etimológicamente procede del latín “mirari”-, le añade la complementariedad de la  “admiración y del asombro.”

Aseguro que no es ociosa esta reflexión al anunciar la publicación del libro  “Las miradas de Jesús”, del que es autor  Alfonso Jesús Olaz,  recientemente editado por  Amazon, y del que destaco la referencia que se ofrece  en su contraportada:

“Este libro ofrece al hombre y a la mujer actual unas profundas y sencillas reflexiones evangélicas sobre la figura de Jesús de Nazaret. Pretende que aprendamos a escuchar las miradas de Jesús que tenemos cada uno de nosotros y así, sin miedo, con la confianza de que no estamos solos, conozcamos un poco más al único que tiene todas las respuestas de nuestra vida, que es y se llama Jesús.”

Yo subrayaría con deleitación, por su certera proyección hacia el presente y más hacia el futuro, términos tales como “escuchar las miradas”, “no estamos solos”, “confianza”, “sin miedo” y “respuesta”.

Subrayo también este otro párrafo:

“El autor escribe desde el corazón, con un lenguaje sencillo, claro y creíble, intentando descubrirnos al Maestro interior que es el único que nos aporta la paz, y la luz tan necesaria hoy en nuestro mundo. Nuestro Maestro interior está más cerca de lo que imaginamos y el viaje a efectuar para encontrarlo está al alcance de cualquiera…”

¡En hora buena, amigo Jesús, por la publicación de “tus”, miradas que son las de Jesús, así como por la  feliz idea de la dedicatoria familiar “a mi mujer Lurdes y a nuestros hijos Xabier y Paula, que sin su ánimo y ayuda no hubiera sido posible su publicación”.

A seguir “escuchando” miradas -las de Jesús- y las de los  pobres en todo orden de cosas, que son quienes  más y mejor saben de ellas, por necesitarlas con urgencia mayor…